Arrancamos este 2023 con todo, en lo local y en lo nacional, en lo político-electoral principalmente, pero sin dejar de lado asuntos que afectan o benefician directamente a los ciudadanos.

En esta primera columna de este 2023 solamente dejaremos en la mesa de discusión tres temas locales que poco a poco los iremos desarrollando con mayor detalle.

Obvio es que este 2023 estará marcado por el inicio del proceso electoral que da pie, primero, a las especulaciones sobre los candidatos al Senado por Querétaro, a la presidencia municipal de Querétaro, y de los diputados federales; pero en el fondo está el tema, principalmente, de la madre de todas las elecciones: las del2024 a presidente de la República.

Otros dos temas que de una u otra forma incidirán directamente en el ánimo electoral de los ciudadanos tiene que ver con la movilidad: el asunto de 5 de Febrero, del transporte público en sus diferentes vertientes.

Vaya manera de arrancar el año, con el asunto del agua, con el desliz del titular de la CEA que dio a conocer que el Acueducto II está concesionado, nadie lo sabía, creo que ni los diputados que le aprobaron en su momento al entonces gobernador panista, Francisco Garrido Patrón, tema que estuvo oculto dos sexenios, toda una sorpresa de la que hablaremos con calma, y por supuesto, del proyecto Acueducto III, que ya está en marcha.

No son todos los asuntos sociales que afectan la vida cotidiana de los queretanos, no; está el asunto de la inseguridad, o de la corrupción en algunas presidencias municipales, que no son temas menores; pero los más inmediatos están a la vista, tal vez puedan ser opacados con algunos cambios en el gabinete estatal, que ya se trabajan y operan.

Hoy solamente les dejaremos un posible escenario nacional, que de alguna manera derivará y determinará el escenario local. No hay manera de pasar a segundo plano la inseguridad, la economía y la salud en el año que inicia. Pero un tema que debemos tener en la máxima atención y que nos va a tener muy ocupados es el electoral.

A pesar de todos los pesares, el presidente Andrés Manuel López Obrador inicia el año con mayor aceptación nacional: 61.3, un punto más según la evaluación semanal de Consulta Mitofsky.

Sin embargo, Querétaro es uno de los estados en donde tiene menor aprobación (lugar 24 del país) con 52%.

Un nada despreiable 52% de aceptación.

Con esos números no solo se darán las definiciones de los partidos sobre quiénes encabezarán sus proyectos para 2024, lo cual va a tener tintes de máscara. La cuestión estará también en saber en qué va a acabar el cuestionado proyecto de la Reforma Electoral en su versión de Plan B.

Independientemente de su reciente aprobación, con polémica entre los satélites de Morena como es el caso del muy veleidoso y convenenciero Partido Verde, veremos cuál es el rumbo de las cosas en función de la gran cantidad de amparos que se advierte presentará la oposición y según se empieza a saber, también particulares.

Este va a ser el gran tema de 2023, porque en función de lo que se acabe por decidir, se va a establecer el desarrollo del proceso electoral de 2024. Tantas propuestas de cambio hacen pensar en el tipo de inquietudes que pudiera tener el presidente sobre las elecciones.

Querer tener de alguna manera el control del instituto es regresar el tiempo, cuando el gobierno hacía las elecciones para acabar determinando quiénes eran los ganadores y perdedores; estamos ante la eventualidad de un retroceso histórico.

Y en lo nacional, la oposición sigue perdida, pasmada, sin liderazgos, sin candidatos. Pobre.

En lo local es diferente: el PAN aventaja con 12.7 puntos a Morena en carrera por el Senado.

Eso dice la última encuesta que se levantó este año en Querétaro para medir las preferencias electorales rumbo al Senado, la misma casa encuestadora que asegura la popularidad de AMLO.

El PAN se afianzó en primer lugar con una diferencia a su favor de 12.7% sobre el segundo lugar, Morena. Es verdad, 12 puntos ni son muchos ni pocos, es una ventaja, reversible sí, pero al fin una ventaja.

En dicha medición el PAN marcha a la cabeza de los estudios de opinión con 40.0%; mientras que la segunda posición, nos refieren, es para Morena, con 28.3% y en un lejano tercer lugar se ubica el PRI, con 7.9% de las preferencias; muy cerca, con 5.2% aparece la opción de voto por otros partidos, y el 17.6% de los encuestados respondió que todavía no decide su voto.

Recordemos que estamos a casi año y medio de la elección de 2024, pero ya los partidos van preparando el terreno.

En la referida encuesta, al interior del PAN y entre la ciudadanía, el aspirante que lleva la delantera es el alcalde capitalino, Luis Nava, con 33.8%.

Un personaje que causa lástima es el edil de Corregidora, Roberto Sosa, que cuenta solo con 10.2%, pero solo el que ha comprado con dinero público al interior de su partido, entre la ciudadanía no figura ni parece.

En Morena, Santiago Nieto lleva una ventaja cómoda con el 30.0% y en la segunda posición va el senador, Gilberto Herrera, con 19.9%.

En el PRI aparecen el exgobernador, José Calzada, y Abigaíl Arredondo, que son lo mismo pero no iguales, van por la postulación, aunque no creo que la logren.

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