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Oct 17
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#Tradición
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Los altares y panteones del norte, centro y sur del país se visten de colores para la celebración del Día de Muertos, y el municipio de Villa Guerrero es el responsable de producir la mayoría de las flores que se utilizan como uno de los elementos principales para engalanar esta tradición en México.
Conocida como La Capital de la Flor, la demarcación se ubica al sur del Estado de México y por su posición geográfica y condiciones climáticas le permiten ser uno de los principales productores de flores en el país, las cuales son enviadas a las distintas regiones de la república mexicana, a Estados Unidos y Canadá.
Decenas de tráileres, camionetas y remolques llegan todos los días hasta los invernaderos y empresas empacadoras del municipio, para cargar toneladas de flores que tendrán como destino ciudades como Tijuana, Monterrey, Ciudad Juárez, y entidades como Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
La vendimia del Día de Muertos es una de las fechas más importantes para los floricultores de Villa Guerrero, al igual que el 12 de diciembre, el 14 de febrero y el 10 de mayo; sin embargo, la producción de flores se lleva a cabo todo el año debido a la demanda en el mercado.
“Aquí, el movimiento es constante, es diario, porque existe la demanda en México y el consumo de flores por tradición”, comentó el ingeniero agrónomo y productor Gregorio Salinas Acosta, en entrevista con Notimex.
Para esta temporada comercian principalmente lo que ellos denominan como “flor chica”, es decir, brotes que producen en grandes volúmenes.
Cempasúchil, nardos, nube, crisantemos, gladiola, claveles, lilis, aves del paraíso, margaritas y garra de león, son algunas de las flores más populares para esta tradición, así que son las especies que principalmente envían los productores a los estados.
“Hay mucha cultura en México para el consumo de flores, aquí prácticamente toda la gente consume flores, regala flores, por diferentes motivos unos por situaciones de amistad, pero sobre todo por situaciones religiosas, todo mundo acostumbra tener cuando menos un tallo de flor en su altar”, señaló Salinas Acosta.
Desde que los compradores llegan a la comunidad por la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal, pueden apreciar la transformación del paisaje, pasando de un bosque de pinos a parajes de oyameles, hasta llegar a la zona más baja, donde las temperaturas cálidas permiten la producción de rosas, gladiolas y orquídeas de alta calidad, las cuales son exportadas a Estados Unidos y Canadá.
La región de Villa Guerrero posee un microclima que abarca de norte a sur 25 kilómetros y una superficie, de este a oeste de 80 kilómetros.
“Tenemos tres climas: el clima fresco donde podemos producir de mucha calidad, lilis, clavel, rosa; luego tenemos el clima intermedio donde podemos producir lo que le llamamos flor chica, polar, crisantemo; en la parte sur tenemos producción de gladiola, nardo, especies de más calor”, explicó el productor.
Las siembras para la temporada de muertos se llevan a cabo a finales de junio y durante el mes de julio, la cosecha empieza alrededor del 18 de octubre. Los microclimas favorecen la producción de diferentes especies sin la necesidad de utilizar procesos tecnificados de alta tecnología.
“En la región tenemos tres niveles de tecnificación, desde producción en túneles muy sencillos, invernaderos sencillos e invernaderos tecnificados, con hidroponía, sistemas de humedad ambiental, malla para modificar intensidad lumínica, ventilas”, comentó Salinas Acosta.
El productor comentó que la calidad es lo más importante en el proceso de producción, por eso existen floricultores en la zona que están invirtiendo en tecnología, instalan invernaderos más sofisticados y utilizan nuevas técnicas de cultivo, incluso “ya son más conscientes de cuidar el medio ambiente”.
“Los recursos hay que administrarlos, el microclima es lo que te hace que produzcas a menor costo, con invernaderos básicos podemos sacar muy buena calidad”, expresó.
Salinas Acosta indicó que dichos productores son el ejemplo para pequeños trabajadores que generan poca flor, pero que es de gran calidad, pues se genera una competencia sana donde cada persona busca hacer un trabajo digno en cada una de las actividades que conlleva la producción de flor, desde la siembra, la distribución y la venta.
“Esa gente está sirviendo de punta para que el pequeño productor adquiera la tecnología, ya tenemos en la región la gama, no son muchos, pero son los líderes que están impulsando la exportación y son la motivación para el pequeño productor de que esa va a ser su meta en un corto tiempo”, relató el productor.
Resaltó que no sólo los grandes productores exportan sus flores, también pequeños floricultores organizados concretan embarques con sus productos a otros países.
“Por día, en esta región, debemos de estar exportando en forma fija alrededor de unos 10 tráileres hacia Estados Unidos, el volumen es de entre 10 y 12 toneladas en cada tráiler “, comentó.
Actualmente, el ayuntamiento de Villa Guerrero emprendió un proyecto para construir una nueva central de abastos en el municipio que servirá para crear un punto estratégico de venta de flor para todo el país y el extranjero.
“El gran impulso es ayudar a esos pequeños productores que ahorita no tienen la posibilidad de trasladarse por ejemplo a una central de abastos en la Ciudad de México, o de ir a otras ciudades a comercializar. La labor es atraer buenos clientes para que ellos se motiven logrando mejores precios por su producto”, señaló Salinas Acosta, quien también es el coordinador del proyecto.
La visión que tienen las autoridades y los floricultores es mejorar los procesos de comercialización de sus productos y ofrecer condiciones favorables de venta, principalmente para los pequeños productores.
El encargado del proyecto platicó que la producción de flor es una tradición familiar en Villa Guerrero, que ha ido creciendo hasta llegar a consolidar, en algunos casos, empresas bien posicionadas en el mercado nacional e internacional.
Los floricultores se apoyan entre ellos, esa unión y gusto por su trabajo lo reflejan en las flores que este Día de Muertos adornarán los altares y panteones del país.
En este sentido, el proyecto de la nueva central de abastos buscará dar impulso a los pequeños y medianos productores para que también destaquen a nivel nacional, pues aseguró Salinas Acosta, “el pequeño productor de hoy, será el gran vendedor del mañana”.
Tal es el caso la empresa Flores Follajes y Plantas del Norte, que se encarga de concentrar el producto de diversos floricultores, empacarlo y repartirlo principalmente en el norte del país.
Cuenta con 12 distribuidoras en el norte y una en Cancún, los proveedores llevan sus flores y ahí decenas de trabajadores, hombres y mujeres, la organizan y empaquetan de distintas maneras para después enviarla a los estados, donde se comerciará en supermercados principalmente.
Dependiendo la calidad de la flor y los pedidos del cliente, se elaboran ramos con distintas especies y se empacan en los denominados “buckets”, que son cajas con recipientes, los cuales pueden contener agua o conservadores para proteger la flor y que llegue de la mejor manera.
En los ramos, la flor que es para follaje tiene una altura de 70 centímetros y la flor de decoración tiene entre 90 y 115 centímetros.
“Ahorita van los colores adecuados a la temporada, todos los buckets llevan los mismos tallos, los mismos colores, llevan su código de barras, un papel decorado por la temporada y todos llevan en mismo número de buckets en la misma caja”, explicó Omerali, trabajadora de la empresa.
Los paquetes para este Día de Muertos contienen cuatro tallos de gerbera, un tallo de hortensia, un tallo de lisianthus, un tallo de liatris, y se combinan de acuerdo a los colores de temporada, como naranja y morado.
En esta empresa, las mujeres tienen un papel destacado, pues son ellas las que seleccionan las flores y embellecen los ramos.
Por su parte, César Eduardo Cabezas Aguirre, ingeniero a cargo de la empresa, enfatizó en que no se requiere una gran inversión para lograr una alta calidad de flores debido a las características climáticas de la zona y al trabajo de los floricultores de Villa Guerrero.
“Si haces las cosas bien, con la nutrición, manejo de invernadero, el plástico y la experiencia que tienen los productores locales, pueden obtener una buena calidad a un menor costo”, señaló.
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