#UAQ
Cada 8 de marzo, en la Universidad Autónoma de Querétaro, nos sumamos a la conmemoración de las aportaciones de las mujeres a las ciencias, la tecnología, la economía, el arte, la política, el deporte y el cuidado. Recordamos la historia que nos ha permitido estar aquí, tanto en lo individual como en lo colectivo. En este marco, conmemoramos el camino recorrido por las mujeres en la lucha por la igualdad, la justicia y la construcción de una ciudadanía plena, consolidándose como uno de los movimientos sociales más amplios, diversos y con presencia mundial.
El reconocimiento y reivindicación de la diversidad de los feminismos da cuenta de la propia diversidad de las mujeres, que, más allá de debilitar la lucha, ha permitido que esta transite por distintas vías. El movimiento ha encontrado camino con colectivas, la sociedad civil, los medios de comunicación, las instituciones y las leyes; también en las calles, en la academia, en las aulas, en sesiones legislativas, en las paredes, en marchas y en sentencias judiciales. Todas y cada una de estas y otras vías aportan y transforman.
Las reconocemos a todas
Este año, Naciones Unidas hace el llamado a “reivindicar la necesidad de ampliar la igualdad de derechos, el poder y las oportunidades para todas” y nos invita a proyectar “un futuro feminista en el que no se deje a nadie atrás”.
Este es un llamado al que la Universidad responde. Coincidimos con la ONU en que “el fortalecimiento de la próxima generación es el núcleo de esta idea, ya que la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, serán las protagonistas de cambios duraderos en el futuro”. Es por eso que continuamos con el trabajo de cada una de las coordinaciones de género que se encuentran presentes en todas nuestras facultades y en la Escuela de Bachilleres, así como la Dirección de Inclusión e Igualdad de Género para la Cultura de Paz en Rectoría, desde donde se diseñan e implementan acciones para promover la autonomía de las mujeres universitarias.
Para seguir avanzando, debemos reconocer que las mujeres, las jóvenes y las niñas siguen enfrentando serias desigualdades estructurales, entre las que destacan las cifras de violencia.
El 70% de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida y menos del 10% de los casos llegan a una sentencia. Por otro lado, solo el 46% de las mujeres participan en la economía, con una brecha salarial del 14%. Además, únicamente el 34% de los créditos del Infonavit son otorgados a mujeres, y se estima que solo el 35% de los hogares en México están escriturados a nombre de mujeres. Dichas cifras están relacionadas con el desarrollo profesional de mujeres y hombres, ya que la segregación ocupacional por sexo persiste: las profesiones asociadas a lo femenino continúan siendo menos remuneradas.
Eliminar las barreras de acceso a los distintos derechos es parte de las acciones que deben emprender las instituciones. A las educativas nos compete, entre otras cosas, eliminar los estereotipos que generan dicha segregación por sexo en las carreras; nos toca promover la inmersión laboral sin discriminación de nuestras y nuestros egresados a través del fortalecimiento de los lazos al exterior.
Debemos también eliminar toda práctica de violencia y discriminación que se pueda presentar dentro de la Universidad, en trámites administrativos, procesos electorales, prácticas docentes, mallas curriculares, así como en la gestión administrativa.
En este día, a 30 años de la Plataforma de Acción de Beijing y a 10 años de la Agenda 2030, la Universidad Autónoma de Querétaro reitera su compromiso con la igualdad de género, enmarcando nuestras acciones en ambas agendas y manteniendo el compromiso de seguir trabajando en la eliminación de prácticas discriminatorias y en la promoción de la autonomía de nuestras estudiantes, docentes y trabajadoras.
Sigamos reconociéndonos en nuestra diversidad de saberes, caminos y aportaciones, porque en la Universidad estamos seguras y seguros de que esa es la ruta para seguir avanzando.
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