Trascendió, de la sesión privada de la SCJN del jueves pasado, que las 3 ministras de la 4T, están molestas e inconformes por el acuerdo de suspensión del proceso de elección tomado por los miembros de la Comisión de Evaluación del Poder Judicial de la federación.

Una de ellas propone la reanudación del procedimiento, a la par, otra quiere la destitución de todos los integrantes de la Comisión; para ello sesionarán el lunes próximo.

Habría que recordar que, derivado de la suspensión definitiva emitida por un juez de distrito con cabecera judicial en Morelia, Michoacán, ordenó la suspensión del procedimiento de elección, hasta en tanto no se resuelva el fondo del asunto, bajo la advertencia de ser multados o destituidos en caso de desacato.

Los miembros de la Comisión actuaron conforme lo establece la Ley de Amparo, simple y llanamente acataron la orden judicial. Hicieron lo correcto.

También habrá que recordar que, las ministras rebeldes y desordenadas entraron al juego de la elección; son parte interesada, debieran excusarse y no lo hacen, por esa razón de fondo están molestas: se quedarían “volando las señoras”. Claro, al quedarse suspendido el procedimiento dejan de jugar el juego en el que ellas participan como autoridades y candidatas ¡Ah tramposas!

Sin vergüenza alguna, las ministras se molestaron a tal grado de pedir la destitución de aquellos que les impiden jugar el juego sucio de la que son parte: Esquivel, Loretta y Batres. Las 3 mujeres de AMLO, las 3 morenistas estarían liquidadas, quedando fuera ¡Ah perversas mujeres! Además mañosas.

Las autoridades de los otros dos poderes, miembros de los Comités de Evaluación, ellos no acataron la orden del juez y siguen con el sucio e irregular trámite de selección de candidatos a participar en las elecciones de junio de 2025.

Les cayó de peso a las sucias y tramposas ministras lo resuelto por los miembros del Comité de Evaluación del Poder Judicial, esos que en su momento tuvieron a bien respaldar. Ahora que actuaron conforme a derecho no les gustó a las rebeldes. Y así quieren volver a ser ministras bajo los términos que impuso AMLO y su camarilla.

Nadie esperaba esta “crisis” electiva en contra de las 3 ministras que se inscribieron para ser parte de la farsa electorera. Incluso las ministras rebeldes quieren presidir la Corte por esta vía.

El acuerdo para destituir a los miembros del Comité, requiere la mayoría simple de los 10 integrantes de la SCJN –falta uno– en el entendido que las 3 mujeres son rabiosamente proclives a la 4T; por lo cual, 7 ministras y ministros no forma parte del perverso clan que está destruyendo al Poder Judicial desde su interior, como lo vienen haciendo las sucias ministras por medio de conferencias y declaraciones en favor de lo malo y en contra de lo bueno que existe en el Poder Judicial de la federación.

Las 3 ministras van cual bucaneros –saqueadoras– en asalto de la Corte.

La presidente Sheinbaum apoya a las ministras, pero no puede meter mano en el Comité del Poder Judicial. La señora se manifestó en contra de la suspensión definitiva otorgada por el juez de distrito, mas hace caso omiso a ella, aunque no forma parte de la Comisión del Poder Ejecutivo; pero, ella ordena y los demás cumplen, sobre todo el traidor exministro de Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Por supuesto, tampoco suspendió el procedimiento el Comité del Poder Legislativo.

Sea como sea, el proceso de elección de los cerca de 900 funcionarios judiciales del Poder Judicial, entre ellos ministros, magistrados y jueces de distrito, cada vez es más evidente lo turbio, lo sucio y enredado del procedimiento; así se saldrán con la suya los morenistas.

Proceso derivado de la reforma constitucional que ha sido criticado por expertos nacionales y extranjeros. En ninguna parte del mundo existen procesos de elección popular para elegir a las autoridades encargadas de impartir justicia, excepto en un país de Sudamérica que ha dado pésimos resultados. De ahí, nadie más, aunque hayan inventado la falaz mentira a cargo de las autoridades de la 4T.

El pleno de la SCJN debe sostener a los miembros del Comité de Evaluación y respetar los acuerdos que estos emitan, sin importar que se molesten las ministras de la 4T, incluso si se quedan fuera del sucio juego electivo.

Sería sumamente interesante que las 3 tramposas, rebeldes y desordenas ministras acudieran al juicio de amparo por considerar que se están violando sus derechos humanos al impedirles participar en la elección. Vaya, un caso de excepción para la historia.

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