En una revista política semanal de “izquierda” –página de internet de Proceso– atienden con singular interés al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, a quien no lo bajan de corrupto. Lo interesante de ello, se basan en hechos de hace más de 6 años. ¿Mensaje de sus detractores de partido o de AMLO?
Para nadie es desconocido que este personaje, al igual que AMLO, se han adelantado y están a la casa de la Presidencia de la República. Sin pena alguna promocionan su figura personal con los recursos públicos para difundir su propuesta –personal- política en las pantallas de televisión. Hay una sobre exposición de sus imágenes, actitud que ha sancionado el Trife (Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal) con la pérdida del registro.
Ricardo Anaya no pierde oportunidad para “brillar con luz propia”, no desperdicia momento alguno. El más reciente, en las redes sociales, para pasar unos momentos en la pantalla chica, la supuesta rabieta y reclamo al Presidente de la República, por la venida de Donald Trump la semana pasada. La oportunidad del defensor de la patria no podía esperar y así apareció. Lo mismo hizo la señora Zavala, treparse a la inconformidad.
En esa misma revista política de “izquierda” –Proceso– califican a Anaya de traidor a Gustavo Madero, quien, dicen, lo encumbró y después lo traicionó. La soberbia y ambición de este político queretano no tienen límites.
Por eso extraña sobre manera el hecho de “revivir a los muertos” con eso de los mil millones que usó Anaya y no justificó en el último año del sexenio de Francisco Garrido Patrón, siendo entonces gobernador de Querétaro. Si bien es cierto que fue “dueño temporal” de esos dineros don Ricardo, lo cierto que en las cuentas públicas la Entidad Superior de Fiscalización del Estado nunca se observó mal uso de esa enorme cantidad.
En el contenido del “reportaje” también aluden a la traición de que fue objeto su mentor, su creado e impulsor político Francisco Garrido, a la sazón gobernador de Querétaro, sin mayores datos que el simple infundio y especulación. Ahondan al señalar que a la sombra de su “padrino político” se enriqueció. Lo cual fue cierto, aunque tampoco se le acusó de nada. Habría que recordar que Anaya, siendo secretario particular del gobernador, manejaba un presupuesto superior al de su jefe, de ello sí quedó prueba en los periódicos oficiales “La Sombra de Arteaga”.
La contraparte de Ricardo Anaya, doña Margara Zavala de Calderón, es otra que hace lo posible por bajar del caballo a su contrincante y no ha dejado de criticar a Anaya sobre la corrupción y presencia excesiva en los medios electrónicos abusando del tiempo oficial que le corresponde al PAN y no a Ricardo. Ella quiere regresar al poder presidencial, sabe de las veleidades. Sin embargo en esa misma revista la “golpean” en la última edición con una nota denominada “trucos y ocultamiento de los Calderón”, refiriéndose al enriquecimiento de cuando estuvieron en la Presidencia de la República.
Totalmente fuera de los tiempos oficiales que establece el Código Nacional de Procedimientos Electorales, lo cierto que, hace rato empezó la carrera hacia la Presidencia de la República. Morena ya tiene su candidato o mejor dicho Amlo ya tiene su partido; en el PAN se desgarran por ella; y en el PRI la guerra intestina es “sorda”. El resto de los partidos seguirán siendo comparsa. Entretanto, Anaya y Zavala contunuarán siendo los costales de entrenamiento, por eso los “golpes” mediáticos.
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