Otra frase sin sentido del presidente López Obrador: ¡Los humildes van primero! Cierto, pero van al matadero.

“¡Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo traicionan!” Frase célebre de Benito Pablo Juárez García.

Y tanto que predica emular al prócer, Andrés López, presidente de la República; hace precisamente lo contrario. ¡Traición a la Patria!

El desgastado discurso de “primero los pobres” ahora se transforma en “los humildes van primero”.

Sí, los humildes o pobres carecen de oportunidades que el gobierno de AMLO les ha cancelado o negado. Aquí algunas de ellas. Les quitó la seguridad social eliminando el Seguro Popular; por medio de la galopante inflación generada en su gobierno, el poder adquisitivo del peso se ha depreciado más allá del índice de inflación, lo que significa que cada vez tienen menos para comer; la inseguridad pública creciente desde el comienzo del gobierno de la 4T ha golpeado más a los pobres; el mayor número de asesinatos cometidos durante el mandato de López Obrador ha sido en agravio de los más humildes; no ha generado empleos fijos ni transitorios para los pobres, los quiere comiendo de su mano; etcétera.

Cada vez tiene menor valor el desgastado discurso del presidente de la República. Promete una cosa y realiza lo contrario. La esperanza de los pobres ha sido defraudada por las promesas incumplidas de aquel candidato que ofreció mejorar todo en favor de los más necesitados, de los olvidados, de los desfavorecidos; ha hecho lo contrario.

AMLO se ha rodeado y beneficiado de aquellos que tanto criticaba, hoy son sus aliados los empresarios, no todos por supuesto, solo aquellos que le dejan trabajar a placer. Como aquellos que contrataron en lo que sería el aeropuerto de Texcoco, los acribillaba con sus discursos de odio, bañándolos con actos de corrupción que jamás demostró; hoy esos mismos empresarios son sus mejores aliados, realizan las obras públicas más lucrativas del sexenio. ¿Dónde quedaron los más pobres, los humildes?

Solo quedó el recuerdo de las promesas de campaña para acceder a la Presidencia de la República; campaña política que no ha cesado; el presidente no gobierna, hace proselitismo político.

“¡Malditos aquellos que con palabras defienden al pueblo y con los hechos lo traicionan!” La historia pone a cada uno en su lugar.

El gobierno de AMLO se desenvuelve entre delincuentes, mentiras, descalificaciones y contradicciones.

Durante varios meses del mandato (liberal) de Joe Biden, el presidente López no se ha cesado en molestar a la administración demócrata; lo contrario al gobierno republicano (conservador) de Donald Trump, quien tuvo el cinismo de confesar y develar el temor que AMLO le tenía, al asegurar que lo “dobló” en relación al tema de los migrantes; tal cual lo dijera meses antes el colaborador de López Obrador, Paco Taibo II: “se las metieron doblada”.

De visita por el estado de Nuevo León, literalmente en la frontera con los EU, AMLO declaró que “México debe siempre procurar mantener relaciones de cooperación, de respeto a las soberanías y de amistad, entre los pueblos con Estados Unidos”. El doble discurso del “doblado” de un presidente resentido y retrasado en la historia, quien piensa en la supuesta violación de la soberanía de México y que nuestro país no es colonia, asegurando que será un fiel defensor de ambos agravios cometidos por los estadounidenses.

¿AMLO teme a las represalias comerciales del gobierno de Biden por las violaciones cometidas al T-MEC por su gobierno?

En su desgastada retórica echó reversa a su bélico discurso, bajando el tono (eso parece) de lo que dirá el próximo 16 de septiembre en el desfile conmemorativo de un año más de la revolución mexicana. Desde Monterrey, Nuevo León, suavizó las agresiones y dijo: “Desde luego, procurar resolver de manera pacífica y mediante el diálogo, todas las diferencias, no pelearnos con el gobierno de los Estados Unidos”. ¿Dónde quedó aquel gallo escandaloso en tiempos de campaña?

AMLO no es digno de confianza.

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