Desde sus inicios como “Convergencia por la Democracia” hace tres lustros (2002) y hasta el divorcio de los “alegres compadres”, ya con la marca Movimiento Ciudadano (MC), se trató de un partido que negó cualquier origen democrático.
Se trataba más bien de un “movimiento familiar”, una franquicia entre compadres: José Luis Aguilera Ortiz y Marco Antonio León Hernández. El acuerdo manifiesto entre estos era que Aguilera Ortiz manejaría el partido y León Hernández ocuparía las posiciones plurinominales, alternándose, siempre en un esquema de exclusividad, con José Luis Aguilera hijo, actual secretario del Trabajo en el gobierno panista de Francisco Domínguez.
Su historia en la entidad se resume como la de un partido acomodaticio, satélite del poder en turno. Para decirlo elegantemente, aliado indistinto del partido en el gobierno. Lo mismo se unía al PAN para golpear al PRI que al PRI para golpear al PAN.
Durante la prolongada luna de miel entre compadres, solo dos nombres ocuparon las posiciones plurinominales del partido, tanto en la diputación local como en la regiduría que lograba en el Ayuntamiento de Querétaro: Marco Antonio León Hernández y José Luis Aguilera Rico. Aguilera Ortiz, por su parte, se hizo cargo del partido, y obvio, del financiamiento público.
En 2009 ganó la presidencia municipal de Peñamiller con Eleazar Munguía, pero fue una reacción del electorado en contra del PRI y el PAN, es decir, no porque fuera un partido con estructura o presencia marcada en el municipio. Más allá de las posiciones plurinominales y ese triunfo circunstancial en Peñamiller, son pocos los logros de José Luis Aguilera al frente de Movimiento Ciudadano en Querétaro.
La fallida alianza entre Movimiento Ciudadano y Concertación Mexicana en el proceso electoral de 2015fue la puntilla final para un partido desgastado y desacreditado. La debacle de Movimiento Ciudadano fue resultado de esa visión equivocada de la dirigencia. Ocupados en “administrar” para sí las posiciones plurinominales y las prerrogativas, los “alegres compadres” se olvidaron de generar estructura territorial.
La salida de José Luis Aguilera Ortiz de ese instituto político en septiembre de 2015 para formar su propio partido se dio después de haber dilapidado el capital político que alcanzó MC en la entidad y tras su sonado pleito con el compadre, con el que ya no logró acuerdos en el reparto de posiciones.
Aprovechando la marca de MC, el nuevo partido estatal de los Aguilera se denomina “Convergencia Ciudadana”. Según sus propias estimaciones, en la constitución de esta nueva organización política participaron alrededor de 10 mil (ahora ex) militantes de Movimiento Ciudadano.
Los Aguilera, padre e hijo, han justificado su salida de MC por no estar de acuerdo con las “imposiciones” de la dirigencia nacional. Nada dijeron –claro– de sus imposiciones para el reparto de posiciones plurinominales aquí en el estado. Ahora ya cuentan con su propio partido estatal en el que seguramente mantendrán el control de posiciones y prerrogativas, porque bien les ha ido con esa manera antidemocrática de entender la política y defraudar la confianza ciudadana.
Para no perder el control de MC intentarán engañar a Dante Delgado. José Luis Aguilera enviará a su gente a cabildear para continuar controlando el partido y así seguir vendiendo sus proyectos al gobernador Francisco Domínguez, quien sabe que en 2018 no la tiene fácil el PAN en Querétaro, y los Aguilera, con dos partidos sacarán grandes prebendas para su beneficio familiar y no del pueblo.
Es así que le damos la bienvenida al nuevo “partido local” en la entidad.
En Corregidora la luna de miel parece estar por terminar
En el municipio de Corregidora pareciera que el romance y la tranquilidad política están por agotarse, pues al sentirse ya la sucesión se hace más que evidente el “divorcio” entre la administración municipal y Acción Nacional, del cual sus militantes, muy en su interior, se sienten utilizados por el presidente Kuri González, quien por cierto se ha negado a afiliarse a ese instituto político.
Los panistas se quejan de la ingratitud del alcalde y sienten que pretende darles un madruguete para imponer a su sucesor, Rogelio Vega Vázquez Mellado, quien seguiría la misma fórmula de “candidatura ciudadana” insaculada por Domínguez Servién, haciendo a un lado al panismo de la demarcación y reduciendo las siglas blanquiazules a solo una franquicia electorera.
Por otro lado, al presidente comienzan a crecerle los enanos, pues quien encabeza la Secretaría de Desarrollo Social está muy ocupado en hacerse presente en los ánimos panistas con apapachos malintencionados, y sobre todo, haciendo de dicha dependencia una sucursal de recursos humanos y el “campo de sueños” de la administración donde se escucha entre los pasillos decir: “El mejor presidente municipal de Corregidora ha sido Pancho Domínguez”.
Como siempre, la mejor opinión es la de usted. NO me crea a mí, créale a sus ojos.
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