Después de las fiestas patrias del glorioso mes de septiembre, se han ido confirmando con el paso de los días, la consolidación de otro negocio más del presidente municipal con licencia, Marcos Aguilar Vega, ahora diputado federal en funciones. A todos convenció de la noble y ecológica medida de prohibir en el Municipio de Querétaro, el uso de bolsas de plástico; que, desde los grandes centros comerciales, hasta las pequeñas misceláneas obsequiaban bolsas de asa desechables para cargar en ellas las compras. Ahora hay que llevar cualquier otra bolsa para cumplir con ese propósito, por lo tanto, hay que comprar cualquier clase de bolsa para transportar las compras del mercado.
Pero, bolsas del mismo material de hule, para almacenar la basura u otras cosas para introducir cualquier producto, esas se siguen vendiendo, el “chiste” que no tengan asas para que cargue cómodamente sus productos adquiridos o en ellas se introduzca la basura para después que sea recolectada por los camiones concesionados para tal efecto. Con tanta contaminación por causa de esas bolsas y otros productos de la misma naturaleza, es necesario crear conciencia e iniciar por algo para cambiar hábitos arraigados. Que mejor por empezar por no usar bolsas de hule, que tardan muchos años para degradarse, entre tanto contaminan el medio ambiente y taponenan alcantarillas cuando llueve. Claro que molesta la acción por imponer nuevas medidas a los consumidores, pero el “objetivo es bueno”, se comenta. Lo que pocos saben es que el negocio que se creó de manera paralela a la desaparición de estas bolsas, es la venta casi exclusiva, de nuevas bolsas biodegradables; una persona cuya filiación consanguínea con el presidente municipal con licencia Marcos Aguilar Vega, se quedó con ese negociazo. Se asegura que el 80% de la fabricación, distribución y venta de estos nobles productos con el medio ambiente, quedó en manos de la familia consanguínea.
Al menos dos quejas debidamente fundadas me han hecho llegar sobre el asunto; una de ellas, se trata de un competidor quien por supuesto pidió el anonimato para que no le quiten la posibilidad del continuar en el incipiente negocio de las bolsas biodegradables. La otra queja, de una persona que labora en la empresa que fabrica las bolsas, ella sabe quién es el dueño de la empresa, labora para él. Así de sencillo es el lucrativo y seguro negocio. Todo al amparo del poder político. Por eso la enorme molestia del electorado que sin dudarlo votó por otra opción política que podría resultar aún peor, ahí se refugiaron los “desertores”; ahora alberga la nueva opción a los entonces disidentes, a los supuestos opositores; juntos todos, priistas, panistas, perredistas, morenistas y demás, hacen gobierno ¿Qué nos espera con el nuevo gobierno? La desesperación de tanta corrupción e impunidad hizo que, fastidiado el elector, volteara a la opción que no tiene pies ni cabeza; el “German Monster” de la política. Marcos Aguilar lo sabe y, aun asi hizo todos los negocios que se le vinieron en mente; sus regidores todos, le aprobaron sus caprichos. Contubernio.
Luis Nava (en el remoto caso de que fuese revocado su triunfo electoral sería otra cosa), deberán hacer una verdadera limpia de la escatológica suciedad que tiró por todo el camino del todavía trienio marquista, cual camión de basura que deja un olor fétido por donde transita. Además de limpiar, deberá desinfectar. Lo cual significa que no solo debe investigar los negocios truculentos y en su caso, iniciar procedimientos administrativos, civiles, penales o lo que corresponda, para sanciona a todos los que hayan abusado del cargo. No pueden seguir haciendo negocios sucios al amparo del poder. Por eso Andrés Manuel López ganó, amenazando acabar con la corrupción, ofrecimiento difícil de cumplir, pero con la esperanza de que suceda. La lista de atropellos parece ilimitada. Por algo muchos panistas que le tendieron la mano a Marcos Aguilar, acabaron como francos enemigos públicos, la corrupción y abuso de su administración no tuvo límites. Ahora goza de la protección del fuero en San Lázaro. Sin embargo, ese manto protector no es ilimitado, no cubre a los que se quedaron en Querétaro y ellos sí pueden ser juzgados por sus abusos ¿Quiénes son? Eso le corresponderá investigarlo a las autoridades del ramo, pero no echar carpetazo, no tirarlo en saco roto. Ya lo dijo Luis Nava: no seré tapadera de nadie.
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