La semana pasada, en este espacio destacamos a las mujeres panistas del gobernador electo Mauricio Kuri; entre ellas, escribimos que, después de que Kuri diera a conocer que en Comunicación Social va Ginette Amieva, le tocaba el turno a Guadalupe Murguía.

La aún senadora, Lupita como se le conoce, ya fue nombrada secretaria de Gobierno por el gobernador electo.

No es ninguna improvisada, aquí les presentamos quién es Guadalupe Murguía, un perfil de la mujer y la política, que pasó de ser apartidista a militar y defender los postulados del PAN.

Políticamente es del grupo de mujeres panistas leales a Mauricio Kuri, activa en la promoción de la candidatura de su compañero de escaño, la convirtió en gente de toda la confianza del ahora gobernador electo.

Guadalupe Murguía Gutiérrez, es una mujer animosa pero realista, que ha enfrentado circunstancias con el viento a favor y en contra; se asume queretana, es abogada de profesión y entró a la política de manera circunstancial en el gobierno del priista Enrique Burgos García; y esas circunstancias la llevaron a militar en el PAN y a ser dos veces aspirante en las internas del blanquiazul para la alcaldía de Querétaro. Las perdió pero no se perdió, siguió vigente, lo que la lleva a ser senadora de la República.

En sus más de 35 años de estancia en Querétaro, por lo menos 25 ha estado dentro de la política: fue secretaria en los dos sexenios en que gobernó Acción Nacional la entidad: de Gobierno con el primer gobernador panista, Ignacio Loyola Vera, y repitió, pero en Educación, con Francisco Garrido Patrón. Ha sido diputada federal y regidora.

Fue funcionaria federal en el sexenio de Vicente Fox, vivió de cerca la crisis de los machetes en San Salvador Atenco, y asegura que el entonces gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quería ahí el aeropuerto, por eso uso mano dura, pero el costo político, social y económico lo pagó el gobierno federal. Así es la vida.

Es de piel dura, pero mano tersa; conciliadora, aplica la política del ganar-ganar, señala que aún hay misoginia en los partidos, en la política, por eso hay que tener la cabeza fría y dejar de lado la víscera, a pesar de que la política le ha costado mucho en lo personal, en lo familiar.

Mujer fuerte y firme, de convicciones y lealtades; defiende con argumentos sus posicionamientos con los que ha ido construyendo unidad del PAN, construyendo los consensos con los diferentes grupos de la sociedad civil, con los integrantes de todos los partidos políticos.

Es una panista con más de 20 años de militancia, una política de resultados, que ve el lado positivo de las derrotas del PAN, primero en la gubernatura en 2009, y 2012 en las elecciones, la presidencia municipal. Siempre tuvo la convicción de que en las dos, el blanquiazul hubiera ganado si hubieran mantenido la unidad, esa unidad que dice ahora se ha ido construyendo.

Guadalupe Murguía sabe mucho, aunque hubo un momento en que su vida cruzó la línea roja que casi la lleva de bajada a la miseria política; pero se levantó y se engulló a todos los que no creían en ella; y sin que casi nadie se diera cuenta, reapareció en el paisaje político estatal.

Ha cambiado el oropel del funcionario público y los tacones de mujer elegante, que lo es, por gastar suela, saliva y sudor en la construcción del triunfo de Mauricio Kuri.

Ahora deberá demostrar toda esa experiencia política, profesional, nuevamente desde la Secretaría de Gobierno estatal. Son otros tiempos, pero el triunfo holgado de su partido le da un bono democrático que no deberá desperdiciarlo.

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