Este domingo, en sesión de Pleno del Consejo General del INE, se definieron las curules a asignar acorde con el principio de representación proporcional; la incógnita se despejó. De 200 curules de Representación Proporcional tocaron 53 al PAN, 48 a PRI, 27 a PRD, 18 a PVEM, MC 15, NA 10, MORENA 21, PES 8. Así se instalará la LXIII Legislatura federal en septiembre próximo cuando el presidente Peña rinda su tercer informe de gobierno.
Así las cosas, habiéndose desechado los votos nulos y aquellos de los partidos que no alcanzan el 3% de la votación efectiva, el Partido del Trabajo perdió el registro al confirmarse que obtuvo apenas el 2.99 % de votos (un millón 134 mil 101); se quedó a milésimas del tres por ciento anhelado; así lo indican los cómputos finales elaborados por el Instituto Nacional Electoral (INE).
También el Partido Humanista quedó fuera del mapa electoral al alcanzar 2.2 % (856 mil 716 votos); así aprobaron el proyecto de acuerdo del Consejo General del INE por el que se efectuó el cómputo total y se declaró la validez de la elección de diputados por el principio de representación proporcional.
En el documento que fue aprobado el domingo en el Consejo General del INE, se asienta: “conforme a la votación detallada en la consideración anterior, los partidos políticos nacionales Del Trabajo y Humanista no obtuvieron, por lo menos, el tres por ciento de la votación válida emitida, para las listas regionales de las cinco circunscripciones plurinominales”. Esto le permitió a Braulio Guerra Urbiola colgarse de la oportunidad numérica y alcanzar la diputación federal. Así las cosas, la votación válida emitida fue de 39 millones 911 mil 262 votos e incluye, por primera vez y de manera novedosa, los 225 mil votos obtenidos por los independientes. Alberto Anaya, líder de los petistas pedía descontar los votos de los candidatos independientes, lo que hubiera sido un fraude para alcanzar el 3% requerido por la ley; sin embargo el TEPJF repudió esa petición.
Y mientras esto sucedió en el INE, a muchos dejó verdaderamente sorprendidos la decisión tomada por Ricardo Anaya Cortés, nuevo líder nacional del PAN al designar a su coordinador de bancada en la LXIII Legislatura federal; no fue Gustavo Madero como todo hacía suponer que así sería; no, el imberbe designó a Marko Cortés –sin parentesco con Anaya Cortés.
Sin embargo, habría que ver entre líneas la decisión política. Leerlas con sumo cuidado. Así convenía al mismo equipo de Madero, para romper o al menos virtualmente –no en los hechos- intentar romper, el cordón umbilical entre Anaya y Madero. Todos saben que Anaya es creación de Madero y que sin el apoyo de éste, aquel nunca hubiera ganado la dirigencia. Así que tenían que legitimar una de las primeras acciones del líder nacional panista. Aunque la nueva bancada maderista no quedó muy conforme con la decisión. Anaya no puede ni debe generar división al interior de su partido, fue uno de sus compromisos, de ahí que haya sido un acto político consensuado entre quienes manejan ese partido.
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