Todo parece indicar que en junio próximo las mesas directivas de casilla única tendrán bajo su responsabilidad no sólo la recepción del voto para elegir diputados federales, diputados locales, ayuntamientos y gobernador, también recibirán los votos de las consultas populares. ¡Cinco actas y cinco cómputos!
Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprueba las preguntas que pudieran formar parte de la consulta popular, serían cuatro promovidas por el PAN, PRD, MORENA y PRI. Por supuesto que todas irían en una sola boleta y en ella las cuatro preguntas.
Lo cual significa que en la próxima elección constitucional no solo estará en juego la elección de lo que será la composición de la LXIII Legislatura Federal, la integración de la LVIII Legislatura Local, así como el Ayuntamiento que corresponda y el gobernador cuyo mandato iniciará el uno de octubre de 2015; también estará en juego la probable desaparición de 100 curules en la Legislatura Federal y los plurinominales del Senado de la República, así como el posible aumento del salario mínimo “pode Decreto”, como lo plantea el PAN, también el asunto de la participación de la iniciativa privada en materia petrolera.
Experiencia única que viviremos los mexicanos -de darse la aprobación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a las cuatro preguntas que fueron aprobadas por el INE-; el primer requisito fue cubierto con el porcentaje de inscritos en la lista nominal de electores que es del dos por ciento al menos.
El problema que se observa, derivado de la nueva legislación, y que podría generar serias dificultades en materia procedimental, es por aquello de la recepción del voto y de la consulta popular, que será por una mesa directiva de casilla. En esta se prevé que, en caso de elecciones simultáneas, se designa un secretario más, así como otro escrutador. Hasta aquí. Y, para el mismo supuesto, pero que también se lleve a cabo una consulta popular, se podrá designar un escrutador más. Pero no prevé la norma el supuesto legal que se dará en la elección del 7 de junio próximo: doble elección –estatal y federal- y consulta popular.
Lo más complicado, desde el punto de vista legal. Que el día de la elección el presidente de la mesa directiva de casilla será el responsable de entregar el paquete electoral -después de la elección por supuesto- al Consejo Distrital, dependiente del INE ¿Y quién entregará el paquete de la elección local al Consejo que corresponda? Nada prescribe la norma electoral federal; la local ni se diga, no contempla a las mesas directivas de casilla.
De este vacío legal, esperamos que el Consejo General del INE resuelva lo conducente, a fin de evitar nulidades de elección por falta de fundamento legal y es que no puede cualquier otro funcionario de casilla entregar el valioso paquete electoral que contiene la voluntad popular traducida en sufragios que otorgarán triunfos y derrotas a candidatos y partidos políticos.
Así que el voto simultáneo deberá ser cuidado y custodiado en extremo por el INE, no vaya siendo que generen el mayor problema de nuestra incipiente democracia. Esperaremos el acuerdo administrativo que permita la operatividad en el manejo y entrega de los valiosos paquetes electorales de esa jornada electiva y de consulta.
Escribe un comentario!