En Huimilpan reina la incertidumbre debido a la infinidad de problemas en que metieron políticos y partidos a la población de ese municipio, lo que se ha agudizado durante las campañas, que iniciaran el 17 de noviembre pasado.
El IEEQ simple y llanamente estableció el nuevo cronograma al que se están ajustando los partidos políticos, dado que la Ley Electoral regula por medio de las normas derechos y obligaciones de partidos políticos y candidatos. El INE por su parte, debido a la nuevo normatividad se ha adueñado de la selección de los miembros de las mesas directivas de casilla, capacitación y domicilios en los que se ubicarán las casillas. Hasta aquí las cosas parecieran normales.
Sin embargo para la integración de las candidaturas volvieron a sufrir los partidos políticos como si no hubieran aprendido la lección por aquello de la equidad de género. El PAN volvió participar con sus “dos candidatos a la Presidencia municipal”, los hermanos Heinze; aunque ahora se hacen acompañar de la rémora del PRD, a quienes desde México obligaron para ir en alianza en candidatura común. Primera experiencia en nuestro estado, izquierda y derecha intentando quedarse con el poder en un municipio al que le apuestan como un emporio financiero.
Por lo que ve al PRI y sus aliados, habían despreciado a la militancia de estos tres partidos para ir con Juan Guzmán Cabrera, el ganador de la pasado elección ordinaria. La regla de equidad de género les cayó como balde de agua fría y tuvieron que dejar fuera a Juan Guzmán de esta alianza, y por supuesto no volvieron a pensar en Cristina Vega, la anterior candidata, venida del municipio de Colón. De tal suerte, que de última hora, tuvieron que decidir por una huimilpense de familia rancia, Celia Durán, profesora bien conocida en ese municipio.
José Mier Barbosa, a quien ya se promovía como candidato del Partido Verde, se quedó al margen debido a la alianza que el PVEM formó con PRI y PANAL; abogado queretano radicado en ese municipio desde el sexenio de Rafael Camacho Guzmán. Otro elemento más de incertidumbre.
De tal suerte que los grupos priístas de Huimilpan ahora pareciera que su lucha es contra la invasión de militantes de ese partido de otros municipios, lo que ha incomodad en forma extrema a los priístas huimilpenses.
Y cuando Juan Guzmán iniciaba su campaña, ahora abanderado por el PES, decide renunciar por las amenazas de que era objeto él y su familia. Hoy día tiene que atender la denuncia penal entresacada por artilugios de abogados panistas, según dos testigos que aseguran no haber sido cierto los hechos delincuenciales que le imputaron el día de la jornada electoral del 7 de junio pasado; dijeron estas dos mujeres que sólo les dieron a firmar un documento y que no estaban dispuestas a ratificar ante la PGR el contenido de las actas notariales porque se asentaron en ellas hechos falsos.
De tal manera que después de haber ganado la elección constitucional, ahora Juan Guzmán se enfrenta a un litigio judicial y no político. Asegura que sus abogados lo liberarán de toda responsabilidad y probablemente enderece juicio en contra de aquellos que le imputaron hechos falsos haciéndole perder el triunfo de la elección, y hoy debe defenderse de lo que él considera, una injusticia.
Nada que decir, según los huimilpenses, de Edgar Cabrera, quien vino a sustituir a Juan Guzmán como candidato del PES. Lo mismo acontece con Guadalupe Vázquez Miranda, candidata de MORENA, y ya no digamos a las fórmulas que conformaron estos dos partidos políticos de última hora.
Me han vuelto a comentar los afectados, entiéndase los huimilpenses, que reina la incertidumbre en las campañas políticas, que es una incógnita el saber quién podrían obtener el triunfo el próximo 6 de diciembre, y las campañas más que grises, negras, que concluirán el próximo 2 de diciembre. Y si vamos con el análisis de los promocionales de los partidos políticos, verdaderamente encierran la nada, sin mensaje político que convenza, disuada o al menos alegre el proceso de campaña. Todo es, me dicen, una verdadera incertidumbre.
Y a todo esto volvemos a comentar el vacío y extravío de poder que existe en el Concejo Municipal de esa demarcación, ante la ausencia de la estructura moral que conduzca los destinos de Gobierno en ese municipio. Concejeros salidos de la nada y ante la nulidad de la elección, sin un presidente municipal que conduzca la gobernabilidad en ese espacio territorial de nuestro estado. En conclusión, reina la incertidumbre en los huimilpenses al no tener idea de quién los gobernará próximamente y ante la apatía generada por los partidos políticos.
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