Las bancadas de Morena y sanguijuelas de aliados en la Cámara de Diputados, aprobaron en dictamen la desaparición de varios organismos constitucionalmente autónomos para romper las amarras que detienen al gobierno para que no cometa tantos abusos. Los socialistas intentan eliminar, romper las amarras. Se acercan, coquetean con la dictadura.

Una lucha de muchos años que llevó a la sociedad y la entonces oposición política constituir esos organismos autónomos que limitan y regulan el poder del Estado; hoy, aquella otrora oposición convertida en gobierno, intenta destruirlos para regresar al pasado del autoritarismo, aquel que se llegó a pensar había desaparecido en México para siempre. No es así, regresó ese autoritarismo con más virulencia, con odio y deseos de destrucción de la vida democrática de la que hoy gozan millones de mexicanas y mexicanos que no vivieron aquellos tiempos de exiguas libertades ¿Será por eso el aberrante “valemadrismo” de esas generaciones de mexicanos y mexicanas? Sumado a la fatua ignorancia.

Ayer mismo la “bancada de consejeros de Morena en el INE”, dio a su partido los legisladores suficientes en ambas cámaras para poder destruir la Constitución y hacer de ella un “papalote”. Ocho votos morenistas aprobaron la aberrante sobrerrepresentación legislativa. Advierto, en la Cámara de Senadores, la debilidad, fragilidad y endeble minoría de 3 votos harán la malla de contención para evitar el desastre; muro que en cualquier momento podrá ser penetrado.

Algunos arrogantes oficialistas argumentan que el “pueblo” les ordenó con su voto hacer las reformas que quisieran. Engaño infame. En el supuesto, que no fue así, dado el enorme fraude electoral, esa mayoría quedaría en manos de los próximos legisladores hacer las “reformas que les plazca”, no en los actuales que carecen de esa fuerza representativa; las actuales diputadas y diputados no fueron autorizados para hacer lo que hicieron. Las falacias que les caracteriza son evidentes. Mientes, cual férrea doctrina morenista.

Aún les falta un pequeño trecho por recorrer para cantar victoria, no hay evitado todos los escoyos.

Que la infame triada de magistrados de la Sala Superior del TEPJF, les autorice en definitiva esa mayoría absoluta que no les dio el voto popular. 3 de 5 votos de magistrados proclives, dominados y controlados por AMLO.

Segundo, que en el Senado de la República, sea contenida la furia de destrucción y venganza de la antes promovente y defensora oposición de lo que hoy destruye, hoy constituida en gobierno. Me refiero solo a Morena, quien dejó de ser PRD y en su lejano origen hijos renegados del PRI. PT siempre ha sido un parasito del partido en el poder, hijo putativo de Salinas de Gortari, entenado priista. Qué decir del Verde Ecologista, un grupúsculo de zánganos sin convicción política alguna, vividores del presupuesto, también aliados del poder en turno; lo fueron del PAN y del PRI, ahora tristes lacayos de Morena.

De tal suerte que la aprobación en Comisión de dictamen en la Cámara de Diputados, no tienen la representación popular que dicen tener los mitómanos; pero, que la ostentan con soberbia. Esa representación, en su caso, será de los legisladores que tomarán posesión el 1 de septiembre.

Los tramposos y mentirosos, saben que, si ellos no aprobaban la pueril propuesta de AMLO antes de dejar el cargo, no sería aprobado en el pleno de los nuevos legisladores, quedaría entonces literalmente desechada la iniciativa y la siguiente Legislatura federal, que empieza el primero de septiembre, no podría ser aprobada esa reforma constitucional, la del autócrata presidente. Trámite legal que evitaron con argucias y mentiras; los que se van sirven a los que llegan, dos grupos numéricamente distintos, de base popular diferente.

El problema que dejarán será para la presidenta Sheinbaum, a ella le tocará enfrentar infinidad de dificultades en su gobierno.

Aunque AMLO seguirá gobernando abiertamente, nada de que tras bambalinas, todo indica que será descaradamente abierto. Ello es evidente. La gran mayoría de los legisladores electos se deben a López Obrador no a Sheinbaum; al igual que mayoría del gabinete de la presidenta electa: todos ellos son amloístas. Obvio es que el gobierno del siguiente sexenio seguirá en manos del perverso de Andrés López.

Por lo pronto, fue un golpe seco a la democracia mexicana el asestado ayer viernes, tanto por algunos consejeros del INE, como por diputados oficialistas de la comisión de dictamen que proponen la destrucción del sistema de vida democrático de las y los mexicanos. Evidencias claras del deterioro de nuestra vida democrática que muchos ignoran y otros idiotas útiles aplauden.

Todos, sí, todos padecerán las consecuencias. Los que se dicen socialistas, pero viven como capitalistas, odian los controles legales.

Aun los que festejan y ríen por los atropellos a la democracia sufrirán las consecuencias, atraco sustentado en la supuesta orden del “pueblo” en las urnas; todos serán afectados con las draconianas reformas a la Constitución ¡Perderemos! Nadie gana.

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