Claudia Sheinbaum tendrá que buscar mayores ingresos presupuestarios para aguantar la pesada carga que significan los programas sociales que le heredó el gobierno de la 4T, además de aquellos que inventó para garantizar la permanencia de clientela y permanencia de la base electoral de su partido.

De acuerdo a sus políticas de recaudación fiscal, si bien no hubo reformas fiscales, determinarán que endurecerán la fiscalización para aumentar la masa fiscal; sean o no deudores, irán en contra de los mayores contribuyentes para exprimirlos. Habrá que tener cuidado con las declaraciones de impuestos, cualquier pretexto será bueno para saquear los bolsillos de los contribuyentes.

No hay ni habrá política fiscal para los no contribuyentes, esos seguirán libres y sin problemas. Los cautivos seguirán siendo los que aporten más al ISR y la clase empresarial, desde los pequeños hasta los grandes contribuyentes.

AMLO también le dejó una pesada carga económica y financiera con las empresas que crearon y solo generaron gastos. Tal es el caso del Tren Maya, la tubería militar Mexicana de Aviación que costó al erario 815 millones de pesos y desde diciembre del 2023, solo genera pérdidas, el aeropuerto militar de Santa Lucía, la empresa de litio, gas bienestar, la mega farmacia -solo por el local, no por los medicamentos en su almacén-, la refinería Dos Bocas que no se termina de construir, etcétera; Además, tener que pagar la deuda que generó la destrucción del frustrado aeropuerto de Texcoco, de poco más de 300 mil millones de pesos.

La pesada carga financiera y económica dolosamente genera que, partidas presupuestables sensibles como a la educación oa la salud, se siguen viendo afectadas desde el sexenio pasado y en este gobierno no es la excepción. Pero, mientras la clientela política sigue recibiendo dinero de los programas sociales, poco o nada les importa si hay recursos públicos para el pago de las mismas.

De acuerdo a las iniciativas de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos para el año 2025, es evidente que no les alcanza el dinero de la recaudación, en comparación con el gasto. Habrá enorme déficit, aproximándose al millón de millones de pesos. El discurso oficial de la austeridad solo es eso, simple retórica; en los hechos, gasta y han gastado mucho más que los gobiernos anteriores.

Las millas de millones de dólares gastados en las obras emblemáticas del sexenio pasado, el irresponsable derroche de los recursos públicos llevó al gobierno de AMLO a incrementar la deuda en varios millones de millones de pesos. Son un peligro.

Claudia Sheinbaum enfrentará serios problemas presupuestarios para el 2025.
El gasto, sin embargo, para la Secretaría del Bienestar -para programas sociales- se eleva exageradamente.

El Secretario de Hacienda, al cierre de este año prevé un déficit fiscal del 6% del PIB, el más alto en los últimos 36 años, equivalente a 1,8 billones de pesos, de acuerdo a expertos financieros.

La iniciativa de presupuesto de egresos presentada la semana pasada por Rogelio Ramírez de la O, considera un super gasto de 9,2 billones de pesos. En tanto que, los ingresos por recaudación rebasan poco más de los 8 billones. Esto significa que tendrán un déficit. Es un problema.

El irresponsable de AMLO, quien prometió no pedir préstamo alguno, al final incrementó la deuda pública en 6.6 billones de pesos. En el año que terminaron los diputados irresponsables le autorizaron otro endeudamiento por 1,9 billones de pesos.

No hay dinero. De ahí que el gobierno de la presidente Sheinbaum lanzó al mercado internacional bonos por 18 mil millones de dólares en octubre pasado. López Obrador le vació las arcas; además, terminó con todas las reservas y endeudó al país, gastó más de 60 mil millones de los fideicomisos; al final de su mandato, robó de los Afores de adultos mayores, 40 mil millones de pesos. Nunca le fue suficiente el dinero, gastó como nunca nadie antes.

La Secretaría de Hacienda tuvo que promover el refinanciamiento de deuda que estaba por vencer por 47 mil, 497 millones de pesos; la deuda se refinanció, no se pagó, fue diferida. Habrá que pagar más intereses por mayor tiempo el financiamiento.

Sin duda que la política del populismo continúa para el año 2025. El gobierno destinará más dinero a los programas clientelares; se incrementan para cumplir compromisos de campaña, tal es el caso de nuevos programas como las nuevas becas Rita Cetina, así como bienestar casa por casa o el apoyo a mujeres entre 60 y 64 años. Además del dinero para adultos mayores y jóvenes construyendo el futuro. Estos programas de “carácter clientelar” necesitan de 835 mil, 707,5 millones de pesos. En poco tiempo será un billón de pesos.

Mientras que, la Asociación México-Evalúa, pareció que hubo recortes en salud, educación y seguridad. El gobierno de Claudia Sheinbaum va por la misma ruta: mayor gasto y menos ingresos. Por eso el déficit presupuestal previsto para el año siguiente. Por si no fuese suficiente, a las empresas del Estado se les seguirá inyectando presupuesto público, como a Pemex, 136 mil millones de pesos para pago de deuda; a CFE más subsidios; exenciones de impuestos a quienes solo ofrecen pérdidas. Por ello eliminaron el subsidio a las gasolinas, hay se paga 25 pesos por litro.

AMLO dejó quebradas las finanzas del Estado, aumentó la deuda y Sheinbaum tomó la misma ruta populista del déficit fiscal, más financiamientos y gastos infructuosos en perjuicio de los mexicanos. ¿Cuánto tiempo más aguantarán las finanzas del Estado los programas clientelares?

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