Por primera vez —de manera real— el partido Morena, en la figura de sus diputados locales, tiene en sus manos el destino de Querétaro. Morena decide si empeña el presente y futuro de las nuevas generaciones o detiene los abusos del poder. Por increíble que parezca, son mayoría calificada en la Legislatura, y esa mayoría calificada es la que debe decir no al proyecto El Batán.

Los legisladores del PAN, PRI, MC y PVEM son una mayoría simple, de ellos nada se espera, ya se sabe su voto; pero requieren de los votos de Morena y su aliada del PT para lograr la aprobación calificada que por ley necesita el proyecto de El Batán. Por eso digo que por primera vez en el Congreso del Estado Morena decide, y será una decisión que marcará no solo a los legisladores guindas, sino a todo el partido Morena.

El agua es un elemento natural que pertenece a todos; el acceso al vital líquido es un derecho humano del cual no se puede adueñar una pandilla de voraces; Morena tiene que demostrar su verdadero compromiso social o descubrirse —los morenos— como unos vulgares ambiciosos. Llegó el momento de ver de qué están hechos.

NO, debe ser la consigna no solo de los legisladores de Morena y del PT; NO, debe ser la consigna de todo Morena: de su dirigencia estatal, regidores, diputados federales, funcionarios federales, de todo Morena; un NO que deben de llevar como voto los diputados locales, solo así podrán demostrar que son consecuentes que hacen lo que dicen; NO, como acción de su integridad moral y ética. Si tienen, que la demuestren, que se muestren no solo como diputados, sino como seres humanos.

Los diputados NO pueden vender y empeñar el futuro de las nuevas y actuales generaciones por ambiciones personales, ya sean económicas o políticas; NO pueden dejar el agua en manos de unos cuantos personajes. Eso es dejar en manos de esos cuantos el destino, la vida de miles, de cientos de miles de queretanos.

Un NO que deje en claro que los diputados de Morena no están vendidos al gobernador Mauricio Kuri; es el momento de demostrarlo, no solo en declaraciones y estridencia mediática.

No hay argumento que valga para que los legisladores guindas voten a favor la iniciativa del proyecto de El Batán: no caben ni las declaraciones demagógicas de que van a estudiar el proyecto, que van a consultar a especialistas; ni ruedas de prensa ni posicionamientos mediáticos, ni rasgarse las vestiduras con el argumento de que “voy a votar lo que mejor le convenga a Querétaro”, ni victimizarse con la falacia de “soy responsable de mis acciones, nadie me manda”, o argumentando “campañas sucias” contra ellos, ni derechos de réplica ante las críticas. Nada de eso es argumento, solo tienen un argumento válido: NO es el voto, por la negativa, no en la papeleta, porque seguramente será votación secreta, y para eso están los morenos, para hacer público su voto: mostrando la papeleta.

De otra manera, si algunos diputados de Morena dan la mayoría calificada para que se apruebe la propuesta, todo Morena pagará esa vendimia, no solo en las urnas, sino por el reclamo que tendrán de generaciones de queretanos.

De votar a favor, en las calles les reclamarán sus falsas acciones, su cinismo e irresponsabilidad, aunque no conozcan la vergüenza. Como dijo su Mesías —AMLO—, la historia los juzgará, aunque los queretanos ya los están juzgando.

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