La costumbre maniaca del presidente López Obrador de incidir en todo, menos en lo que debe, esta vez abonó a la incertidumbre financiera. En voz de los expertos financieros, al entrometerse en las funciones del autónomo Banco de México, adelantando el porcentaje que sufriría el incremento a las tasas de interés, tema exclusivo de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco, generó incertidumbre; otros especialistas financieros calificaron de escándalo lo dicho por AMLO, debido a las filtraciones de la información en manos del irresponsable titular del Poder Ejecutivo.
Frente al acto de protagonismo al que está acostumbrado el presidente, una vez que estuvo al frente de la 85 Convención Bancaria, pidió disculpas por la información que adelantó, dadas las negativas repercusiones de su irresponsable actuación.
La decisión de la Junta de Gobierno no se había hecho pública oficialmente, mientras el presidente adelantaba lo que había acordado la Junta de Gobierno. López Obrador, una vez más, demuestra sus desbordadas ansias de extender su poder en los organismos autónomos, sin importar el daño que pueda causar; pretende hacer lo mismo con el INE y no puede, por eso los constantes ataques.
La mente retrógrada de Andrés López Obrador pretende volver al odiado y repudiado pasado, tiempos en los que el presidente de la República decidía todo, incluso ordenaba devaluaciones o expedición incontrolable de billetes a razón del control del Banco de México. Esa es la aviesa finalidad del presidente López.
Tuvo que salir al paso la subgobernadora del Banco de México y corregir la plana. Advirtió que “no hay peligro”.
Galia Borja Gómez comentó que no se estaba vulnerando la autonomía del banco. Claro, tenía que defender al entrometido presidente.
Seguramente el secretario de Hacienda (¿o la gobernadora?), quien participa en las reuniones de la Junta de Gobierno del banco, fue quien le adelantó a López el acuerdo tomado, y este, de inmediato “soltó” la información, manipulación de datos que alertó, preocupó y molestó al sector financiero de México.
También dijo la subgobernadora Galia Borja sobre el adelanto del boquiflojo de AMLO en relación a la tasa de interés (además de no respetar los tiempos y conductos oficiales del Banco de México) que “sus representantes” en las reuniones de la Junta de Gobierno del Banco de México deben permanecer. La señora se preocupó, incluso, por la permanencia de los representantes de López en Banxico. El exabrupto fue por algo que no resultó intrascendente, como lo hizo parecer el presidente al pedir disculpas por la intromisión.
¿Por qué tuvo que defender la subgobernadora a López Obrador y no su enviada Victoria Rodríguez Ceja, quien fuera propuesta como gobernadora del Banco de México? ¿Quién le filtró la información al presidente? ¿La gobernadora del banco o el secretario de Hacienda? Ambos hicieron mutis.
Otro organismo constitucionalmente autónomo que pretende controlar López Obrador. Este y el INE son fundamentales para el desarrollo económico, financiero y democrático del insaciable pseudoizquierdista del presidente de la República. La autonomía significa la no intromisión del gobierno en sus decisiones internas, que el poder político no influya ni manipule a placer a los organismos autónomos.
Hay otros organismos autónomos de la misma envergadura que desagradan al presidente López. Como no puede hacer reformas constitucionales para apoderarse de ellos, sus huestes en el Congreso de la Unión se han abalanzado sobre las leyes secundarias.
Muchas de las reformas contravienen la Constitución, pero la dependencia del Poder Judicial, que ha perdido su independencia y autonomía bajo el gobierno del zalamero de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, le concede la gracias de impedir que se declaren inconstitucionales, por aquel candado de cuatro ministros bajo el tapete de López.
Mientras se mantenga la unidad en las bancadas de la oposición en ambas cámaras legislativas, AMLO se quedará con las ganas. Lo malo, que poco a poco van mermando a la oposición; el PAN recientemente perdió a uno de los senadores que se fue a Morena. Otros más son traidores a la causa. También Morena ha perdido, las fuerzas se tensan.
Sin embargo y por lo pronto, AMLO no ha logrado el propósito de controlar ambas cámaras. Ricardo Monreal Ávila, senador y coordinador de la bancada de Morena, adelanta que si los diputados modifican la iniciativa de reformas en materia energética, en el Senado aprobarán esas reformas. ¿Se suavizaron? ¿Qué están tramando los tramposos? ¿Atenderán al llamado de los EU o del gobierno español, de no generar más incertidumbre al eliminar derechos adquiridos de los inversionistas, al igual que lo han hecho los del sector financiero?
Por lo pronto, el boquiflojo de Andrés López Obrador tuvo que disculparse por su malintencionado exabrupto e indiscreción, al anunciar el incremento en el porcentaje en las tasas de interés que acordó la Junta de Gobierno del Banco de México. Esta vez reculó, algo que no acostumbra el autoritario.
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Mar 22
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