Por vez primera en la historia política de México dos mujeres se disputarán en 2024 la Presidencia de la República: Claudia Sheimbaum, del gobernante Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde; y Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio por México, que incluye al PRI, PAN, PRD y organizaciones de la llamada sociedad civil.

Sin duda, un hecho inédito en la vida pública del país.

Y Querétaro no es ajeno a ese fenómeno político moderno, que coloca a la mujer en los primeros planos de la escena política.

La propia Lupita Murguía es ya la segunda al mando en el gobierno estatal como secretaria de Gobierno, solo por debajo del gobernador Mauricio Kuri. Y es además Lupita la que desde hace un buen rato lidera por mucho las encuestas que se han hecho para medir las preferencias al interior del PAN de quienes aspiran a la candidatura por la alcaldía de Querétaro.

Además, todo parece indicar que la victoria de Xóchitl sobre los demás contendientes del Frente Amplio por México puede ser un factor que juegue en favor de las aspiraciones de Lupita, para lograr la tan anhelada candidatura.

Xóchitl y Lupita son desde hace tiempo, diría que cercanas. Las dos comparten visiones similares sobre el México y el Querétaro que desean, ambas no solo consideran justa y legítima la lucha de las mujeres por tener más y mejores espacios de participación, sino que además lideran, cada quien en su ámbito, un trabajo político serio con miras a empoderar aún más a la mujer.

Lupita sabe que deberá esperar los tiempos que marca la ley electoral y ya, en su momento, definirá el camino a seguir.

Mientras tanto, continúa sin interrupciones un trabajo dedicado a mantener la tan anhelada gobernabilidad que, dicho sea de paso, en otras regiones del país es ya una mera ilusión por las condiciones de inseguridad y violencia que prevalecen.

Veremos y diremos lo que el destino le tiene preparado a Lupita Murguía.

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