Si usted pensaba que las obras mal planeadas y ejecutadas eran testimonio de la inestabilidad mental de nuestro “sui géneris” presidente municipal capitalino, déjeme contarle que su locura y soberbia han llegado hasta las oficinas de la colonia Del Valle, en la Ciudad de México, donde intenta chantajear a su partido bajo el estólido argumento de que si él no aparece en las boletas, Acción Nacional pierde todo en Querétaro, pues con encuestas en mano, alega ser el más conocido panista en el estado, incluso más que el mismo gobernador. ¿Y cómo no va serlo? ¡Claro que es el más conocido! ¿Acaso hay un lugar en Querétaro donde no haya sembrado la semilla de su corrupción ladina? ¡Seguro que no! Llenó todos los confines del estado con los volantes que eran “basura” y que su amigo Carlos Silva resguardaba y organizaba en su oficina para llevarla al relleno sanitario.
Pero ahí no para la cosa. Usted quizá habrá notado que últimamente se han hecho más visibles Manuel Lorenzo Velázquez Pegueros y Carlos Silva Reséndiz, secretarios de Gobierno y Gestión Delegacional, ambos “muy amigos” del ya cuasi irrisorio edil; por ello Marcos exige, como parte de la negociación de su valioso capital político, que les den a estos inmediatamente sendas candidaturas a diputados locales. Obviamente no pide nada más para sus cuates, él quiere ir en la lista de la segunda circunscripción; eso sí, antes de la posición siete, si no “no se arma”.
Sin embargo, lo único que le queda a Marcos Aguilar y que pudiera tener entre sus manos es intentar, a través de la presión para su partido en lo local y la complicidad de los Rojas encabezados por la síndica municipal Sonia Rojas Loreto, prima de Beatriz Marmolejo e hija del delegado de Carrillo Puerto, Benjamín Rojas Fonseca, y cuñada del presidente estatal del PAN, José Luis Báez, es la reelección, obviamente comprometiéndose el Tlatoani del Cimatario a mantener a esta familia que le cuesta más de medio millón de pesos a los contribuyentes queretanos.
A petición de parte
Resulta que Marisela García Frías, de la Dirección Administrativa del DIF estatal, usa el cargo para amedrentar a quien no le da la razón, pues dice que los asuntos, por su influencia, pueden llegar a oídos del mismísimo gobernador. Le ahorramos antesala, ya llegó a sus ojos.
Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.
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