La historia de la cerveza tiene un sinfín de buenos momentos a sus espaldas, la cerveza ya es sin duda uno de los productos que más hizo historia en muchos países del mundo. Evidentemente, la elaboración de la cerveza hace miles de años no tendría nada que ver con la actual y tampoco su sabor, pero si el interés por las civilizaciones por degustarla y saborearla en cualquier momento del día.
Expertos e historiadores afirman que esta bebida ya existía en el año 10.000 antes de Cristo. Estos hallazgos han sido descubiertos en Sumeria y también en Mesopotamia.
En España, en cambio, los hallazgos de la cerveza aunque han sido antiguos, no han pasado de los 3000 años antes de Cristo que se encontraban en los restos de la cueva de San Sadurní, en la provincia de Barcelona. De ahí pasaron ya a encontrarse con una antigüedad de 2.400 años antes de Cristo, como las que se descubrieron en Soria.
El gran consumo de cerveza en España no fue posible hasta que Carlos I de España decidiió en el siglo XVI que la cerveza podía ser una bebida que recorriese el país por completo entrando en cada lugar en el que quisieran saborearla.
Aunque el recorrido que hizo la cerveza por diferentes continentes y países no está demasiado claro, sí que queda claro que muchos países se afianzaron a este tipo de producto hasta el punto de elaborarlo y producirlo haciéndolo exclusivamente suyo. Tal es el caso de la cerveza alemana, conocida en todo el mundo por su buen sabor y porque con el paso de los años se convirtió en un importante producto nacional.
Volviendo atrás en el devenir de la Historia de la cerveza, aunque se han descubierto hallazgos de cerveza elaborada en Egipto y de cerveza creada en la época de los romanos, este producto no fue excesivamente válido para sus paladares; preferían otros sabores diferentes, por lo que en aquella época no tuvo mucho éxito.
En cambio, los países que sí fueron y seguirán siendo muy amantes de la buena cerveza son Alemania, la región escandinava (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca), Bélgica, España y las islas británicas. En este punto existen diferentes historias de quien llevó la cerveza a uno u otro lugar. Lo que sí queda claro es que la historia de la cerveza fue pasando de generación en generación y con elaboraciones diferentes y productos que se fueron acoplando y retiraron para dar un sabor totalmente distinto.
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