El presidente vuelve a controlar la agenda nacional de noticias por medio de discursos o mensajes ociosos de confrontación. Un día es en contra de unos, al otro día es en contra de otros. Le sobra imaginación al “picapleitos” de Palacio Nacional.

En su discurso de Veracruz, referente al aniversario de la conmemoración de la Defensa Patriótica del Puerto de ese estado, lanzó un discurso incendiario que poco le faltó envolverse en la Bandera Nacional y lanzarse desde el “tapanco” del presídium.

Aquí una parte del alocado discurso de AMLO: “La segunda lección es de que en nuestros días que se habla en Estados Unidos de intervenir y de enfrentar a la delincuencia organizada, a los narcotraficantes dándoles un trato de terroristas y que por ese motivo van a venir ayudarnos, a apoyarnos para enfrentar a la delincuencia organizada. Desde aquí, desde el puerto de Veracruz, y que se oiga bien y que se oiga lejos, no aceptamos ninguna intervención, nosotros tenemos capacidad suficiente para enfrenar a la delincuencia organizada, no queremos intervencionismo, no queremos ayuda, entre comillas, de nadie”.

No cabe duda que el sentido de sus palabras conlleva la abierta protección de su gobierno a los cárteles que, en lugar de combatirlos, prefiere abrazarlos. Implícitamente una protección, el contubernio descarado. ¿Por qué negar la ayuda para combatir el cáncer que afecta a los mexicanos? En 4 años 5 meses de gobierno de la 4T, no ha podido acabar con la delincuencia organizada; vamos, ni siquiera disminuirla.

¿Qué le hace pensar a López que en menos de dos años podrá cumplir su promesa de campaña de bajar la comisión de delitos? Ofreció bajarla a menos de la mitad en los primeros 6 meses de su gobierno; promesa que después, como presidente, volvió a refrendar, ampliando el plazo a un año; como cualquier empedernido deudor, la aplazó a dos años; van más de 4 años y la crisis delincuencial la agravó con tanto abrazo a los delincuentes, a quienes ha calificado como “seres humanos” que merecen el respeto del gobierno de la 4T.

A López Obrador, como a ningún otro presidente, los legisladores federales y las legislaturas de los estados le autorizaron, le aprobaron el uso de las Fuerzas Armadas para combatir a la delincuencia. También le aprobaron la creación de la Guardia Nacional. Luis Rodríguez Bucio, comandante de la Guardia Nacional, en ceremonia oficial del 22 de mayo pasado, aseguró que alcanzarían una fuerza de 128 mil 233 elementos de la guardia para ese mismo año. ¿Sabe cuántos elementos tenía en el año 2018 la Policía Federal? Apenas alcanzaba los 38 mil 285 policías; con esa fuerza combatía a la delincuencia a lo largo y ancho de la República Mexicana. AMLO cuadruplicó su fuerza “policial” y los resultados son catastróficos. En la misma proporción aumentó el presupuesto público para la nueva corporación que acabó con décadas de policías federales. Seguramente hubo corrupción, no cabe duda, al igual que hoy existe, pues no es creíble que con semejante fuerza para combatir a la delincuencia no puedan debilitar a las bandas de la delincuencia organizada. ¿Acaso hay colusión del gobierno de la 4T con la delincuencia?

AMLO sigue negando que en México se produzca el fentanilo, lo que resulta muy cuestionable, dado que el mismo gobierno ha descubierto laboratorios clandestinos. He ahí las incongruencias entre lo que dice y hace el presidente López Obrador. Los estadounidenses le han presentado pruebas de las infiltraciones a las filas de cárteles para saber el modus operandi de 2 de los cárteles más mortíferos, el de Sinaloa y el de JGN, razón por la cual se indignó López por la “infiltración” de elementos de la DEA para descubrir y aportar pruebas para el gobierno de la 4T, así que las pruebas a la basura y los delincuentes felices por la férrea defensa del presidente en favor de los carteles.

Los norteamericanos ofrecen recompensa hasta por 20 millones de dólares por la caza de los “Chapitos” y el presidente se molesta. ¿Se requieren mayores pruebas para demostrar el contubernio de AMLO con la delincuencia? Vamos, en el fallido intento de asesinar al periodista Ciro Gómez Leyva, el presidente aseguró que podría tratarse de un “autoatentado”. Cierto, estimado lector, resulta inconcebible el actuar delincuencial de López.

Total, según información oficial del gobierno de la 4T, AMLO cuenta con 321 mil 428 elementos activos que participan en labores de seguridad púbica, conformados por personal del Ejército mexicano como de la Marina y Guardia Nacional. Sin contar la enorme fuerza bélica, por supuesto. Y no ha sido capaz de diezmar el poderío delincuencial; por el contrario, se disparó el crecimiento de delincuentes y delitos.

Por eso las múltiples dudas del falso comportamiento patriotero del presidente Andrés López, cuando amenaza con defender el territorio nacional frente a cualquier intento de intromisión extranjera para combatir a la delincuencia, asegurando que él mismo puede con los problemas, que no requiere ayuda externa. ¿Será? ¿O simplemente confirma su ociosidad en el quehacer gubernamental?, por eso sus bravuconerías de estéril confrontación verbal.

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