Una campaña arrolladora, un estrategia mediática, electoral, política muy bien planeada, muy bien pensada y que pega con todo en el centro de la vida política y electoral de México, de todo el país, eso es lo que se impulsa desde Palacio Nacional, con un ente que sabe por dónde meterle el migajón al PAN.
Todo estaba planeado para cuando Morena ganara el Estado de México, después todo inicia con Marcelo Ebrard.
Una estrategia para desaparecer mediática y electoralmente a la oposición, Morena lanza un producto que se vende muy bien mediática y electoralmente: su proceso de elección interna de su candidato o candidata a la Presidencia de la República.
Vende muy bien su “lucha interna”, su “división”, su “unidad”; vende el producto Morena.
No es casualidad la renuncia de Marcelo Ebrard, es parte del inicio de una estrategia donde solo se hablará, se habla de ellos, de los morenos, de Morena.
La idea, el objetivo: avasallar a la ya humillada oposición, que ni las manos mete.
Es más, en una de esas hasta desaparece al inexistente Partido Verde Ecologista –que lo mismo tiene candidato, Manuel Velasco, y a la vez apoya y grita Claudia presidenta; entiéndales, a ver– y al fantasma que es el PT; solo se debe de hablar de Morena, de sus corcholatas.
Al banderazo de salida que significó la renuncia de Marcelo Ebrard a la Cancillería, le han seguido Ricardo Monreal, Enrique Alfaro, Manuel Velasco y Claudia Sheinbaum, y el mismo Gerardo Noroña y se descartó el gobernador de Nuevo León, pero sigue en la jugada Colosio, el edil de Monterrey.
El que sigue sin decir ni pío es Adán Augusto López, con todo y que trae por todo el país un carísimo operativo de promoción de sus supuestas aspiraciones a la Presidencia.
Las encuestas internas que manejan los asesores de Bucareli dicen que el secretario se está reposicionando, a partir de las estrategias que puso en marcha en varios estados y aseguran que cada vez está más cerca de alcanzar a Marcelo Ebrard, por lo que confían en que en los dos meses que dure el proceso se cumpla la máxima de que “caballo que alcanza gana”.
El secretario de Gobernación, su renuncia, es un segundo paso en la estrategia morenista, de AMLO, para que por meses todos, todos los posibles precandidatos, aspirantes morenos, estén en el ánimo de la población, desapareciendo del mapa a toda la oposición.
Después de la derrota en el Estado de México, la oposición solo se queda viendo y tiene apenas fuerza para salir a anunciar que el próximo 26 de junio definirá el método para elegir a su candidato o candidata a la Presidencia; y volvió a desaparecer, arrollada por la estrategia impuesta por Morena, entre que si las “corcholatas” renuncian, piden permiso o no.
En el PAN no se dan cuenta que no existe tal guerra, confrontación entre corcholatas; sí tienen sus diferencias las corcholatas, y sí, cuatro de ellos: Ebrard, Monreal, Claudia y Augusto quieren la candidatura, pero no se van a dividir, cada uno cumple un papel en esta estrategia: que se hable de Morena, solo de Morena.
En campaña todos en todos los estados.
Mientras en el país destrozan a todos los partidos, mientras que el PAN pierde casi todo en el país, aquí en Querétaro salen con una estulta campaña –pagada del erario– de una panadería pirata llamada Agustín –Dorantes–, donde el panadero, que no sabe de panadería, que se siente el más influyente en el gobierno estatal, Rogelio, hace pan sin levadura, pan que no levanta, que se hace duro y se desmorona, pan quemado de mal sabor y peor presencia.
Panadería Agustín, su panadero, hace PAN que no se vende, que no conoce la ciudadanía, que no consumen los electores. No entienden lo que pasa en el país.
De eso hablamos el próximo lunes.
09
Jun 23
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