El pasado fin de semana, un juez de primera instancia en los EU desechó por improcedente la demanda presentada por el gobierno mexicano, por medio de la cual pretenden que se sancione a fabricantes y vendedores de armas de fuego, porque muchas de esas armas son utilizadas en México para cometer crímenes.
Ante el ridículo legal cometido por el gobierno de la 4T, pretenden impugnar lo resuelto por el juez para que sea la corte de ese país la que resuelva en segunda instancia. Incluso amenazan con ir a tribunales internacionales. ¿Para qué el ridículo e improcedente desplante del gobierno de López Obrador?
El resultado lo advertimos con puntualidad. Imposible que se aplique la extraterritorialidad de la ley, mucho menos por las consecuencias que puede causar un producto que es comercializado no solo por la delincuencia organizada e introducido ilegalmente a nuestro territorio mexicano.
Lo cierto. Está fallando la autoridad de nuestras fronteras al permitir el ingreso ilegal de armas de fuego, al igual que las autoridades responsables de la seguridad pública en México.
El asunto de naturaleza penal, las autoridades de la 4T lo llevaron al terreno de la política. Y siguiendo con la política pública del presidente López Obrador, siempre culpa a terceros de su propia incapacidad. Lo único que obtuvo, una vez más, fue el ridículo. El juez de primera instancia, literalmente, “lo bateó”: ponchado.
La causa de la causa es la causa de lo causado. El gobierno de AMLO ha fallado durante su mandato; no ha podido reducir la criminalidad como lo ofreció durante su campaña y lo reiteró como titular del Poder Ejecutivo en tres ocasiones. Como la política de los abrazos a los delincuentes ha fallado, así como la propuesta de la esposa del presidente al sugerir que en lugar de armas los delincuentes utilicen libros, les resultó más “lucrativo políticamente” culpar a los fabricantes y vendedores de armas de fuego, en lugar de admitir la incapacidad para reducir –ya no pidamos que acabe– la delincuencia organizada y desorganizada.
El juez Dennis Saylor, del tribunal distrital en Massachusetts, simplemente desestimó la demanda del gobierno mexicano.
AMLO ha guardado silencio, sobre todo después del hackeo de la información a la instancia responsable de brindar al pueblo de México la “seguridad nacional”. El enfermizo presidente, en su gira política de fin de semana, adelantó que no demandará a los responsables del robo de información (no sabe quiénes fueron), afirmando que el pueblo es quien sanciona esas conductas. Saliéndose por la tangente, como es su costumbre.
Si los EU no han logrado llevar a juicio a Julian Assange, por el hackeo que realizó al gobierno norteamericano de millones de documentos por la vía digital. ¿Cuándo podría el gobierno de AMLO lograr lo mismo? ¡Nunca! Mucho menos si el mismo López Obrador, en un plano conformista, ha reconocido que el grupo de los “guacamayos” han hecho lo mismo en otros gobiernos. López Obrador debiera premiar al periodista Carlos Loret por difundir una mínima parte de la información, derecho a ser informado, algo que ha cancelado el gobierno de la 4T. Loret dijo que seguirá difundiendo los desaguisados que se suscitan en la Secretaría de la Defensa Nacional y demás. Eso sí debe preocupar al mentiroso de AMLO.
El verdadero fondo de la inseguridad nacional no solo radica en la delincuencia local, por eso la preocupación del gobierno norteamericano, dado que esa misma inseguridad generada por los grupos “terroristas” de “narcodelincuentes”, que no solo han crecido, también se han fortalecido durante gobierno de la 4T, altera la inseguridad en el país del norte.
Luego viene el golpe de gracia a la Secretaría de la Defensa Nacional, responsable de la seguridad de la nación y de la seguridad pública, cuando le son robados millones de documentos. ¿Qué puede esperar el pueblo de México ante semejante inseguridad? ¡Lo peor! Por eso AMLO se “resbala los problemas” y culpa a terceros.
Entre más escale el conflicto jurídico, el gobierno de México seguirá perdiendo no solo credibilidad, como ya es su costumbre del presidente López, también perderá económicamente, deberá cubrir los gastos de los juicios perdidosos.
Mientras múltiples problemas aquejan a los mexicanos, el experto en distracción del presidente López (en esto sí es experto), quien todo mediatiza y utiliza como publicidad, como lo hacen los “narcodelincuentes”, según afirmación del mismo, el caos nos sigue gobernando desde el seno de la 4T.
Lo que no puede fallar, AMLO en campaña política permanente. Sin importarle los problemas que heredó y no ha sabido cómo resolver, suma los que a diario genera. Vamos, por lo pronto hasta ha olvidado el “sagrado” avión presidencial que salió a un vuelo de rutina de mantenimiento; se le caen helicópteros de la Marina con tripulantes de elite, uno porque no traía combustible y el otro aún no saben por qué razón.
Cual broma que es el gobierno de AMLO, este se burla de su mal estado de salud. Pero, asegura que terminará su mandato. ¿Y cómo no hacerlo? Él no sufre de pobreza franciscana.
Para el presidente hay toda la atención médica necesaria los 365 días del año, medicamentos, insumos hospitalarios, hospitales; vamos, goza de todo aquello que prometió para millones de mexicanos y siguen esperando, careciendo de los servicios médicos de primer mundo.
La inseguridad del país y pública siguen creciendo y la salud de los mexicanos en decremento, mientras la inflación carcome los salarios y la gasolina que costaría 10 pesos el litro, no tarda en alcanzar los 25 pesos. No cabe duda que es un gobierno que gobierna con mentiras.
03
Oct 22
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