La narrativa de Morena de victimización carece de todo sustento. Un autonombrado “hombre de leyes” como Santiago Nieto fue fácilmente manipulado por los argumentos del aún senador Gilberto Herrera para después –hágame el favor– ser llamado corrupto por Alberto Jurado, gente allegada del propio exrector Herrera. Bien decía mi abuela, mal paga el diablo a quien le sirve.

Bueno, no me interrumpa y no coma ansias y deje le platico: este lunes en “La Neta”, que se trasmite por SMTv en Facebook, YouTube y por el canal 216 de INTC en cable, nos acompañaron Lis Salas, abogada litigante y activista; Rossy Grandinni, mujer auténtica de izquierda y además defensora de derechos humanos, junto a Iván Favela, profesor en la UAQ, especialista en Amparo y con amplios conocimientos en Derecho Electoral. La discusión giró en torno a que si Morena tenía razón, pues alegaba que los diputados de la LX Legislatura fueron al cerro a realizar en lo oscuro el trabajo legislativo y que la sesión, por tanto, carecía de validez por no haber tenido audiencia pública.

Le explico el contexto. Los principales responsables de que la LX Legislatura se fuera a sesionar al “cerro” fueron los propios morenistas, pues bloquearon con un plantón el recinto oficial del Poder Legislativo del Estado de Querétaro, por lo que la soberanía debió buscar una sede alterna, algo que está contemplado en la ley. Segundo, que las sesiones sean públicas hace referencia a que las mismas tendrán la máxima publicidad (difusión) y que serán transmitidas en tiempo real y con el apoyo de un(a) intérprete de lenguaje de señas mexicana. Si no me cree y no quiere ver el programa, lea el Artículo 89 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Querétaro. Así que la presidenta Ana Paola López Birlain cumple a cabalidad con el principio de las sesiones serán públicas. Pero dirá –ya sabe, no falta– algún gilbertista –algo así como Alicia Colchado, que quería ganar la diputación sin hacer nada en la campaña, más que un plantón frente al Palacio de la Corregidora que le dio cero votos– que no hubo asistentes a la sesión. ¿Pues qué cree? Le digo.

Mire, ya que anda en la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Querétaro, váyase al numeral 110, donde se menciona, entre otras cosas, que los concurrentes a la galería del salón de Pleno se comportarán con decencia, respeto, silencio y compostura, además de que no tomarán parte en la sesión de ninguna forma, algo que simplemente no cumplían estos aprendices de vándalos baratos que hasta dañaron una puerta, aparte de agredir a personal y oficiales de la Policía Estatal.

Luego entonces, los morenistas mienten –otra vez–, siendo más precisos, los gilbertistas, que tienen secuestrado a Morena en Querétaro –ignoro si con el consentimiento del senador–, pero al final ahí están los hechos.

Aunque no todo es culpa de los “morenistas”, siendo honestos. Si usted conoce el Centro de Congresos, ¿cree que si el apoyo del operativo que solicitó la Legislatura se hubiera respetado, se hubiera suscitado esta situación? Obviamente no. Éric Gudiño (¡qué valor!) –recién operado de la espalda– les dio acceso. Ya sabe, la entrada al Centro de Congresos y a la Fiscalía prácticamente está en la lateral de la carretera 57, fuera de ahí no hay otra manera de acceder.

Éric Gudiño, subsecretario de Gobierno del Estado –mismo que caminó casi un par de kilómetros cuesta arriba con los morenistas, para luego ser agredido y empujado violentamente–, pensó (mal), quizá ingenuamente, que había un verdadero interés de diálogo, pero no lo había.

Y la nota fue que el senador Gilberto se lastimó su manita, obviamente por andar empujando gente para que pudiera ingresar, aunque en un ataque de mitomanía dijo que fue un “polecía” de esos malo, malo, bien malo, quien lo agredió, mancillando –¡virgen, bendita!– su fuero de senador y de diputado federal electo.

Ahora sí que me podrá entender: La narrativa de Morena, además de chafa, resulta solamente apropiada y creíble para fanáticos y quienes ven “La Casa de los Famosos”; pero cualquier persona con primaria terminada simplemente –aunque hagan mil ruedas de prensa– no puede justificar ese actuar, pues además fue una decisión cupular, a ningún militante o simpatizante le pidieron su opinión o parecer.

Acompáñenos todos los lunes en “La Neta” para platicar de análisis político, encartes, descartes y cosas peores. La cita es de 7 a 8 p.m. por SMTv en Facebook, por televisión en canal 216 de INTC en cable; también búsquenos en YouTube en SMTv en “La Neta”.

A Lupita Murguía la nombraron esta semana como coordinadora de la fracción del PAN en el Senado; reconocimiento que, si bien muy merecido, en poco puede servirle como premio de consolación, tras por cuarta vez no haber sido considerada para la candidatura a presidenta municipal de Querétaro. La última, prometida.

Sin embargo, sabemos y reconocemos que Lupita es una mujer capaz y que donde la pongan sabrá estar a la altura de las circunstancias, porque el perico donde quiera es verde.

Pero mire, en Jurifresa lo que ya no se puede esconder más es que las dirigencias del PAN y del PRI negociaron la Presidencia de la República a cambio de canonjías e impunidad. No se vaya tan lejos, Ricardo Anaya ya fue a registrarse para senador. ¿Dónde entonces quedaron las órdenes y las averiguaciones que tanto presumió la Cuarta Transformación contra Ricky Riquín Canallín, si es que alguna vez existieron? Seamos claros, diciendo “yo protesto” tendrá un fuero protector de seis años. Ignoro si esto también le garantiza que será el candidato del PAN al gobierno de Querétaro –obviamente ya platicadito con YSQ. Nomás que hagamos una pequeña retrospectiva, “La Vestida” –como le llamó Vicente Fox a Francisco Labastida– sí ganó en el 2000 en Sinaloa, y el “queretano” “Anaya” no gana en Querétaro cuando compite contra Lopez Obrador en 2018.

Arrancaron los informes municipales. René Mejía, en Amealco, donde vuelve a mostrar músculo, lamentablemente fue una administración que tuvo logros importantes que no le bastaron ante la “estampida” que jugó a favor de Movimiento Ciudadano. Roberto Cabrera, en San Juan del Río, donde tras un arranque de campaña incierto y cuya legitimidad aún está en tribunales, logra derrotar a Juan Alvarado; y siendo brutalmente honesto y en mi nada humilde opinión, Morena ganó perdiendo, porque ganando hubiera perdido. Mientras que en la capital, Luis Bernardo Nava tuvo un espectacular informe. Alcalde cercano a la gente, tuvo uno de los mayores índices de inversión en gasto público por habitante, según datos de organismos que los morenistas están dispuestos a eliminar. Ya se la saben, no les gusta la transparencia; todavía no se sabe el gasto del segundo piso en la CdMx –y como dice don Teofilito, “pos ni se sabrá”–, ya ni le digo del Tren Falla, El Chaifa o Dos Trompas.

Pero volviendo a la capital queretana, Luis logró lo que pocos políticos pueden presumir; porque no me dirá que no, todos llegan con aplausos, pero muy pocos se van con ellos. Nava sí lo logró y le deja la vara muy alta a Felifer.

Feli, por su parte, le cuento, toma las cosas con calma; no hace caso de los berrinches del PRI. Sabe que en el primer año de su administración podría estarse jugando la reelección –si es que todavía se da en 2027, porque los tiempos políticos igual que el clima, son atípicos de un tiempo para acá–: y si logra tener un año sin grillas, ya es mucha ganancia.

Conozco a Feli de hace más de quince años, cuando ya era un muy prometedor líder de Acción Juvenil. Nadie le regaló nada, supo ganárselo, y esa tenacidad puede serle de mucha ayuda.

Por cierto, cambiando de tema o más bien regresando, Dante Aguilar, de Comunicación Social del municipio capitalino, fue reconocido con dos importantes premios, Consultor Revelación y Campañas Gubernamentales. Desde esta columna le externo un abrazo y reconocimiento tanto a Dante como a todo su equipo de trabajo. Transitar entre la simple comunicación social y la comunicación política no es nada fácil, hace falta el material humano y la visión necesaria. Aguilar lo logró, conjuntando un equipo sumamente valioso que aportó mucho al éxito de la administración de Luis Bernardo Nava, quien terminará no como uno de los mejores, sino como el mejor alcalde del país.

Job 42: 4 y 5

Tú me dijiste: Escucha que quiero hablarte; respóndeme a estas preguntas. Hasta ahora, sólo de oídas te conocía, pero ahora te veo con mis propios ojos.

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