En la pasada década vimos cómo cayeron directores de periódicos por tergiversar la información o vender las notas y después formar otros diarios que, por las mismas razones, fueron acusados de corruptos por la ciudadanía. Y mientras esa historia queda inscrita, este medio informativo se ha fortalecido por veraz y oportuno: ¡Felicidades a El Canto de los Grillos!
Nada sencillo es navegar en altamar cuando otros usan trasatlánticos y, a pesar de ello, sufren las inclemencias de los malos tiempos. En el medio periodístico también existe corrupción –la menos, pero existe–, a fin de lograr buenos contratos comerciales. Hace un par de años me comentaba un presidente municipal que había sido amenazado por aquel director que fue despedido del diario más antiguo de Querétaro; ese señor le pedía un millón de pesos del erario público para “tratarlo bien” o se atenía a las consecuencias.
Ganarse el crédito, la confianza, el cariño de los lectores y la estabilidad no ha sido sencillo para El Canto de los Grillos, pero se ha logrado; mantenerlo es una labor constante que debe reflejarse en ese periodismo que no sólo informe, sino que también lleve de la mano al análisis y la reflexión del diario acontecer en la vida local, estatal y nacional.
Juan Carlos Benítez no sólo es un buen periodista, también ha resultado ser un buen director, de ahí que este medio haya incursionado con éxito en las redes sociales, en las cuales hoy en día todos navegan para llegar a todos los rincones del mundo. Otra buena acción de éxito que merece el reconocimiento de los sanjuanenses, lugar desde donde se emite la señal informativa.
Ha sido para mí un honor participar al lado de mi amigo Juan Carlos Benítez en este exitoso proyecto que ha trascendido y fortalecido con el paso del tiempo. Ha corrido, como muchos, la travesía de la empresa del periodismo y no todos llegan a la meta; muchos se quedan en el camino, otros tardan en llegar, unos más tuercen el camino como aquel que les comento, quien, por cierto, llevó al fracaso a las campañas políticas de dos candidatos por la pésima información que, sin ser cierta, la ostentaba como tal; hoy son dos frases que quedan en la historia del negro periodismo queretano: “El dos a uno” y “Ganó Loyola”. El dos a uno perdió y el ya ganó también. Nadie creyó en las falsedades de ese periodismo oportunista.
Por eso es mucho más digno de reconocer los logros que ha alcanzado mi amigo Juan Carlos Benítez, quien con todas las adversidades ha logrado consolidarse en las preferencias no sólo de los sanjuanenses y sus alrededores; no, también ha logrado trascender fronteras. Y junto a él, todos sus colaboradores que han sabido interpretar bien a bien la forma en que debe darse la noticia, en cómo debe informarse a la población; a fin de cuentas, a nutrir saludablemente a quien se alimenta del diario acontecer.
Sirva esta columna como reconocimiento por una década de periodismo veraz, objetivo y oportuno a mi amigo Juan Carlos por su labor periodística, y a su equipo de trabajo, por darle seguimiento a un trabajo profesional y honesto en bien de la sociedad a la que informa.
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