La nueva presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, demostró públicamente ser de pensamiento y acción izquierdista. Orgullosamente tomó protesta del cargo, alzando el brazo, luciendo la mano izquierda, confirmando su clara proclividad por el gobierno de la 4T, organización política supuestamente de pensamiento izquierdista, aunque roban con la mano derecha sin rubor alguno.

AMLO no se cansó de denostar, calumniar y difamar a los exconsejeros Lorenzo Córdova Vianello y Ciro Murayama Rendón, y de paso al exsecretario ejecutivo del Consejo General del INE, Edmundo Jacobo Molina. Incluso habiendo dejado sus cargos, López no deja de seguir vomitando sus odios y frustraciones políticas, económica, sociales y morales. Amenazan con acusaciones penales.

En la tendenciosa mañanera de siempre, López dijo: “Qué bueno que ya se van, es una buena noticia para el país; dejarán de hacer daño a una institución tan importante como el INE; el club de los tres bandidos defendió hasta el final sus intereses personales y partidistas y no los del pueblo: sus altos sueldos, los fideicomisos opacos, la burocracia dorada, y los millones que se llevarán por su retiro (cerca de 30 millones de pesos entre Córdova, Murayama y Edmundo Jacobo, que renunció y también se va)”. Todo un barbaján en funciones de Presidente de la República, haciendo “política de Estado el denuesto”. Sus frustraciones a viva voz. Mientras que el tenebroso Adán López intimida con la posibilidad de enderezar acusaciones. ¿Con qué atribuciones? El INE tiene su órgano de control interno y a este compete instrumentar acusaciones.

López siguió con las ofensas: “Y ya se fueron, y la gente va a juzgarlos”. Al igual que ya lo hace la sociedad mexicana entera, juzga como un vil criminal a López Obrador por sus actos delincuenciales; roba, traiciona, amenaza y miente a diario. ¿Dónde quedó la cartilla moral? Seguramente se trató de un mal chiste del sarcástico de AMLO.

Todo el proceso administrativo para llegar a la formación de las quintetas de aspirantes a ocupar los 4 cargos en el Consejo General fue manipulado por los legisladores de Morena. La tibia oposición fue simple paje de una mala pieza desafinada.

Supuestamente el azar en la tómbola jugó a su favor de los 4 “suertudos”, proceso que terminó directamente en la insaculación anunciada mucho antes por Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación, después confirmada por el mismo Presidente de la República. Los deleznables legisladores simplemente acataron la instrucción del Ejecutivo federal. Verdadera bajeza aceptada por Morena, sus aliados y la oposición. Obligatoriamente debieron agotar la votación, y al no tener acuerdo alguno por no reunir los votos suficientes, entonces pasar a la insaculación. Pero no, de inmediato se fueron a la “tómbola” (insaculación), vía el viciado procedimiento amloísta, la famosa “tómbola”, proceso del que regularmente desconfían los mismos morenistas cuando buscan cargos de elección popular y pierden en la “tómbola”.

Una vez “nombrada” la nueva presidenta del Consejo General, casi en forma simultánea AMLO dio a conocer públicamente su simpatía por la señora Guadalupe Taddei. La llenó de halagos. ¿De dónde si supuestamente no la conocía? En redes sociales dieron a conocer sus vínculos familiares con el mismo que negó conocerla, con fotografía se demostró la relación de amistad de la presidenta y sus familiares con el Presidente de la República.

A mayor abundamiento, para probar la cercanía con Morena, difundieron los nombres de varios familiares de Taddei con cargos públicos en los gobiernos de Sonora y el federal. El director de la nueva empresa de Litio, del gobierno federal, Pablo Taddei, es sobrino de Guadalupe; el superdelegado en Sonora resultó ser primo de la nueva presidenta; y hay más, Ivana Taddei es diputada morenista, sobrina de Guadalupe; Jorge Luis Taddei, sobrino de la “suertuda” de la tómbola, es coordinador en Sonora de los programas sociales del gobierno federal. ¿Coincidencias de familia con Guadalupe Taddei? Todos en la nómina de gobiernos morenistas. Ello no es simple coincidencia, es tendencia. Por eso la señora protestó el cargo con la mano izquierda. Ello tampoco es coincidencia, es confirmación del entramado de los lazos de interés político que existen entre la señora Guadalupe Taddei y Morena. Aunque muchos le brindan a la insaculada el “derecho de la duda”.



Para sumar mayor incertidumbre a las trampas, también se difunde en redes sociales el hecho de que, “al parecer”, la señora Taddei, no cuenta con la cédula profesional legítimamente expedida por la autoridad competente. Quien hizo la investigación en la Dirección de Profesiones de la SEP, dio a conocer que el número de cédula 036713, de fecha 22 de febrero de 2017, que puso la presidenta del Consejo General en sus documentos que presentó, no coincide con el nombre de Taddei; con ese número registraron a Victoria Rivera Vallejo, profesora de Educación Primaria, desde el año de 1952. ¿Otro plagio?

Parece modus operandi de los morenistas: el plagio para acceder cargos públicos.

No se discute la experiencia de aproximadamente 20 años en temas y trabajos electorales que tuvo en el Instituto Electoral de Sonora la señora Taddei, quien escribió en su experiencia curricular, entre otras vivencias profesionales, que “mi experiencia electoral se cifra en el conocimiento que he adquirido en las diferentes posiciones que he ocupado en la otrora IFE, en el INE y en el Instituto Electoral de Sonora. Suman ocho procesos electorales federales, cuatro de ellos para el cargo de presidente de la República y cuatro intermedios”.

Así las cosas, curiosamente los diputados de Morena decidieron desde un principio apostar por “la tómbola del sorteo” de nombres luego de que el presidente Manuel López Obrador consideró que era la mejor forma de llevar a cabo la elección. ¡Cínicos sobajeros! Según ellos, los diputados de Morena, el proceso para elegir a los cuatro consejeros del INE fue sin duda transparente y dio paso a una democracia renovada para dar fin a las cuotas y cuates, privilegios, excesos, y malhechores. Claro, ellos cernieron las listas. Los taimados agregaron: “León Tolstoi, escritor ruso autor de la “La Guerra y la Paz”, decía que un Estado que no procura la justicia no es más que una banda de malhechores, como nos recordara el Presidente en el reciente mitin en el Zócalo de la Ciudad”. ¿Quiénes serán los malhechores de la banda en el gobierno de AMLO?

Lo que mal empieza, mal acaba, reza un dicho popular mexicano. AMLO y Morena por fin lograron su objetivo. Poco les importa si la SCJN declara inconstitucional el “Plan B”. Por medio del “Plan C” puesto en marcha, pretenden apropiarse del INE.

El grupo parlamentario del PAN aseguró que impugnará el proceso viciado y a dos de los consejeros designados por Morena, entre ellos a quien protestó en el cargo como presidenta del Consejo General del INE, organismo en el que se exige para su arribo, imparcialidad y estar alejado de tendencias políticas partidistas, y la izquierdista Guadalupe Taddei Zavala no cumple con ese requisito. ¿Ingresó el caballo de Troya al INE?

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