Decía el boletín de prensa que “a invitación de los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el presidente municipal de Querétaro, Luis Nava, expuso el trabajo de planeación que al corto, mediano y largo plazo se procura para cumplir los objetivos del desarrollo sostenible y tener una ciudad bien planeada y con un rumbo claro: una mejor calidad de vida para toda la población”.
Según fue en un conversatorio organizado con motivo de la presentación del libro digital “La Nueva Agenda Urbana Ilustrada”, habló del Plan 2031, el Plan Q500 y el Plan Municipal de Desarrollo.
Solo por mencionar a otros personajes que nada tienen que hacer en la FIL de Guadalajara, igual que Luis Bernardo Nava, como Miguel Ángel Osorio Chon: ambos nuevos valores de la literatura; o el mismo Santiago Nieto, que por lo menos sí presentaron un libro, no solo un programa de gobierno municipal.
¿Cuánto pagó el municipio de Querétaro para que le abrieran un espacio a Luis Nava?
Lo preguntamos porque el edil queretano no es escritor y el “ensayo” o “ponencia” sobre desarrollo sostenible tampoco creemos que sea como para que le dieran de gratis el espacio.
Y lo preguntamos porque en la FIL de Guadalajara son las grandes e internacionales editoriales las que pueden pagar los mejores stands dentro de dicha feria, y por lo tanto, las presentaciones de libros editados por ellos, y no creemos que ninguna editorial haya publicado o le interese promover algún escrito del municipio, menos sus planes o programas sobre desarrollo sostenible, que ni en Querétaro se conocen.
Los espacios en la FIL de Guadalajara suelen tener un costo de entre 211 y 245 dólares por metro cuadrado siendo el espacio mínimo para rentarse de 8 metros cuadrados, de acuerdo con un reportaje de Karla Trejo titulado “FIL Guadalajara: Los números y billetes que la rodean”, publicado hace unos días por RegeneraciónMx; y es que, tal y como lo dijo el presidente de la feria durante el evento inaugural, “es momento de mostrar espíritu de cuerpo con la industria editorial y la cadena de libros.”.
Quizás le faltó hacer una ligera precisión del espíritu de la supremacía de la industria editorial y la perversión política de la FIL, a donde ya va a “exponer” cualquier funcionario público, cualquier político que pueda pagar para que lo “vean” entre “intelectuales” y “escritores”.
Es importante cuestionarnos: ¿por qué los costos?, ¿para quienes pagan y tienen más voz o más tiempo en sus presentaciones?
Habría que preguntar a Luis Nava qué tanto aporta a la cultura en Querétaro su presentación en la FIL y qué tanto los actores principales de este macroevento salen ganando con las aportaciones culturales que hizo el edil.
Y es que desde hace tiempo, en estos eventos culturales y humanísticos, igual que en Querétaro, lo que menos importa son la cultura y los autores.
Quizás es hora de repensarnos y replantearnos nuevas formas de acercarnos a la literatura, a las artes en Querétaro, en donde realmente los autores puedan tener una resonancia de sus voces, de que sean ellos los que nos representen realmente y no solo se use el evento para la promoción política del edil, que no se usen solamente de “turismo político cultural” los recursos públicos.
07
Dic 21
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