[Me Lleva el Diablo] Apolinar Ledesma Arreola: la justicia sobre la legalidad

Una entrevista inédita es la que les presentamos, hablando de inseguridad, de delincuencia organizada. Hace 10 años de esta entrevista, pero parece que fue ayer. Apolinar Ledesma Arreola y sus conceptos siguen tan vigentes para Querétaro, más ahora que nos encontramos con hechos macabros como cabezas tiradas, secuestradores que viven en zonas residenciales, ejecuciones de capos, sistemas de justicia que dicen ser nuevos pero que tienen sus bases en el trabajo de El Sheriff.

Una entrevista imperdible, inédita, larga, densa, nutrida de información, de conceptos, de reflexiones, con un personaje que ha dejado huella, vale la pena, de verdad.

En su búnker, en su oficina en avenida Tecnológico, que sí parece la de un abogado, entre documentos y más documentos, relajado pero alerta, con la mirada siempre fija, casi sin parpadear, platicamos con Apolinar Ledesma Arreola, mejor conocido como El Sheriff, quien esconde un mundo de aventuras reales en el ámbito de la justicia, y que nos descubre una a una.

Pregunta (P).- Licenciado, toda una vida de carrera policial; acaba de llegar de Los Cabos donde fue titular de Seguridad Pública Municipal, igual que aquí, en Querétaro.

Apolinar Ledesma Arreola (ALA).- Sí, mi demon, inicié como mecanógrafo en el juzgado penal, allá por 1980, cuando eran solo tres magistrados 4 proyectistas y 1 secretario de Acuerdos.

De ahí pase a la Dirección Jurídica de Gobierno del Estado, en la época de Rafael Camacho Guzmán, hombre de ley y valor, que no se rajaba; y después con Enrique Burgos a la Policía Investigadora; bueno, así le pusimos, porque era la Policía Judicial, con muy mala fama.

Y tenían razón, porque cuando llegué ahí todo se negociaba: las órdenes de aprehensión, todo era corrupción, pues los elementos tenían que pagar la gasolina, las composturas del carro y todo lo de su equipo, y de algún lugar tenía que salir el dinero.

Y bueno, después vino la Dirección de Averiguaciones Previas y luego ser procurador con Ignacio Loyola Vera, y secretario de Seguridad Pública con Armando Rivera, y en Los Cabos estuve a cargo de Seguridad Pública Municipal, en un gobierno amarillo, del PRD.

Y también estuve trabajando con mi general Macedo de la Concha cuando fue procurador general de Justicia.

P.- A ver, dígame de dónde le viene lo de ser un verdadero policía investigador nato; ¿sabe cómo le dicen?

A.- Me dicen El Sheriff; bueno, a eso creo que te refieres, me dicen así por ser muy persuasivo con los detenidos. Pero pienso como Richard Hobart, que es más fuerte la justicia que la legalidad.

Mira, mi padre fue “azul”, pero no del PAN, sino policía de la calle en la Ciudad de México, cuando se les conocía como los azules, por el uniforme; entonces, lo traigo en la genética.

Pero yo estoy muy de acuerdo con el ideal socrático, aristotélico, que el juez por su casa empieza y la justicia es primero; y mi padre fue un policía de calle y en la calle la justicia es primero y la legalidad pues es eso, legalidad.

P.- Ha trabajado en gobiernos de diferentes colores: PRI, PAN y PRD, ¿no ha tenido conflicto de intereses, o mejor dicho, conflictos ideológicos?

A.- No, mi Alex, porque la justicia está por arriba de colores o militancias partidistas, porque la delincuencia no ve colores o partidos. Porque la justicia es el hígado del sistema, que si se cumple bien todo funciona bien. Va desde un accidente de tránsito hasta un secuestro. Entonces, el tema de la seguridad, de la justicia no es de colores ni partidos, ni de berrinches o caprichos de gobernantes.

P.- Eso está bien como concepto, pero tiene en su haber muchas acusaciones, desde violar los derechos humanos de los delincuentes hasta ser acusado de corrupción o de estar coludido con la delincuencia.

A.- Vamos por partes. Te decía que con Enrique Burgos fui director de la Judicial y le cambiamos a Policía Investigadora; enfrenté, con mi equipo, a una policía corrupta, y en su momento, el gobernador apoyó para ir sentando las bases para profesionalizar a la PIM, por eso le cambiamos el nombre, y por supuesto, el pensamiento.

Compramos coches nuevos, esos Topaz, con logos que los identificaban; los elementos ya no pagaban la gasolina, se les dieron mejores prestaciones y se trató de tener un edificio; entonces, considero que si la impartición y aplicación de la justicia está mal desde la etapa investigadora, todo el proceso está mal.

Creamos un nuevo modelo policial, implementamos cursos de capacitación, de formación.

Y bueno, si eso de violar los derechos humanos, la verdad es que no, solo te digo que en mi caso la justicia no es negociable y si me topo entre la legalidad y la justicia, prefiero aplicar justicia.

Pienso que todo responsable de un delito debe ser tratado conforme al delito que cometió, así de fácil, así de difícil.

P.- Entonces, la justicia sobre la legalidad, licenciado.

A.- Es más fuerte la justicia que la legalidad, estoy de acuerdo con eso.

P.- Trabajó con Ignacio Loyola Vera, con quien fue procurador, pero de manera sorpresiva renunció. ¿Fue por el caso de Eustacio Yáñez?

A.- Con el ingeniero Loyola hay agradecimiento porque nos dio la oportunidad de hacer mucho. En ese tiempo creamos el primer grupo antisecuestros; en Querétaro se tenían detectados 8 secuestros, y con este grupo bajamos el índice.

El gobierno de Ignacio Loyola dejó las bases de lo que es ahora la Procuraduría General de Justicia, un proyecto, un programa de crecimiento hasta 2025 que se sigue aplicando, se inició con la construcción del edificio de la PGJ, no teníamos instalaciones, en una extensión de 15 hectáreas, pero se dejó el plan maestro de desarrollo, por eso puedes ver que se van inaugurando otras áreas.

En ese sexenio se realizó aquí en Querétaro el III Congreso Nacional de Prevención del Delito, y Querétaro sembró las bases para lo que es ahora la Ley de Víctimas que acaba de aprobar y publicar el gobierno federal, al organizar el Primer Simposio Nacional de la Víctima del Delito.

Con Ignacio Loyola Vera se dejó la piedra angular de la procuración de justicia en Querétaro; de ahí salió Juan Martín Granados Torres, que fue procurador; Arsenio Durán que fue procurador, Pastor Cabrera, por mencionar algunos. Con ellos creamos, porque fueron mis colaboradores, lo que es ahora la PGJ.

P.- Pero no me dice por qué renunció.

A.- Sí, fue porque no estuve de acuerdo en cómo se quería manejar lo de Eustacio Yáñez; hubo gente que le sembró al ingeniero esa historia del complot, y no, yo no estaba de acuerdo, sabía que se estaba cometiendo una injusticia, y tomé una decisión, que no podía ser parte de una injusticia e ilegalidad y renuncié.

El tiempo aclara las cosas, sabia virtud la de conocer el tiempo, dice Renato Leduc, y Eustacio Yánez cometió solo homicidio culposo, nunca hubo complot, o por lo menos no estuve de acuerdo en eso que le metieron en la cabeza al gobernador.

P.- Y se fue con Armando Rivera, dicen que es riverista.

A.- Otra más, con el licenciado Rivera hicimos un gran trabajo en Seguridad Pública Municipal, tú te acuerdas, ibas a los operativos en las madrugadas.

Con Armando Rivera enfrentamos al narcomenudeo de manera decidida, en coordinación con el Ejército, porque el Ejército es la fortaleza del trabajo de seguridad, por su labor de inteligencia y de operación.

Qué bueno que está ahora con bases en Amealco, en la Sierra Gorda, aunque estoy alejado de los temas delictivos de Querétaro.

En alguna ocasión me acusaron de violar los derechos humanos, pero creamos programas como Calles Seguras, Escuela Segura, Vecino Vigilante, Negocio Seguro; creo que había niveles más altos de seguridad en los barrios que ahora.

En ese tiempo hicimos 15 cateos en una noche en 15 casas de narcomenudistas, y esto sigue; no lo digo yo, ahí están las cifras de adictos en Querétaro.

Entonces, hay narcomenudeo porque se ha incrementado el consumo, no se puede tapar el sol con un dedo.

P.- Hablando de derechos humanos, justicia y legalidad. Cuentan que para rescatar a una víctima de secuestro, actuó con justicia pero sin legalidad.

A.- Si te refieres a la ocasión en que para rescatar a dos secuestrados tuve que negociar con el secuestrador a su madre a cambio de las víctimas, sí es verdad, y no te voy a decir en dónde y cuándo fue.

Ahora, sí cambié con el secuestrador a su madre por las víctimas, y tal vez fue ilegal, pero fue justo, salve a dos víctimas y atrapamos al secuestrador.

Porque a un secuestrador no le puedes decir: ¿me puede acompañar?, está usted detenido. No.

P.- Ahora que llega de Los Cabos lo recibieron con la nueva de que estaba siendo investigado porque le pagaba la delincuencia organizada.

ALA.- Es solo para manchar el prestigio, no hay nada de que me avergüence, ni que ocultar, y es que los delincuentes cuando no agarras el dinero te siembran y te levantan infundios, y en Los Cabos trabajamos fuerte contra ellos.

Estoy exonerado de esas acusaciones y otras, todas falsas.

P.- ¿A qué se dedica, licenciado?

A.- Gestiono recursos del Subsemun a varios municipios de Querétaro y otras entidades, y traemos uno que otro trabajito en el Distrito Federal.

P.- Ya para terminar, es un tipo duro, pero alguna vez se ha llevado los zapatos de otro u otros por delante.

A.- Eso, demon, solo Dios lo sabe; siempre me he portado bien.







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  • Carlos Mier

    Es pura falsedad y pantalla como siempre la policía solo sirve al poderoso y siempre haciendo sus negocios con los que según ellos combaten

    Sábado 24 de junio, 2023

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