Ana Camila Pérez Torres es una niña que a sus 11 años de edad, le apasiona tocar el violín y pintar. Sueña con ser una gran concertista y actuar en Bellas Artes.
Cuando llega a casa, luego de salir de la escuela, se apura a hacer sus tareas para ensayar una hora y media con su violín.
Ana, quien cursa el sexto año de primaria en una escuela particular, se pone retos en su pasión por el violín, al interpretar las canciones más difíciles para ella como Gavotte, por ser muy larga y tener muchos ligados, pero logró tocarla.
Durante la entrevista en la terraza de su casa, donde se aprecia un poco la vista hacía la bahía de Acapulco, Ana toma su violín e interpreta dos canciones The Two Grenadiers y Theme from “Witches’Dance” que son sus favoritas.
“También he interpretado Long Long Ago, Gavotte, Jimmy and Manor, entre muchas, como Yesterday de los Beatles, y más le gusta las canciones clásicas porque son hermosas, he llegado a tocar canciones de Beethoven”, precisó.
Pero además de tocar el violín y dedicar algunas hora a la pintura, Ana es una niña muy destacada en su escuela y, recientemente, recibió un diploma por obtener el primer lugar a nivel regional en las Olimpiadas del Conocimiento Infantil de escuelas particulares.
Presume que en sus clases va bien, tiene un promedio de 9.9 y es la abanderada de la escolta de la escuela. Asimismo, participa en la Orquesta de la institución educativa, donde ha interpretado canciones de los Beatles, Beethoven, la Guerra de las Galaxias, entre otras.
La pequeña Ana, dice que su abuelo Melesio Pérez Velazquez, de 81 años, quien es poeta, compositor y pintor, es su inspiración para que a ella le encante la música, su pasión por el violín, así como pintar.
Con mucho orgullo, dice que su abuelo ha compuesto varias canciones, le gusta tocar la guitarra y recuerda que cuando ella cursaba el jardín de niños, cada vez que llegaba a la casa, también le encantaba verlo pintar sus cuadros en su pequeño taller.
“Desde que lo vi pintar me encantó, iba en el kínder y cuando yo llegaba de la escuela y lo veía en su oficina, que se encontraba debajo de la casa, lo veía pintar, me gustaba verlo y aún sigue pintando, me gusta como lo hace”.
Su abuelo la ha invitado a tocar juntos, él con la guitarra y ella con el violín y hacer un dueto, lo cual le emociona mucho.
Ana, anteriormente tocaba flauta cuando iba en cuarto año de primaria y fue hace un año cuando descubrió que su pasión es el violín.
“Me encanta el violín y no dejaría de tocarlo jamás y me imagino tocando en el Palacio de Bellas Artes, me encantaría estar tocando ahí el violín “, platica la pequeña Ana emocionada, luego de interpretar una de sus melodías favoritas.
Recuerda que de pequeña soñaba con ser doctora y ahora una gran violinista o actriz.
También se considera buena en su clase de música, español e ingles, además de la pintura.
En la escuela, de 14:00 a 15:30 horas toma clases de violín, pero para ella es como si el tiempo pasara volando, esa hora y media se convierten en cinco minutos.
Las actividades diarias de Ana inician con su escuela y, al salir, se dirige a su casa para comer, hace la tarea, a ella no le gustan las muñecas, pero su juego es pasar el tiempo investigando cosas interesantes en Iinternet.
“Yo no juega con la muñecas, pero si juegos de mesa con mi hermana”. Incluso, comenta que en su cuarto, que comparte con su hermana Ximena Pérez, de 9 años de edad, se pueden encontrar muñecas y juguetes, pero no son de ella.
“Si por mi fuera, estuviera llena mi habitación de partituras y pinturas para seguir aprendiendo a tocar el violín, porque uno nunca acaba de aprender”, señala.
La pequeña Ana, en su faceta de pintora, ha elaborado 10 cuadros y hace dos años aprendió a pintar.
Ella, cada vez que pinta, se basa en sus sentimientos, pues cuando se siente feliz, puede dibujar una palmera, la playa o una rosa, como la que le hizo a su mamá y que le regaló un 10 de Mayo.
Cuando está triste puede dibujar el cielo, la luna, las estrellas, o lo que se imagine en ese momento.
En la escuela, las pinturas de Ana han participado en exposiciones, y su maestra le hizo un video que subió a la red de YouTube.
Dice que le gustaría ser como el pintor Bob Ross, porque le encanta la rapidez con la que pinta y las técnicas que utiliza, para hacer de una pintura que se ve muy fácil, algo hermoso.
“Me gusta Bob Ross, me gustaría ser como él, una buena pintura, veo sus programas en You tube, me encanta como pinta, la facilidad, la rapidez y como narra al momento de pintar y al final es una pintura hermosa”, señaló.
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