Por fin, este día –ayer- concluyeron los diferendos entre el Sindicato del STEUAQ y la UAQ, sobre el conflicto que llevó a 18 días de huelga a nuestra máxima casa de estudios. Las partes firmaron el acuerdo que pone fin al conflicto como lo habíamos comentado en esta Columna.
Las condiciones estaban dadas para el acuerdo. El “suigéneris” laudo abrió las puertas para la solución definitiva. Levantó la huelga. Y no era posible que la UAQ fuese a cumplir el 100% de las prestaciones demandadas por el Sindicato, lo que representaba casi 900 millones de pesos. Eso pudo ser una broma de mal gusto, pero sirvió para acercar a las partes y encontrar los puntos de coincidencia.
No se ha dado a conocer el fondo del acuerdo definitorio del conflicto, sin embargo, lo importante es que se haya dado el acuerdo que puso fin al problema laboral -y político-, que permite regresar a la UAQ a la normalidad.
En la fotografía que se difundió del boletín, aparece el gobernador, el rector y los tres Secretarios: del Trabajo, de Educación y de Gobierno; por supuesto la líder del Sindicato Laura Leyva ¡Y todos sonriendo!
¿Hasta dónde llegó la responsabilidad de la UAQ para el cumplimiento del contrato? Nado se dijo ¿Hasta dónde cedió el Sindicato en sus pretensiones? Tampoco se informó. El fondo del asunto quedó resuelto, eso fue lo importante.
Terminó la incertidumbre que significaba el laudo, por medio del cual se sentenciaba a la UAQ al pago del 100% de las pretensiones, por lo cual la Institución académica anunció la interposición del juicio de amparo para suspender el abusivo laudo. Y no le faltaba razón.
Sin embargo pudimos suponer que el compas de apertura, ya sin huelga, se abrió por medio del “suigéneris” laudo por medio del cual se condenó a la UAQ como parte imputable de responsabilidad; derivado de la ley se abrió el espacio temporal de 15 días naturales para acordar el cumplimiento de la resolución, dejando en libertad a las partes de convenir, y así lo hicieron. No hubo necesidad de esperar a los 15 días.
Otro asunto que apremiaba, era la comparecencia del gobernador al seno universitario el próximo 7 de abril en la sesión extraordinaria de Consejo Universitario. Había que llegar a la sesión con el problema resuelto y así lo hicieron.
Si bien no se puede aplaudir la solución definitiva del conflicto laboral –que amenazó en un problema político radical- dado el tiempo que tardaron en resolverlo, sí es plausible que después de varios meses la solución haya llegado. Bueno hasta se cuestionaba la preferencia política de Laura Leyva, lo que no debió ser factor a considerar. Pero los extremistas así lo hicieron ver por medio de fotografías, lo que de suyo pareció perverso. Esos buscaron enrarecer el ambiente, esos deben ser vigilados de cerca, dado que muchos de ellos forman parte de alguno de los grupos en el poder, sea de la UAQ, sea del mismo gobierno.
En horabuena por el finiquito del conflicto laboral que dejará huella para la historia de una de las huelgas más prolongadas de la UAQ. Dejarán huella indeleble las fallas en que incurrieron las partes y autoridades mediadoras que no pudieron dar solución a un conflicto anunciado dentro del plazo de negociaciones ¡Fin del conflicto!
Ahora sí, el gobernador podrá asistir a la sesión extraordinaria del Consejo Universitario el próximo 7 de abril, sin presiones para buscar solución económica de casi 1000 millones de pesos que, decían costaba el cumplimiento de las obligaciones para con el Sindicato., derivadas del laudo laboral. Seguramente esa sesión será tersa y amigable. Se quedaron con las ganas los radicales.
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