No llueve en Querétaro, es julio y no llueve; estamos en una sequía prolongada, como si fatalmente fuera un presagio del futuro de la entidad: Querétaro sin agua.

Ya pasó el cordonazo de San Juan, cuando tradicionalmente llovía porque lluvia; pero ahora no cayó ni gota de agua, por ahí se regó un chisguete y ya.

La mayoría de las presas y bordos en Querétaro se encuentran entre un 15 y 20% de almacenamiento en promedio.

Lo que viene es que esta crítica situación sea vista desde el gobierno estatal como una oportunidad, un reto, y se resalte y adelante la importancia de la construcción del Acueducto III, con lo que se garantiza el agua para los siguientes 50 años, según dice en el proyecto.

Crisis hídrica es lo que provoca la falta de lluvias, y el acaparamiento del agua, por ello Querétaro tendría mayores problemas de abastecimiento de agua en cinco o seis años, como sucede en Nuevo León y otras entidades.

Es real: si no se hace nada para mejorar el abastecimiento de agua, Querétaro podría vivir, en seis años, los mismos problemas de suministro de agua potable que hoy tiene el estado de Nuevo León.

Aunque el tema de la sequía, del problema del abastecimiento que ya llegó lo mismo a Bernal, pueblo mágico porque desapreció el agua como por arte de magia, como a Santa Bárbara, como a Jurica y Juriquilla, por mencionar algunos ejemplos.

Mientras, el titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA) advierte que el problema del agua en Querétaro es agudo, a tal grado que nos puede llevar a la situación que vive Nuevo León, su compañero de partido y de gabinete, el titular de la Sedea, dice lo contrario.

Hay quienes de manera irresponsable soslayan la situación, y a pesar de que las presas en el estado están en niveles bajos y se han empezado a tener problemas por el abasto de agua potable, la Sedea desestima que en Querétaro pudiera presentarse una problemática como la de Nuevo León, en contraposición a lo que diagnostica la CEA.

Mientras los funcionarios se contradicen, la realidad es que las presas están a menos del 30 por ciento de su almacenamiento.

Así, por ejemplo, el descenso de agua en las diferentes presas del municipio de San Juan del Río se mantiene de forma acelerada, situación que pone en riesgo el abasto del recurso natural entre el sector agropecuario ante la falta de lluvias y altas temperaturas.

Mediante un comunicado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) Querétaro dio a conocer que el nivel de almacenamiento en la presa Constitución de 1917 es del 21.8%, La Llave se encuentra al 29.6%, El Coto al 32.3%, Puerta de Alegrías al 32.5%.

La agricultura de temporal se encuentra en alerta, la sequía de severo paso a extremo en los últimos meses, provocando que entre este sector se haya sembrado solo el 2% del total de superficie que tradicionalmente se destina para este fin.

En San Juan del Río, por ejemplo, se lo dio a conocer por el presidente de la Unión de Organizaciones del Campo del Estado de Querétaro (Unoceq), Francisco Perrusquía, que este año solo se tienen sembradas 224 hectáreas de las 12 mil 123 que se tienen para el ciclo agrícola primavera verano en el municipio sanjuanense.

Y hay gente sin conciencia del grave problema y llama la atención que un “ejido secó el bordo” en Juriquilla.

La triste noticia es que debido a “una invasión de tierras por parte del mismo ejido” se vació el bordo que se encuentra en las inmediaciones de Cumbres del Lago, en la zona de Juriquilla, en la capital queretana, informó la titular de la Sedeso, Tania Palacios.

Es decir que el Lago en Juriquilla fue secado intencionalmente por ejidatarios, reconoció la secretaria de Desarrollo Sostenible en el municipio de Querétaro, Tania Palacios Kuri, quien informó que un bordo localizado en la zona de Juriquilla fue secado intencionalmente por ejidatarios, quienes invadieron la zona para abastecerse.

Claro, la denuncia la hacen empresarios de la lujosa zona, dueños de restaurantes que se ven afectados porque sus comensales no tienen una linda vista al lago, no porque les importe el tema del agua.

Pero la falta de agua ya afecta lo mismo a Bernal que a ciertas zonas de Corregidora, o a muchas colonias populares.

Así, mientras le bailamos a Tláloc para que llueva y tengamos agua para todos, esperamos el anuncio de la ejecución del Acueducto III, y obras hídricas que son apoyos desde el Palacio Nacional, por AMLO, que ya aprobó 700 millones de pesos para Querétaro, para esas obras.

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