El pasado fin de semana en sesión de Consejo Político Estatal, los panistas -según trascendió- determinaron cuál será el método estatutario para elegir a Francisco Domínguez Servín, como candidato de ese partido al gobierno del Estado. decidieron el método del “dedazo”, lo anticipamos.
Y es que el método de la “designación” o “dedazo”, es el más generoso para evitar divisiones entre la militancia, es el mecanismo probado por otros partidos políticos el cual curiosamente no aceptaba el PAN porque era considerado como antidemocrático. Es mejor poner de acuerdo a los pocos interesados en un mismo cargo de elección popular, que dejar esa decisión en manos de la militancia, quienes han probado que, al no quedar electo el amigo deciden obsequiar el sufragio a otra opción como manifestación de rechazo.
Y en el caso particular todo parece indicar que el único candidato a participar en la próxima contienda electoral será el Senador Francisco Domínguez, quien además hace campaña desde hace varios años, es quien tiene ya su estructura electoral y se ha “paseado” por todo el territorio del Estado para darse a conocer, independientemente de su campaña para el senado de la república.
El contrincante que tenía enfrente, Ricardo Anaya Cortés, se quedó con la dirigencia nacional y está más ocupado en la repartición de 300 candidaturas a diputados federales y 200 diputaciones plurinominales, además de aquellas en que habrá elecciones en los Estados para gobernadores, presidencias municipales y diputaciones locales, por supuesto sin pasar por alto las Delegaciones del Distrito Federal.
Por exclusión no queda candidato o candidata alguna que le haga frente a Francisco Domínguez, este se va solo, ni siquiera carrera parejera habrá en el PAN. De ahí que los panistas allanaron el camino y el designado sea desde ahora el mismo senador, solo habrá que esperar los tiempos procesales ¿Qué no tendrán campaña interna para promocionarse? No la necesita, él ya se promociona hace mucho, seguramente seguirá “paseándose” al interior del Estado para “placearse” como único precandidato.
El problema está en el otro partido político que tiene posibilidades de triunfo, el Revolucionario Institucional, en donde hay varios interesado en la candidatura al gobierno del Estado y todo indica que ahí sí hay una “carrera parejera”, aunque otros levanten la mano no tienen la menor posibilidad ni de ganar la interna mucho menos la constitucional.
Todos saben bien quienes son los dos finalistas, aunque algunos les cueste trabajo pensar que hay dos y no solo uno, como ellos quisieran; en la dirigencia nacional nada está decidido, excepción que en la mira hay dos de ellos, amigos, muy amigos por cierto. Mucho ayudarán los resultados de las encuestas a tomar la decisión de la candidatura de unidad, ese será el método que evite las divisiones entre la militancia; una vez tomada la decisión, el vencido tendrá que levantarle la mano en señal de unidad a su amigo.
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