Las encuestas publicadas rumbo a las elecciones en el Estado de México y Coahuila dan ventaja a Morena. Las oposiciones deben tener los focos rojos prendidos ante los comicios de 2023. Juntar membretes no necesariamente suma votos, eso lo saben en la Alianza Por México.

La oposición debe construir una narrativa que motive a la población a votar. Altos índices de participación pueden dar paso a victorias electorales de la oposición.

El Movimiento Regeneración Nacional, Morena, anunció hace dos semanas la celebración en septiembre de un congreso que renovará todas las estructuras del partido –salvo la presidencia y la secretaría general, aún vigentes– para preparar el ciclo electoral de 2023 en el Estado de México y en Coahuila y las presidenciales de 2024.

Eso va acompañado del proceso de sucesión de la Presidencia de la República, la crónica de una carrera adelantada a la que ya se han lanzado varios “morenos y morenas” de primera línea como el canciller Marcelo Ebrard; la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y aunque no lo juntan, él se apunta, Ricardo Monreal, o el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

La campaña interna adelantada en Morena ha levantado suspicacias sobre la posibilidad de que los aspirantes empiecen a jugar por su cuenta y el partido pueda salir perjudicado y se dé una desbandada de militantes.

Primero, aunque refrendó su militancia en Morena, el senador Ricardo Monreal Ávila advirtió que el límite de su permanencia en el partido es la dignidad: “Si se me sigue excluyendo, nada tengo que hacer” en esa organización, puntualizó.

“Yo espero que la dirigencia del partido corrija y en el futuro no me excluya de la participación y de mi consideración de que, pese a que no sea mencionado en el club de los señalados, no sea incluido en el club de los elegidos desde las mañaneras; aún así, he decidido participar”, subrayó el senador, aunque no dijo por qué partido.

Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio a conocer que buscará ser el candidato de Morena a la elección presidencial en 2024.

Según el canciller, él es “una corcholata reconocida” a la que “el presidente ya destapó cinco veces, en las mañaneras”, por lo que afirmó que “ya ustedes me pueden considerar que estoy destapado”.

Inmediatamente el queretano Santiago Nieto, extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), anunció que apoyará al canciller Marcelo Ebrard para la elección interna de Morena por la candidatura presidencial para las elecciones de 2024.

“Estaré trabajando en el proyecto del canciller Ebrard, creo que es una gran oportunidad para el país para mantener las políticas sociales del presidente López Obrador”, indicó Nieto Castillo tras el evento del pasado domingo en Guadalajara, Jalisco.

Santiago Nieto también manifestó que Morena ganará el próximo año la gubernatura del Estado de México, con lo que el partido se hará de los mayores padrones electorales del país y lograrán posicionarse en los comicios federales.

Santiago Nieto ha sellado su destino atándolo a la suerte de Marcelo Ebrard.

En el escenario político electoral para la sucesión adelantada se puede vislumbrar un pacto, un acuerdo entre Ebrard y Monreal, en el sentido de que si ninguno de los dos son los elegidos de AMLO, podrían migrar a otro partido y de alguna manera ser candidatos.

Ese partido bien podría ser Movimiento Ciudadano, pues tanto Ebrard como Monreal tienen buenas relaciones con Dante Delgado, el dueño de la franquicia.

Claro que se tendrán que poner de acuerdo para ver qué ganaría Movimiento Ciudadano, y su hasta ahorita casi seguro candidato a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio Riojas, que no tendría inconveniente porque su juventud le da para esperar 6 años más; mientras, podría ganar ya sea posiciones en el gobierno federal o una senaduría.

El acuerdo Ebrard-Monreal-Dante impactará a Querétaro, donde seguramente Santiago Nieto llevaría mano para la candidatura al Senado, por el momento por Morena, si Ebrard es el candidato.

Si Ebrard no se va de Morena, como seguramente sí lo hará Monreal, y no es candidato, seguro es que el canciller pedirá posiciones para su gente, en este caso para Santiago Nieto y para Arturo Maximiliano García.

Aunque el senador Gilberto Herrera tiene el derecho que le otorga la ley de la reelección, ello depende de Ebrard y de Claudia Sheinbaum, es decir, depende de AMLO.

También anoten que si el candidato por Movimiento Ciudadano es Monreal o Luis Donaldo Colosio Riojas, y ya sin Ebrard de por medio, se abre la posibilidad para que un político de tiempo completo como Jesús Rodríguez pueda jugar por la senaduría.

Chucho Rodríguez, un ave de tempestades, viene dialogando con Dante Delgado y tiene comunicación con Ricardo Monreal; y aunque está fuera del PRI local, sigue adentro, y no quita el dedo del renglón en su afán de buscar alguna candidatura de alto nivel, como el Senado. Pero igual, si no se le da, eso no le quita el sueño, porque tiene mucho que ganar y nada que perder.

Sin descartar que el mismo Pancho Domínguez pueda ir por el partido naranja, eso va a depender de cómo se muevan las cosas en el PAN.

Aunque todo esto pasa principalmente por los resultados electorales de 2023 en el Estado de México, si Morena no gana ese estado, la oposición, principalmente el PRI, resurge y el PAN se fortalece, y dicen en el barrio, entonces sí hay tiro para el 24.

Otro resultado, que gane Morena, se desgrana la mazorca y la oposición no tiene nada que hacer y surgirán las candidaturas alternativas en otros partidos como Movimiento Ciudadano, que ya se ve como el ganón, pase lo que pase en el Estado de México, donde es competitivo con Juan Zepeda, y desde el laboratorio electoral del país, sin ganar la gubernatura, se caerían para arriba, convirtiéndose en factor para el 24.

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