La ponencia del ministro Juan Luis González Alcántara propone otro revés para López Obrador, declarando la inconstitucionalidad de otro de tantos actos aberrantes de la administración de la 4T, que la Guardia Nacional no debe depender ni operativa ni administrativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional. ¡Por demás obvio!

La impertinencia de continuar violando la Constitución por parte de AMLO es contumaz. La misma Constitución determina, prescribe en su redacción del párrafo 10 del artículo 21, que la Guardia Nacional es un organismo de carácter civil. Además, dicha corporación depende de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

Aunque la señora Rosa Icela Rodríguez, secretaria del ramo sea una inepta para procurar seguridad y protección ciudadana, eso no implica que el presidente viole la Constitución y haya asignado la dependencia a la Guardia Nacional, a la Secretaría de la Defensa Nacional. El mismo general carece de los conocimientos para esa función, no es lo mismo capacitarse para militar que para policía. Son profesiones diametralmente diferentes, aunque a López le parezcan semejantes.

AMLO se justifica en que, la Guardia Nacional corre el riesgo de pervertirse en manos de civiles. Así de rupestre e ignorante es el pensamiento del presidente.

Si no sirve Rosa Icela para el cargo, que de hecho es incompetente, simplemente la sustituye. Viene a la memoria la renuncia del Secretario de Comunicaciones, en julio de 2020, por abusos de su jefe inmediato. Lo único que puede reconocerse a Javier Jiménez Espriú, entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, fue renunciar al cargo cuando el obcecado de López Obrador, cedió las funciones de aduanas y puertos a las Fuerzas Armadas, no siendo competencia militar. Otro acto inconstitucional que debiera ser sancionado por quebrantar el marco constitucional.

El abusivo de Manuel López Obrador adelantó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, según su ignorante criterio constitucional, cometería un “error garrafal” al declarar inconstitucional el traspaso, que él decretó, de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. La idea es regresarla a donde corresponde, resarciendo el daño a la Constitución.

En la mañanera AMLO comentó: “Falta todavía ver qué van a resolver los ministros de la Corte, porque está todavía en proyecto este asunto, se va a votar pues creo que hasta la próxima semana y ojalá lo piensen bien. Si declaran inconstitucional la ley en la materia y se impide que la Guardia Nacional dependa de la Sedena va a ser un grave error, un error garrafal” ¿Error garrafal restañar el daño a la Constitución?

Y el irresponsable de López Obrador siguió pujando en su mentira y terquedad: “Sería muy irresponsable, deveras un daño al país. Y si fuese así, si resolvieran los ministros que no debe la Sedena hacerse cargo de la Guardia Nacional, como sucede en otros países, vamos, nosotros de todas maneras, a cuidar que no se eche a perder, pero es muy importante inscribirla en una institución sólida, que es un pilar del estado mexicano, la Secretaría de Defensa” ¿Qué tiene que ver la Sedena con funciones civiles? Nada. Hace muchos años que, desde la Constitución se definió con meridiana claridad las funciones castrenses y las policiales. Son una latente inquietud para los autogolpes de Estado. Toda la fuerza policial civil en manos de militares.

Según el inepto en materia jurídica de López, el proyecto a cargo del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá donde prevé se declara inconstitucional la transferencia operativa y administrativa de la Guardia Nacional al Ejército sería un “error garrafal”. Por supuesto, es contraria a la Constitución dado que su conformación constitucional establece que pertenece al ramo de la Seguridad Pública y ésta es de carácter eminentemente civil.

Pero, AMLO se entregó de plano a los brazos de las Fuerzas Armadas, a quienes les ha encargado un sinnúmero de funciones civiles, ajenas a su competencia constitucional. De soldados a empresarios. De procurar la defensa de la soberanía nacional directo a la administración de aduanas, puertos, aeropuertos, construir vías de ferrocarril. Funciones de naturaleza civil a las que desconfía el presidente y las cede a los militares ¿Militares impolutos?

En su acostumbrado divagar mañanero, AMLO reiteró que los señalamientos sobre una supuesta militarización del país carecen sustento además de que dicha institución no pierde su carácter civil pues están bajo su mando ¡Por favor! Así de truculento es el razonamiento del presidente. Insistió: “Acerca de que se va militarizar el país eso no tiene sustento, lo he dicho aquí varias veces, eso puede aplicarse en otros países, se militarizaron los países del cono sur, el ejército mexicano es otra cosa”. No podía faltar la retórica de la mentira: “Aquí los militares de más alto rango, los militares de división no pertenecen a la oligarquía, no son potentados, la mayoría son hijos de comerciantes, obreros, comerciantes, mecánicos, profesionales, gente de bien, el ejército es pueblo uniformado”. Su mezcla deformada de la política y la militarización.

¿AMLO quiere militarizar más al país? ¿Así se sentirá más seguro en las elecciones del 2024?

¡El pleno de la SCJN tiene la obligación de declarar la inconstitucionalidad de los atropellos y abusos de AMLO!

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