Sin afanes protagónicos, lejos de los reflectores y evadiendo grillas internas, Vicente Pérez Ramírez se desempeñó como secretario de Gobierno de la administración sanjuanense, cargo que deja dos meses antes, para reincorporarse a su puesto en la Procuraduría General de Justicia (PGJ).
Cuestionado fue su nombramiento y su actuar durante los primeros meses o quizá el año del gobierno encabezado por Fabián Pineda Morales. Se le tachó de gris y timorato, y quizá, hasta de falta de capacidad.
Yo alguna vez lo califiqué de ratón de escritorio, y es que ese siempre ha sido su fuerte, el trabajo en la oficina: recién egresado de la Facultad de Derecho de la UAQ, se inició con el pie derecho siendo agente del ministerio público, luego coordinador de ministerios públicos y, finalmente, coordinador de delitos de narcomenudeo de la PGJ.
Vicente Pérez fue invitado por su ex compañero universitario y gran amigo, Fabián Pineda, para hacerse cargo de la Secretaría de Gobierno, es decir, éste le encomendó hacerse cargo de la gobernabilidad del segundo municipio del estado. El hoy alcalde saliente sabía de sus virtudes.
Y es que, al paso del tiempo, se fue conociendo su sigilosa forma de trabajar: metódico, responsable, sin experiencia política pero con ganas de trascender. Se enfrentó al primer conflicto social: la manifestación de los habitantes de La Valla, quienes demandaban la pronta instalación de un Colegio de Bachilleres. Luego, conformó y logró, merced a su capacidad de diálogo y negociación, solucionar varios problemas que se suscitaron, como el de la instalación de antenas telefónicas en algunas colonias populares donde los habitantes se oponían.
En cuestión administrativa, Vicente Pérez tiene un punto histórico en su haber: conformar el Primer Atlas de Riesgo Municipal, que permitirá que la sociedad sanjuanense pueda detectar qué zonas representan un grave peligro en materia de riesgos naturales, proyecto que desde hacía años ninguna administración había podido conformar.
Claro que el mérito no es sólo de Vicente Pérez, también de su equipo de trabajo. Pero de sobra sabemos que en el pasado, esto fue lo que algunos secretarios de Gobierno no pudieron cohesionar.
Hoy en San Juan del Río hay gobernabilidad, estabilidad y paz social, en buena o gran medida por el trabajo de Vicente. Se puede ir tranquilo. Creo que ha aprobado este paso por la administración pública. Ojalá así fueran los funcionarios públicos, menos grillos y más eficientes.
¡Hasta pronto, Vicente Pérez! Arrieros somos.
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