Luisa María Alcalde Luján, diputada de MC, en las discusiones de las llamadas contrareformas electorales reconoció abiertamente la ignorancia de diputados y asesores, dado que apenas hace unos días crearon leyes electorales y ya las reforman por no saber lo que hacen.
Y no le falta razón a la legisladora. Este jueves abordaron reformas de normas que apenas aprobaron el 15 de mayo pasado; me refiero a las siguientes: 1. De la Comisión Gobernación, con Proyecto de Decreto que deroga la fracción XXXI del artículo 209 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. 2. De la Comisión Gobernación, con Proyecto de Decreto que reforma los artículos 7, fracciones VII y XIV; 9, fracción VII; 10, primer párrafo y fracciones I y II; 11, fracción I y 16 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales. Y 3. De la Comisión Gobernación, con Proyecto de Decreto que reforma los párrafos 11, 12, 13 y 14 del artículo 87 de la Ley General de Partidos Políticos.
Con beneplácito todos aprobaron aquella que derogó la prerrogativa de lujo que ellos mismos habían consentido y que beneficiaba a los magistrados electorales con el “haber para el retiro”, consignado en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Una prerrogativa rechazada social y políticamente a grado tal que los mismos magistrados acordaron no recibir el obsequio que les habían concedido los legisladores.
El asunto queda cerrado, sin discusión. Sin embargo sentó por enésima ocasión el precedente que los legisladores hacen lo que les viene en gana con las leyes que crean, modifican, reforman o derogan. Las adecuaciones a la Ley General de Delitos Electorales, es una vergüenza, dijeron, se trató de corregir errores de redacción que ni en la Comisión de Dictamen pudieron corregir. Por eso no le faltó razón a la diputada cuando calificó a sus homólogos de ignorantes.
Todas fueron aprobadas. Las relativas a la materia de coaliciones con la tozuda negativa de la bancada del PAN, tomando en consideración que lo aprobado es solo para beneficiar a los partidos “pequeños”; Marcos Aguilar, quien busca afanosamente la candidatura a la presidencia municipal de Querétaro, calificó como viciada a la sesión cuando abordardó el tema de las coaliciones. El “parlanchín y contras” de Ricardo Monreal Ávila, dijo que no pretendía intervenir y solo subió a tribuna para darles una “cátedra” de las representaciones de partido; de los sistemas mixtos, de proporcionalidad pura o representación proporcional, llamando bárbaros a los panistas. Y todo para defender al “chiquillerío”, dado el origen de este diputado que ha pasado por el PRI, PRD, PT, ahora representa al MC y próximamente se irá a Morena.
Total que el periodo extraordinario aprobado ex profeso para estas reformas cumplió su propósito, eliminar privilegios a unos y trasladárselas a otros.
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