La presidenta del Consejo General del INE, Guadalupe Taddei, no sabía si la SCJN tenía facultades extraordinarias sobre el artículo 105 constitucional, referente a no publicar ley alguna en materia electoral 90 días antes del inicio del proceso electoral. La señora ignoraba qué legislación aplicaría en el procedimiento electivo del 2023-2024, que iniciará en septiembre próximo, toda vez que el referido plazo había fenecido.

Bien, como lo advirtió el ministro ponente en su proyecto de ejecutoria hace unas horas de este jueves, el Pleno de la SCJN, por 9 votos de 11, terminó desechando y tirando a la basura las iniciativas de Andrés López Obrador, por violaciones constitucionales al procedimiento legislativo por parte de su bancada en ambas cámaras y sus aliados. ¿Qué necesidad de violar la ley?

Para los ministros, la mayoría por supuesto: ¡La ley es la ley! Y hay que cumplirla. Algo que no ha querido entender y cumplir el presidente López.

De tal suerte que el “Plan B” se fue, literalmente, a la basura.

Medio año de estériles discusiones y triquiñuelas del titular del Poder Ejecutivo que solo le sirvieron para evidenciar sus abusos de poder.

En la mañanera de este jueves, López continuó con la andanada de ataques en contra de los ministros; ya sabía que su plan fracasaría. Incluso su consejería jurídica acusó públicamente al ministro Laynez Potisek, autor de la iniciativa que propuso declarar la inconstitucionalidad del “Plan B”. El área jurídica metida en temas políticos, minusválida, incapaz de defender con fundamentación y argumentación legal.

AMLO se quedó sin argumentos, solo atina a ofender cual pandillero de barrio. Por eso amenaza al personal del Poder Judicial y lo acusa de corrupto, cuando en realidad el corrupto y peligroso es el presidente de la República, quien viola permanentemente la Constitución para satisfacer su voraz apetencia personal, que no obedece más que a la idea de destruir las instituciones democráticas forjadas durante muchos años a propuesta de la sociedad mexicana, instituciones que le estorban al ejercicio abusivo del poder del mismo López Obrador.

Para Guadalupe Taddei, a quien por segunda ocasión el Pleno del Consejo General del INE le rechazó su propuesta para ocupar la Secretaría Ejecutiva del consejo, los ministros le abrieron el entendimiento. ¡Tendrá que aplicar la normatividad electoral vigente! Aquella que impugnó AMLO y no prosperó por violaciones a la Constitución.

López insistió en su mañanera que los ministros no entrarían al estudio del fondo del asunto, que solo analizarían la forma en la que sus legisladores procesaron sus iniciativas.

El lego en la materia, pretendiendo impartir clases de Derecho Procesal Parlamentario. Claro, su miope visión e ignorancia no le permiten ver más allá de su torpeza y mala fe; le sirven para manipular y tergiversar la verdad.

Sabe que sus mentiras son replicadas por los medios de comunicación nacionales y sus falacias escuchadas por millones de mexicanos manipulables por la mala fe presidencial. A eso le apuesta AMLO, a la desinformación.

El presidente no logra entender que si los senadores y diputados violaron el proceso legislativo para “aprobar” las iniciativas del Ejecutivo, consecuentemente el parcial contenido del continente corrió la misma suerte. Jurídicamente, no debe estudiarse el fondo; si el continente de las iniciativas era bueno o malo no importa, el proceso vició todo. Por lo tanto, el “anexo” corrió la suerte de la principal: se anuló. Todo es inconstitucional. Algo tan sencillo de entender, el presidente lo trastoca, tergiversa y no comprende.

Sería bueno y oportuno que AMLO regrese a las aulas de la UNAM para que aprenda. Ricardo Monreal, doctor y “maestro” en la Facultad de Derecho, senador de Morena, es una vergüenza, se arrodilló y violó la Constitución, todo por obedecer a su mentor. Ese no sería un buen profesor para López; pobres de sus alumnos.

Habiéndose despejado las dudas sobre la retahíla de reformas electorales inconstitucionales que AMLO publicó en el Diario Oficial de la Federación, es oportuno transparentar y dejar en claro para que Guadalupe Taddei lo entienda, que ya no aplicará ese mamotreto; recordarle que, además, había sido suspendida la entrada en vigor, nunca sirvieron, no valen, carecen de vigencia legal: son inconstitucionales. El 4 de septiembre iniciará el proceso electoral. Habrá ajustes presupuestales hacia arriba, nada de austeridad republicana.

La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales y demás leyes de la materia siguen vigentes, se aplicarán para el proceso electoral 2023-2024. ¿Entendido?

Al presidente López le irrita no cumplir su capricho. Él continúa violando la legislación electoral bajo el auspicio legal del INE de Guadalupe Taddei, quien socarronamente calla y solapa las tropelías del “destapador”.

La oposición legislativa se agregó y arrogó otro triunfo legal. Vencieron al autoritarismo y abusos morenistas. Gracias a ellos, que impugnaron lo aprobado por Morena y sus aliados y publicado por AMLO, los ministros tuvieron competencia y pudieron declarar la inconstitucionalidad de las aberrantes normas que pretendían “destazar” al INE.

AMLO, mientras tanto, con su circo mediático trae bailando a las “corcholatas” para entretenimiento de los medios de comunicación, periodistas, analistas, críticos y público en general. Literalmente, masacrando las normas electorales.

Tendremos un proceso electoral viciado de fondo y forma.

¿Qué hará el INE?

Todo quedará en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Continúa funcionando con la normatividad vigente. Este organismo impartidor de justicia electoral podrá enmendar la plana al INE, a instancias de las impugnaciones de la oposición.

Por lo pronto, una “abolladura” más al deteriorado ego presidencial. ¡Gracias a la SCJN!, adalid de la democracia.

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