El exfutbolista Cuauhtémoc Blanco nunca imaginó que en política las patadas son mucho más agresivas que en una cancha de futbol. La izquierda bajo el mando de Graco Ramírez, gobernador de Morelos, hace hasta lo imposible para que sea destituido de la presidencia municipal de Cuernavaca, Morelos.
El uno de enero de 2017 estará cumpliendo un año en funciones como presidente municipal de Cuernavaca, Morelos. Afloraron las primeras acusaciones basadas en la serie de mentiras en que incurrió Cuauhtémoc para acreditar la residencia y poder ser candidato, dicen que dio datos falsos. Sin embargo las autoridades electorales dieron por buenas las constancia, lo registraron como candidato a presidente municipal y obtuvo el voto mayoritario que lo llevó a la presidencia municipal. Después que cobró por ser candidato.
Ha trascendido los problemas políticos que existen entre Cuauhtémoc y Graco Ramírez, sobre todo en el ámbito de la inseguridad que viven en el estado de Morelos. Ambos se culpan del crecimiento de delitos en esa zona de la República Mexicana. Graco decía apenas la semana que concluyo, que haría una “Grequiña” –en alusión a la “cuauhtemiña”– a Blanco y lo cumplió.
Sin embargo las informaciones vertidas por los distintos medios de comunicación han generado toda una desinformación jurídica, aunque la política es la que domina el tema. Veamos. La Legislatura inicia juicio político en contra de de Blanco. Este acude a la justicia federal -juez de distrito- promoviendo juicio de amparo. La jueza del juzgado le concede la suspensión provisional para que no sea destituido del cargo, hasta en tanto no se emita la sentencia definitiva. Vamos, le conceden la protección provisional de la justicia federal.
Y los medios informan que fue la Suprema Corte la que concedió el amparo. Por favor, la SCJN no tiene competencia en estos asuntos. Otros lo llamaron el “Dictamen” le concede la suspensión ¡Inconcebible! No es Dictamen.
Segundo. La Legislatura del Estado de Morelos, desde septiembre de 2015, nace dividida, ninguna fuerza política tiene el control, por ello hicieron coalición legislativa PRD, PRI y PAN, para quedarse con los órganos y dependencias de es LIII Legislatura, dejando a un lado al “chiquillerío”. De 30 legisladores apenas el PRD alcanzó 12; el PRI, 6; y el PAN, 4.
Tercero. Así las cosas con 27 votos a favor deciden los legisladores –votación secreta, no se supo quien votó a favor- emitir un Dictamen –ahora sí se llama Dictamen- en el que resolvieron inhabilitar al presidente municipal de Cuernavaca, Morelos. Aquí más desinformación. Unos dicen que piden la revocación de mandato; otros dicen que se trata de juicio político, que no es lo mismo. En el juicio político se puede promover la inhabilitación y destitución, pero no la revocación de mandato, son figuras jurídicas diferentes.
Más desinformación. Incluso la “reina de las investigaciones periodísticas”, doña Aristegui, afirma “Avala Congreso de Morelos juicio político contra Cuauhtémoc Blanco”. Nada de avala. Emite un dictamen y en sus consideraciones estima que hay suficientes medios de prueba para la destitución e inhabilitación, habiendo dado el derecho de audiencia al político enjuiciado. Luego piden al Tribunal Superior de Justicia, integre la Sección de Enjuiciamiento, órgano que se encargará de analizar si los diputados cumplieron con los procedimientos que exige su Ley Orgánica, y si dieron la oportunidad de defenderse al acusado y hay suficientes pruebas para inculpar al acusado. Hasta entonces los magistrados de esta Sección, emitirán la sentencia de rigor.
Así las cosas, formalmente no se sabe si es revocación de mandato o juicio político, por la confusa información. Al final llevan el mismo propósito. Seguramente, ahora sí, la Sección de Enjuiciamiento será muy puntual en no violar la suspensión provisional que le fuera otorgada al amparista de Blanco. Por cierto el día 14 debió desahogarse la audiencia definitiva y nada se informó. Después de esta diligencia vendría la sentencia definitiva sobre si se le concede o no, en definitiva, la protección de la justicia federal a Cuauhtémoc Blanco.
Mientras tanto, el exfutbolista inició huelga de hambre para que lo dejen en paz los políticos y lo dejen gobernar. Pide se reinstale el “estado de derecho”. ¿Dónde se ubicó Blanco? Ni más ni menos que frente a la catedral de Morelos. Seguramente para pedir apoyo de la grey católica. Solo eso les faltaba a los morelenses. En fin, que el espectáculo de los políticos en contra del exfutbolista aun no termina, no hay duda que Cuauhtémoc Blanco se las ha visto de la patada.
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