Sucia participación e intromisión de López Obrador en el proceso electoral, intentando rescatar a su candidata que se ha estancado en las preferencias y tendencias electorales.

El presidente ideó una serie de iniciativas de ley eminentemente populistas, en espera de la aceptación “popular”. Sabe que legislativamente son inviables ante la falta de votos en las cámaras legislativas.

Sin embargo, espera que el engaño le dé votos a su movimiento; quiere ganar el mayor número de cargos de elección popular que pueda. Maniobra evidentemente fraudulenta. Esa es la verdadera intención de López, siempre acostumbrado al fraude.

AMLO, en su diaria campaña de proselitismo, no se cansa de mentir y engañar a la parte ignorante del pueblo que sigue creyendo ciegamente en sus propuestas de gobierno, y de paso, lo ilusiona con propuestas engañosas.

El “candidato esquirol” López Obrador lanza propuestas cual candidato en tiempos de campaña, mismas que son replicadas por su candidata; la dupla caduca. Uno aprovecha la tribuna presidencial, emplea recursos públicos con la pretensión de engañar al futuro elector con propuestas que conllevan la inviabilidad presupuestal. La otra simplemente las replica. ¿Cuántas de las propuestas de campaña de 2018 se quedaron sin cumplir? La mayoría de ellas, sobre todo aquellas de mayor envergadura como la de inseguridad y salud universal, que las empeoró.

AMLO ha logrado simpatías por medio del engaño y “billetazos”, a pesar del fracaso de su gobierno. Ahí está la clave, comprar voluntades con el dinero público, aunque el país esté peor que hace poco más de 5 años.

Bien, una de sus últimas ocurrencias electorales, el otorgamiento del 100% de pensión o jubilación para todos los trabajadores. ¿A qué trabajador a punto de obtener el derecho no le agrada la propuesta? A todos. ¿Es viable financieramente? ¡No! Al menos de acuerdo a las condiciones del país.

Ante la escandalosa propuesta electorera, la clase patronal puso el grito, dado que ello implicaría aumentar las cuotas patronales de participación al IMSS. Para calmar los ánimos de los patrones, López ofrece “apoyarlos” con más recursos públicos de parte del gobierno. Así se la ha llevado el candidato sin candidatura, ofrece y no cumple. Inentendiblemente promesas populistas gustan a sus fanáticos seguidores, sobre todo si se trata de “joder” a unos y beneficiar a otros. Sigue en marcha la trasnochada, teórica y fracasada “lucha de clases” de la izquierda que no ha dado resultado en ningún régimen comunista.

Esta vez la trampa, promesas de campaña, no se sostiene en igualar a cualquier país europeo en la cuantía de las pensiones; mucho menos en el porcentaje de las aportaciones de trabajadores y patrones. No. Simplemente una “buena” ocurrencia de fin de sexenio en época electoral. ¿Coincidencia? ¿Por qué no lo hizo al inicio de su sexenio?

Ningún gobierno de cualquier país del primer mundo está en posibilidad de otorgar el beneficio que López propone con una evasión fiscal de al menos el 50 por ciento. El gobierno francés de Emmanuel Macron, en abril de 2023, aprobó una reforma legal para ampliar el número de años para alcanzar el derecho a la pensión, lo cual levantó una revuelta social. ¿Razón? Las pensiones ahogan las finanzas del gobierno. En todos los sentidos los franceses están mejor que los mexicanos. ¿Entonces? Vanas promesas de miedo.

Para los futuros pensionados resulta un atractivo electoral. Y si la oposición la rechaza, AMLO presume un voto de castigo a la creciente oposición. Esa es la verdadera intención del tramposo presidente.

Durante el sexenio de AMLO el PIB lo derrumbó. No hubo el crecimiento que prometió, superar a sus rivales; por el contrario, se vino abajo, literalmente lo tiró. Menos ingresos proporcionalmente con la economía de México. ¿De dónde pretende obtener dinero el gobierno? Obvio, el problema será para otros, no para la administración de la transformación, esa dejará endeudado al país como ningún otro gobierno lo hizo.

El resto de las propuestas electorales del presidente, revestidas de iniciativas de reforma, corren la misma suerte, son solo atractivos para “cachar más votos” ante el estancamiento de su candidata y la división que han generado en todos los estados con la repartición de las candidaturas. ¿Los perjudicados? Serían los mismos mexicanos, aquellos a los que pretende cambiarles espejitos por collares de oro.

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