Es un hecho que la campaña siguiente para cualquier cargo de elección popular comienza un día después de la elección constitucional, en este caso, 7 de junio; y que, dependiendo del resultado, tirios y troyanos comienzan a moverse para obtener la siguiente candidatura de su respectivo partido. Y para eso se valen de todo.
El panismo sanjuanense se alzó con el triunfo en el pasado proceso electoral y, de acuerdo al dicho y presunción de varios de sus miembros, pretenden quedarse al menos nueve años en el poder. Y ya están desplegando la primera parte de su estrategia, en lo que son maestros: en panfleteo.
Con la finalidad de empezar a provocar fisuras en el Revolucionario Institucional, y con la connivencia de algunos priistas resentidos, conocidos actores políticos, discípulos del ave azul, inundaron este día el centro y la zona oriente de San Juan del Río con panfletos en los cuales, básicamente, acusan al alcalde Fabián Pineda de confabulación y traición hacia su partido, pretendiendo hacerlo responsable de la derrota electoral. ¡Vaya estupidez!
Aparte de que los ciudadanos están hartos de la basura que se crea con estos panfletos y que ya daban gracias por el término de la campaña electoral, dichos volantes pretenden distorsionar una realidad que todos ven: el PAN arrasó (haiga sido como haiga sido) en todo el estado; no es un mal (o resultado) exclusivo de San Juan del Río.
En política es bien sabido que ni buenos gobiernos ganan, ni los malos pierden siempre; y que la elección se gana el día de la elección. Y para ello, se conjugan muchos factores… Si puede hacer la mejor campaña y perder el Día D.
El referido panfleto sostiene que la administración municipal encabezada por el presidente Fabián Pineda Morales es la peor que ha tenido San Juan del Río, y su sostén es un argumento pueril: que le va a entregar el poder al PAN. Otra vez, ¡vaya estupidez! En democracia, el poder lo entrega el pueblo (así sea a cambio de dinero u otras prebendas).
Y se arguye ahí mismo que, Gustavo Nieto, pese a su alcoholismo y mala administración, le entregó al PRI, y por ello se salva de la hoguera. Entonces, siguiendo dicha lógica pueril, yo me pregunto: ¿si el 7 de junio el PRI hubiera ganado, la administración de Pineda, en un solo día, para los panfleteros se habría convertido en la mejor o al menos en buena?, ¿si esto sólo hubiera pasado en San Juan del Río, convertiría a Fabián en héroe y Mesías del alicaído priísmo a nivel estatal y después en candidateable a la gubernatura?, ¿o se diría que el triunfo fue sólo gracias a Gerardo, en quien recaerían los calificativos anteriormente expuestos?
Los albiazules saben que el PRI en este momento sólo tiene dos candidatos naturales para dentro de tres años: Gerardo Sánchez y Fabián Pineda. Los dos, grandes contrincantes. Y quieren empezar el desgaste desde dentro.
El PAN tiene a un candidato natural: Roberto Cabrera. A éste tampoco se le pretende dejar llegar.
Se le quiere endilgar a Pineda el calificativo del peor presidente para desetiquetar a quien sí lo es y allanarle el camino para su regreso: Jorge Rivadeneyra Díaz, quien primero será secretario en el gabinete de Francisco Domínguez y de ahí se catapultará para ser candidato a la presidencia municipal de San Juan del Río. He ahí el peor presidente que ha tenido el municipio.
He ahí el trasfondo del panfleto. He ahí el meollo de los centavos que algunos están recibiendo.
Divide y vencerás, dice el dicho. Pero a los sanjuanenses, ¿les gustaría el regreso del innombrable?
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