Hace unos días Gustavo Madero, presidente del PAN, en plena sesión extraordinaria del Consejo Nacional panista, aseguró que hay medios perversos; dijo también que existe una guerra de narrativas y tratan de decir engaños, bombardeos mediáticos y publicitarios en contra de panistas connotados.
No comparto esta endeble opinión del dirigente nacional del PAN, los hechos contradicen su dicho. Dista mucho la forma de ser de los panistas de antaño y los de hoy en día. Cambió la mística de honestidad del servicio público por la cultura del “enriquecimiento inexplicable” y liviandades de muchos de aquellos que ascienden a los cargos públicos.
Madero aseguró que: "Yo no niego que, como en toda comunidad humana, en la nuestra lleguemos a presentar actos de corrupción y comportamientos individuales licenciosos, pero los panistas siempre hemos luchado y lo seguiremos haciendo por combatirlos y por demostrar que el PAN es una realidad distinta, soportada en el trabajo perseverante de miles de hombres y mujeres en todo el territorio nacional”. Primero reconoce la existencia de actos que son difundidos por los medios y luego pretende justificar a los corruptos. Así imposible defender su criterio.
De ahí que los medios de comunicación solo hagan su trabajo al difundir la información generada por los mismo panistas. Esto no es perverso, es noticia a secas. Insistió en lo que él mismo denominó “una guerra de narrativas” en la que se han puesto en entredicho las acciones de algunos de sus dirigentes connotados, como el coordinador del grupo parlamentario en el Senado, Jorge Luis Preciado –según él rompió con el gobierno– o el diputado y ex coordinador en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal. Y hoy aprobaron todos los nombramientos propuestos por el Ejecutivo Federal. Bueno.
Según Madero hay algunos medios “tratan de decir engaños, con pedazos de verdad, construir una historia perversa: que el PAN es tercera fuerza electoral, que el PAN es un partido dividido, que 12 años de gobierno fueron una acto fallido en la historia de nuestro país y que no hubo logros; que el partido es un partido inundado en la corrupción, que hay una desbandada de militantes, que no tenemos rumbo, que hemos estado a punto de perder el registro, que somos un partido mocho, fascista, conservador”. Vaya que el mismo Madero describió bien lo que sucede en su partido, por lo tanto en lugar de quejarse debe implementar acciones urgentes para sanar de fondo y erradicar la corrupción
Colofón de Gustavo Madero: “vivimos en el país de los engaños y las simulaciones, vivimos un momento de bombardeos mediáticos y publicitarios, y es nuestra obligación generar consciencia, abrir los ojos de todos los ciudadanos”. No puede generalizar mucho menos probar la existencia de historias perversas en contra de panistas connotados. Lo cierto que de no cambiar los medios seguirán informando de los escándalos panistas; y seguramente volverán a la tercera fuerza electoral en las elecciones del 2015.
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