Era esperado el cambio de dirigencia estatal en el PRI. Secreto a voces. Tonatiuh Salinas, demostró ser un buen académico y servidor público, pero mal político. No es lo mismo la docencia o administrar que hacer política; para esto se requiere talento y sensibilidad.
Mauricio Ortiz Proal, hijo de tigre pintito. Lleva la política en la sangre y la pone en práctica. Ha hecho un buen trabajo. Desde temprana edad tuvo la oportunidad de aprender al lado de políticos con experiencia, se relacionó con personajes del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, lo que le permitió ser coordinador de campaña a nivel nacional.
Pronto arribó a la Cámara Federal, si bien no lució de entre los 500 legisladores, la experiencia le permitió “codearse” con personajes que navegan en aguas profundas de la política, de manera tal que las ha cruzado a pesar de las tormentas.
Poco tiempo después se hizo cargo del Comité Municipal del PRI en la capital de nuestro Estado, arribó en tiempos complejos cuando era oposición en la mayoría de los cargos político-electorales; llega incluso como oposición en la administración municipal, regidor plurinominal, posición que le fue cuestionada en su momento. Al final hizo buen papel dentro de su función, hasta amigos se ganó de oposición.
Le tocó coordinar la campaña del actual presidente municipal siendo dirigente del Comité Municipal. Desde la interna hasta la constitucional las cuentas fueron aceptables a grado tal que se recuperó el municipio después de 15 años de gobiernos panistas. Esta actuación lo catapultó a la Secretaría de Gobierno de la capital del Estado. No es pues un improvisado de la política.
En su toma de protesta mostró tablas políticas, convocó a la unidad con hechos al referirse de su amigo Jesús Rodríguez Hernández, de quien indebidamente se desligó el presidente saliente. Logró concitar a la clase política de todos los tiempos; los asistentes mostraron algarabía y alegría por el cambio. Seguramente tendrá que hacer ajustes necesarios para afinar, ahora sí, la maquinaria que enfrentará el verdadero proceso electoral.
El retiro de Tanotiuh Salinas no pudo ser más oportuno, gracias a la intervención de la Delegada Alejandra del Moral; no se podía concebir que en pleno proceso el exdirigente abandonara su responsabilidad para ir a estados Unidos a dar pláticas; mostró ser buen docente pero no buen político.
Mauricio no hará designación de candidatos, estatutariamente está impedido. Seguramente será un buen coordinador para que todo transite en orden, se fortalezca la unidad y aquellos que no resulten con cargo en las contiendas internas, sumarlos a los trabajos de campañas.
Esta delicada y trascendente responsabilidad está en manos de los dirigentes de los 10 partidos políticos; lo sabe José Báez –busca su reelección en el PAN-, quien también tiene experiencia electoral como Adolfo Camacho –PRD-; el resto es simple acompañamiento en el gran concierto.
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