¡Inconcebible! El diputado federal morenista Manuel Alejandro Robles Gómez, integrante de la Comisión Permanente, osó proponer “obradorizar” a la Suprema Corte de Justicia de la Nación ¿Qué pretendió dar a entender semejante zopenco?

Es tan grande la ignorancia del legislador que no tiene ni la menor idea de su “estupidez”.

Primero, esa palabra no existe en el diccionario, por lo tanto, carece de significado para poder desentrañar su verdadero significado.

Ahora bien, intentando comprender aquello que quiso dar a entender con la ¿palabra? “obradorizar”, a la SCJN, supongo que la pretensión del pseudo diputado morenista es hacer a un lado la justicia, el Estado de Derecho e ignorar la Constitución y leyes secundarias; tal y como lo ha expresado el mismo López Obrador: “no me salgan con que la ley es la ley” o “al diablo con sus instituciones”.

La respuesta del senador de la bancada del PAN, Julém Rementería, cuando expresó en tribuna: “No me chinguen”.

Vaya profundidad y trascendencia de temas a tratar de senadores y diputados en la Comisión Permanente de la semana que concluyó. El tema lo denominaron: “Intervencionismo del Poder Judicial contra la Transformación de México”. Como para reír. Solo les faltó incluir el tema en el orden del día que bien pudieron llamar: “¿Y Loret de Mola?” Así de simples y cínicos los “transformadores de México”.

Entre otras idioteces, espetó el morenista Robles Gómez que: “actualmente tenemos una Corte que responde a intereses bastardos. Es una Corte carente de legitimidad y por eso tendremos que llevar a un proceso de elección de los ministros para que tengan que dar la cara al pueblo de México, y no sigan en la oscuridad eso es lo que implica el Plan C”; “Si no les gusta iremos más allá, no vamos a conformarnos con una reforma profunda al Poder Judicial, vamos hacer la Constitución humanista, vamos a “obradorizar” el Poder Judicial porque tienen que vivir en la justa medianía” “¡Profunda y trascendente la alocución del legislador!” Por no calificar de idioteces parlamentarias.

De ahí la expresión del coordinador de la bancada panista en el Senado: “¡No me chinguen! No puede ser esto. Lo que no quieren es que se haga justicia, lo que quieren es que sea a modo; nunca, ni en mis mejores sueños pensé que oiría semejante tontería”. Vaya que le faltaron calificativos a las tonterías y desafortunadas palabras del “obradorizador”.

Solo un demente puede estar de acuerdo en transformar al Poder Judicial para que pierda la independencia y se someta a la voluntad de una persona, en este caso del abusador de López Obrador, quien tiene por costumbre no respetar la Constitución, ha faltado una y otra vez a su juramento de cumplir y hacer cumplir con el mandato de la Carta Magna.

La Constitución y las leyes, sirven de sustento para evitar abusos. Contiene, restringe cualquier intento de abuso de poder por parte de las autoridades de los 3 órdenes de gobierno; también limita a las y los mexicanos para evitar el caos. Da certeza y seguridad jurídica el régimen que se soporta en el Estado de Derecho.

AMLO, sin embargo, repudia ese sistema de orden, lo que h ocasionado muchos problemas a México. Primero es su voluntad, su capricho, su necedad y rompe el equilibrio de Poderes. Al Poder Legislativo lo ha sometido vergonzosamente, claro, a su bancada y serviles aliados al putrefacto poder de López Obrador.

El diputado morenista que discurre idioteces, no tiene la menor idea de la barbaridad de su propuesta.

La ignorancia conduce directamente a la imbecilidad. La “cuarta transformación” es el regreso voluntario a la esclavitud moderna. Acatar, cumplir lo que al dictador se le ocurre. La justicia en manos del sátrapa que gusta de la tiranía.

Resulta inconcebible que la minoría morenista, menos de 20 millones de mexicanas y mexicanos, parte del “pueblo”, promuevan jubilosamente reformas por medio de los mediocres legisladores para convertirse en esclavos de un solo hombre. Son viles y serviles al defender al opresor de López Obrador.

Por supuesto que no prosperará la intentona de desaparecer a la SCJN, so pretexto de que los juzgadores “den la cara al pueblo y rindan cuentas”. Esos impartidores de justicia diario dan la cara al pueblo con sus sentencias y estas pueden ser impugnadas, así es el proceso de impartición de justicia. Basta de abusos y caprichos.

Así funciona y lo continuará haciendo el Poder Judicial. Nada de elegir a los juzgadores por voto popular. Los cargos no son políticos, son profesionales, expertos del Derecho, no son vividores de la política, como es el caso de Manuel Alejandro Robles Gómez, ignorante y soez diputado morenista.

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