I.- El escándalo
La revista Proceso, en su edición digital, sintetiza muy bien el escándalo:
“Un documento de 15 cuartillas, enviado de forma anónima al periódico especializado The Wall Street Journal, y al cual tuvieron acceso también funcionarios de Univisión (donde Televisa es accionista) acusan al vicepresidente ejecutivo de la empresa, Alfonso de Angoitia, y a Salvi Rafael Folch Viadero, jefe de finanzas de la compañía, de ser los artífices de un mecanismo para lavar alrededor de 14 mil millones de pesos (mil millones de dólares) provenientes de la publicidad encubierta a favor de al menos media docena de gobernadores y del gobierno federal”.
II.- El presunto libelo
Para El Universal y Milenio, y especialmente en opinión del periodista más conocido de Televisa, Joaquín López-Dóriga, se trata de un libelo, es decir, según los diccionarios, “un escrito en el que se denigra o infama a alguien o algo”.
III.- ¿Por qué si es un libelo tantos medios lo comentan?
La nota está en todas partes porque, la verdad sea dicha, independientemente de si es verdad o no lo afirmado en el texto anónimo, a nadie sorprendería que se probara que Televisa ha manejado mil millones de dólares en efectivo provenientes de gobiernos y partidos políticos mexicanos.
IV.- El calumnioso retrato hablado de López-Dóriga
El todavía conductor del noticiero estelar de Televisa hizo un retrato hablado, que sin mayores pruebas por lo pronto es una calumnia, de la persona que filtró el documento anónimo:
“El anónimo incluye datos personales de Alfonso (De Angoitia, vicepresidente ejecutivo de Televisa), datos que dan una línea para descubrir al patrocinador o patrocinadora y a los operadores de esta ofensiva que tienen como común denominador el rencor a esta casa y sus antecedentes en la misma”.
Es clarísimo que López-Dóriga, sin mencionarla, acusa a la señora María Asunción Aramburuzabala, la respetada empresaria que exibió al periodista de Televisa como un extorsionador.
Como la denuncia en su contra de parte de Aramburuzabala aceleró el proceso de la salida de López-Dóriga del informativo más importante de Televisa –desde hace meses Denise Maerker ensaya para reemplazarlo–, seguramente el también columnista de Milenio piensa que podría permanecer en su posición desprestigiando a la inversionista que lo noqueó.
V.- Lo que López-Dóriga no entiende
√ No entiende Joaquín que se ve mucho muy mal, como un cobarde, al tirar la piedra y esconder la mano.
√ No entiende López-Dóriga que si la empresaria lo denunció no fue porque él le caiga mal ni por nada que este comentarista haya dicho de ella, como figura pública, en Televisa, Radio Fórmula o Milenio; Aramburuzabala lo denunció no por sus expresiones, sino por el hecho lamentabilísimo de que Joaquín la extorsionó.
√ No entiende el Teacher que, independientemente de quien haya filtrado el documento anónimo, la verdad de las cosas es que sobra gente que no lo considera un libelo, sino la mera verdad.