Con el cinismo que caracteriza al senador Ricardo Monreal Ávila, quien aún no reciben las minutas proyecto de decreto de las iniciativas presidenciales, ya anuncia que las aprobarán como se las envíen. El perdedor no quiere contradecir al promotor de las 20 iniciativas.

Ese camino ha provocado que, al menos, en un par de ocasiones la SCJN haya declarado la inconstitucionalidad de todo lo que aprueban sin análisis, sin estudios y sin derecho a las oposiciones de conocer y discutir el contenido de las iniciativas.

Por lo pronto, la oposición ha expuesto algunas deficiencias de varias de las iniciativas; expresando que pueden acompañar algunas de ellas; pero, definitivamente otras no las aprobarán.

Todos coinciden, incluso el cínico presidente, quien así lo reconoció, el paquete encierra la intención política electoral para que sean temas de discusión y el “pueblo” respalde las inviables, pero populistas, iniciativas.

Algunas de ellas deberán ser desechadas de plano, como se dice en materia de litigio, por ser frívolas e improcedentes. Sin necesidad de estudio se rechazan ¿Cuáles? Todas aquellas que se relacionan con el tema electoral, con el Derecho Electoral. La Constitución impide aprobar cualquier iniciativa en la materia y darle vigencia cuando se avecina un proceso electoral y resulta que estamos inmersos en el proceso más grande de todos los tiempos.

Así que, las iniciativas relativas a la elección del personal del Poder Judicial, deben irse directo a la “congeladora”.

La modificación de la composición de las Cámaras de Diputados y Senadores, también son de naturaleza electoral, al pretender eliminar los distritos plurinominales que componen la República y las senadurías de representación proporcional. Dada la naturaleza electoral, también a la “congeladora”.

El presidente y sus legisladores oficialistas eso esperan para lanzar sus críticas a la oposición e influir en las tendencias electorales, echando culpas a la oposición de no querer eliminar cargas al presupuesto. Sabe bien AMLO que no pasarán sus iniciativas, son usadas como “carnada electoral”.

Que eliminar a los organismos autónomos por ser innecesarios y altamente onerosos, es otra más de tantas mentiras que acostumbra proferir el presidente López. Lo que pretende es eliminar los contrapesos ciudadanos y que su gobierno y la prolongación por la que lucha, pueda gobernar sin contrapesos. De ahí que algunos funcionarios hayan tenido que entrar el juego de la política desmintiendo al presidente.

Gracias a esos organismos autónomos se puede saber en qué gasta el dinero el gobierno, si hace o no licitaciones, a quiénes contrata, cuanto gastó en esto y aquello. AMLO ama la opacidad, sus enormes obras las considera como de seguridad nacional para no informar. Este es uno de tantos temas que revolvió en su paquete de iniciativas.

Uno de los ministros de plano convocó al personal judicial para que participen en las discusiones y transparenten con claridad la perversidad del presidente. Que defiendan el papel fundamental que desempeñan en la impartición de justicia. Eso de querer someter la impartición de justicia al populacho por medio de elecciones, es aberrante. Propuesta sin pies ni cabeza, simple manera de seguir golpeando a quienes no han bajado la cabeza y sostienen el Estado de Derecho que quebranta el poder ejecutivo por medio de sus abusos. El equilibrio de los Poderes se da gracias al Poder Judicial.

AMLO insiste en propuestas eminentemente inconstitucionales que transgreden el T-MEC, norma contractual, Tratado Internacional, con nivel de norma constitucional que volvería a ser violentado. Sí, insiste en la estatización de sus áreas estratégicas, con el engaño de recuperar la soberanía, algo que desconocen todos aquellos que le regalan el voto a cambio de becas.

Menos de 2 meses para aprobar, desechar o enviar a la “congeladora” las iniciativas presidenciales. El último periodo ordinario en ambas Cámaras, fenece el último día del próximo mes.

Mientras tanto, AMLO ha logrado su primer objetivo: que sus aberrantes iniciativas se hayan apoderado de la agenda mediática.

Por cierto, el presidente ni la corcholata aceptarán el reto de debatir con Xóchitl Gálvez, Ruíz. La aspirante a la presidencia de la República los retó, consiguió su objetivo. Ambos morenistas no tienen el tamaño ni las agallas para abrir el debate público, serán las descalificaciones las que priven por parte de López y Sheinbaum.

AMLO no habla inglés, fue la propuesta de Xóchitl, debatir en ese idioma. Y la corcholata no quiere saber nada de la muerte y lesiones de todos aquellos que iban en la Línea Dorada del Metro cuando se accidentó. Xóchitl les lanzó el reto. Aquella bien sabe que el dictamen de la empres extranjera responsabiliza a su administración por falta de mantenimiento a esa Línea del Metro, desvela su descarada irresponsabilidad, por la cual podría ser enjuiciada.

Sin atreverse a debatir con Xóchitl, ambos morenistas perdieron frente a la candidata de la oposición.

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