Como toda una novedad se presentó a los queretanos de la capital la costosa contratación de un helicóptero para que se sumara a las labores de seguridad pública en el Municipio de Querétaro. Mucho se criticó desde un inicio, sin embargo formaba parte de la estrategia “personal” del exsecretario de Seguridad Pública; aquel se fue y terminó la estrategia.
En diversos medios de comunicación que brindan información en redes sociales, se asegura que el costoso helicóptero se irá de Querétaro, dada su ineficiencia y uno pregunta, dada la falta de información oficial ¿Sirvió o no sirvió el “eddycóptero” –como fue bautizado coloquialmente- para el alcanzar el objetivo por el que se contrató?
Si el helicóptero se va, la respuesta es obvia: no sirvió para fortalecer la seguridad pública. Si se queda el costoso aparato que se nutre del presupuesto público municipal pareciera que también sería consecuente la respuesta. Sin embargo en este segundo supuesto no sería así, podría tratarse de un simple capricho para no demostrar la equivocación que se cometió en la contratación, a pedimento de quien ya dejó de ser el responsable de la seguridad pública.
Por lo tanto habría que hacer un somero análisis sobre una y otra posibilidad, sobre los resultados que sobre la mesa se tienen y no en base a resultados oficiales que inexistentes. Lo primero que habría que destacar sobre el uso del aparato, fue el disfrute que le daban al transportar a unos reporteros para, desde el aire, difundir noticias del tránsito vehicular. Para esta función no fue alquilado. Primera falla evidente.
También habría que advertir, en más de alguna ocasión “ayudó” al traslado de heridos. Otra responsabilidad para la cual tampoco fue contratado el helicóptero. Segunda falla en el cumplimiento para abatir la inseguridad.
Ni la autoridad ni los medios de comunicación dieron cuenta de la participación del personal de seguridad pública durante los recorridos por aire en el helicóptero, solo se alcanzaba escuchar el sonoro ruido del aparato cuando hacía sus recorridos o se divisaba a lo lejos. De tal manera que no hay reportes del fortalecimiento de las labores de seguridad pública ¿Quién daba las órdenes cuando las hélices alzaban el vuelo para hacer sus recorridos y bajo qué estrategia volaba? Al no existir la más mínima información, todo indica que simplemente alzaba el vuelo para cumplir el contrato.
Por último, habría que destacar la célebre frase del exsecretario de Seguridad Pública Municipal: “se van a arrepentir cuando me vaya”. Según él porque había bajado el índice delictivo en los 5 meses que estuvo a cargo de la dependencia. Afirmación que resultó falsa, según datos que en su momento rindiera la autoridad competente, ciertos delitos aumentaron en lugar de bajar.
En conclusión, el “eddycóptero” no cumplió con las expectativas planteadas –no se sabe cuáles- por quien dejó de ser el Secretario de Seguridad Pública Municipal de Querétaro. Así las cosas, el contrato de arrendamiento deberá ser rescindido, salvo que pretendan seguir gastando infructuosamente en un aparato que resultó innecesario para fortalecer la seguridad pública de los capitalinos; o bien, que la realidad sea otra: contratado para otro fin. Sea una u otra, los planes para el helicóptero no se cumplieron.
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