El dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera, presentó su renuncia ante la Comisión Política Permanente, no sin antes dar su informe de lo sucedido en el proceso electoral. Lo importante fue su mensaje, en el dejó en claro que el PRI debe cambiar, con el llamado de atención a la militancia; también criticó la oposición y a la iglesia.
Manlio Fabio habló más como hombre de estado y no como dirigente de partido, dejando en claro que el proyecto de los partidos políticos debe ser México y no el simple poder por el poder. Mencionó que resulta inconcebible que la izquierda empodere a la derecha sin un programa de gobierno.
Dijo que lo sucedido fue solo un tropieza electoral, no derrota política. No hay propuestas de gobierno en aquellos que obtuvieron triunfos electorales. Refirió que peligrosamente se manifestaron los extremos, el extravío de corrientes políticas, se radicalizaron, salió a flote la ultraderecha conservadora, afloraron conductas y discursos homofóbicos, atentando en contra de la libertad de elegir la forma de vida, en contra de las mujeres, discursos misóginos, actitudes francamente fascistas.
Algunos encabezando resistencias para impedir el progreso de las reformas estructurales; unos buscan regresar privilegios y cuyos interese se identifican entre ellos, otros buscan volver al antiguo modelo de educación, a regresarles privilegios, revertir el modelo energético. O claudicamos en el proyecto de nación o dejamos que avance el populismo fracasado en otros países ¿Les regresamos los privilegios económicos y monopólicos a unos cuantos? Lo que está en juego no es la numeralia electoral, es el proyecto de nación para el siglo XXI, al que aspiramos. No nos confundamos.
De este proceso electoral el PRI debe salir a defender un proyecto de nación que de viabilidad a las nuevas generaciones. Las reformas han recibido reconocimientos internacionales; la derecha gobernó durante 12 años y nada cambió, fue un tiempo de vacíos.
La corriente política, dijo, nos ubica en el centro progresista y no en los extremos que se radicalizan. El PRI debe seguir impulsando este proyecto para que la gente mejore en sus trabajos, en sus salarios, en seguridad. Los resultados no debe ser conclusión simplista, fue multifactorial. El mensaje de electores va a apolíticos que incurrieron en excesos, irresponsables; los partidos recibieron sanción, el elector que premia o castiga con su voto.
Parafraseó a Luis Donaldo Colosio: Lo que los gobiernos hacen sus partidos lo resienten.
Queda claro que el PRI debe cambiar, una transformación a fondo, conectarse más con la ciudadanía, con sus causas y rechazar políticas públicas con las que no coincide el pueblo; que no incurra el PRI en alianza oportunistas, al la pérdida ideológica; hay que aliarse sin perder el rumbo.
Asentó que todos los partidos deben reflexionar y resolver la disyuntiva. Toda dificultad trae una oportunidad, cada problema tiene una solución y todos dejan una experiencia. Siguió diciendo que el PRI debe tener una relación fluida con sus gobiernos. El partido en el gobierno debe apoyar y este comunicarse y comprometerse más con el partido. Que haya correspondencia y retroalimentación. Respetar el ámbito de competencias. Que se refuerce la rendición de cuentas de los servidores públicos, atender las demandas, castigar la corrupción y a la impunidad.
Debe haber facultades estatutarias para actuar con determinación, corregir errores y premiar aciertos, sancionar conductas irresponsables aplausos. Debe haber una posición común en los temas que reclama la sociedad. Resguardar al partido ante temas sensibles y discutirlos hacia el interior. El PRI debe ser más funcional, recuperar la acción política, nuevos cuadros, mejor articulado, más abierto, recuperar la capacitación política, discutir el entrelazamiento entre todos con la ciudadanía en general.
Dijo tener valores y valor. El de la responsabilidad y congruencia para obtener la confianza; lograr la unidad, siempre ha sido factor de unidad y no de división. Fortalecimiento de la vida democrática de México; apoya la visión y audacia del Presidente de la República, quien impulsó reformas que tenía lustros esperando la modernidad. Mi respeto y afecto al Presidente de México.
Argumentó que su vocación es la política y seguirá en ella. Toca hoy hacer una pausa necesaria para continuar después con ella y encarar las nuevas circunstancias que México impone. La decisión del electorado es sabia, no entregarles todo el poder a los políticos por medio del voto. Hay que darle un nuevo orden, generar un nuevo sistema político con mayorías estables, garantizar gobernabilidad con estabilidad. Esa es la verdadera democracia y no el cambio de un partido por otro.
Hay quien dice que son los partidos políticos los que ganan y no los ciudadanos. Eso es falso, ganan los ciudadanos. Gobiernos con resultados positivos para la sociedad y la nación, gobiernos compartidos y no gobiernos divididos. Coaliciones gobernantes no solo electorales.
Es la hora de modernizar a los partidos políticos. Gobernar para todos, no solo ganar una elección. Debe saldarse la deuda social que se debe a los mexicanos y no solo se trata de cambiar unos por otros, no es propuesta voluntariosa, lograrse con la voluntad política de todos. Estas y otras ideas más se deben discutir en la próxima asamblea del PRI, es el proyecto de país que queremos, proponemos y debemos defender, sin extremos. La política y la vida imponen retos, actuar con responsabilidad y asumir con lealtad las consecuencias.
Dijo tener un compromiso de servicio y en congruencia de ese servicio y disciplina, presenta su renuncia. Que una nueva dirección encabece las transformaciones que el PRI requiere y le urge. Para finalizar comentó que deja constancia de su profunda gratitud con toda la militancia y simpatizantes de su partido, el de mayor número de votos recibidos.
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