Vaya manera de iniciar el 2023, como cada año, con los pagos del predial, tenencias y otros impuestos y gastos que merman la economía familiar; porque es una realidad que la llamada cuesta de enero se prolonga todo el año.

Al margen de los gastos económicos, incluidas inscripciones escolares, uno de los problemas que diariamente tenemos que sortear los ciudadanos es el de la movilidad, en todas sus vertientes.

Uno pensaría que la movilidad tiene que ver solamente con logística, o inversión estatal; pero no, este 2023 iniciamos la materia con una nueva dependencia, la Agencia de Movilidad, que sin analizar aprobaron los diputados locales al final del año pasado.

Bien a bien no se sabe cuáles van a ser sus funciones, esperemos que no se convierta solamente en una Agencia de Colocaciones de “políticos” que no alcanzan o alcanzaron “hueso”, como lo es la Comisión Estatal del Agua (CEA).

No se sabe el alcance real de la nueva dependencia, lo que sí se sabe es que va a administrar una lanota que proviene del “paisajes” dice el pueblo, pasajes dicen los chafiretes, y esquilmos para los empresarios.

Se estima que el recaudo del transporte público que administrará la Agencia de Movilidad, a través de un fideicomiso, sea equivalente a los 300 mil ascensos diarios que registra el IQT actualmente, refirió Gerardo Cuanalo, director general de la dependencia estatal.

300 mil pasajes, a 11 pesos, representa un ingreso mínimo de 3 millones 300 mil pesos diarios; eso solo por concepto de los ascensos que dice Cuanalo, que yo digo que son unos cien mil más; pero bueno, él tiene esos datos.

Mínimo son mil millones anuales lo que representa el negocio del transporte urbano.

Pero no es todo, porque como dije líneas arriba, no se sabe cuál van a ser el total de funciones de la Agencia de Movilidad, porque si va a regular todo el transporte público, anote usted lo siguiente.

De acuerdo con el IQT, existen 9 mil 999 –10 mil– concesiones de transporte público y especializado turístico vigente en el estado a las que se les concedió una ampliación de plazo para realizar su refrendo anual, así como la revisión física y mecánica correspondiente al ejercicio fiscal 2022.

El decreto refiere que se ordenó la ampliación de la convocatoria con la finalidad de permitir el acceso a los concesionarios registrados para la prestación de servicio público; así como derivado de las actividades propias, particularmente en lo que respecta a la implementación del nuevo modelo de transporte, la atención ciudadana ante el IQT y con el objetivo de dar cumplimiento a las obligaciones que marca la “Ley de movilidad para el transporte del estado”.

En términos llanos, son 10 mil concesionarios del transporte que tendrán que refrendar su permiso: taxis, camiones urbanos y semiurbanos, taxivanes, etc., tendrán que pagar su refrendo, al margen de pagar la tenencia vehicular.

Una duda que se tiene: las concesiones de taxi las daban en la Secretaría de Gobierno al igual que las notarías, no sé si ahora sigue igual o será la Agencia la que se agencia ese derecho.

Pero independientemente de eso, es otra lanota que me supongo se emplea en mejorar la movilidad. ¿O no lo cree?

Pero no es todo, aún hay más, diría el clásico; porque al final del año pasado se puso en marcha un “nuevo” modelo de transporte. Cuanalo y compañía descubrieron el hilo negro y el agua tibia y pusieron en manos de una “nueva empresa” más concesiones de transporte.

Se trata de 30 taxis de ruta y 10 camionetas tipo van que el sábado 17 de diciembre arrancaron en La Pradera la segunda etapa de estandarización de frecuencias del transporte público, en el que se suma un nuevo concesionario,

Las nuevas rutas locales, que son la L-103, L-104 y L-105, aceptan pago únicamente con tarjeta y se estará privilegiando el transbordo de forma gratuita.

La empresa Enteq –no se sabe quiénes son los socios o el dueño– opera las camionetas que ingresaron en la zona de Zibatá, Zakia y La Pradera, tiene un permiso “temporal”.

Dicen que la empresa es queretana y está a prueba para prestar servicio en nuevas rutas y la justificación para que operen con un permiso es debido a la demanda que hay en la zona, que es real, pero la propuesta no creo que sea la solución, lo que sí es real es que es un buen negocio, pero el tiempo lo dirá.

Podemos seguir dando más información respecto a lo del transporte público, por ejemplo que en Corregidora opera un sistema de transporte municipal sin el permiso del IQT, y que no paga refrendos aunque sea operada por particulares con dinero del municipio, y así nos iríamos a lo que pasa con el transporte suburbano: el de Tlacote, El Marqués, etc.

Lo que nos resta es señalar que, aparentemente, y digo aparentemente, o en la imaginación gubernamental, el tema del transporte urbano para este 2023 está resuelto con la creación de la Agencia de Movilidad, por lo menos en lo que respecta a la recaudación para ellos sí; para el usuario, sigue esperando a que pasen las rutas hasta una hora, un pequeño detalle que no inquieta a los funcionarios.

Y del tema de la circulación, después hablamos.

¿Usted qué cree?

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