Aunque algunas aves de tempestades buscan ensuciar el avasallante triunfo de Leonor Mejía en la elección realizada el pasado sábado para la dirigencia de la primera fuerza política en el estado, con la falacia de los “dados cargados”, lo cierto es que este es a consecuencia de su historia partidista, que data del ya lejano marzo de 1999, por lo que no es raro que los “panistas” la conozcan.

Recuerde, y para que no le quieran vender chorizos, en esta elección el pedigrí de la “queretaneidad” salía sobrando; con que a los contendientes los conocieran los 5 mil panistas que podían votar era suficiente, por lo que no se necesitaban fórmulas mágicas ni nada. Era sencillo: Conocer el universo y que el universo la conociera, a eso le apostó Mejía Barraza.

La cosa es muy simple, de cada 5 panistas en el estado, cuatro lo hicieron por Leonor y su proyecto, lo cual representa el 78% de la votación válida emitida.

Así que cualquier impugnación en su contra para intentar ganar en la mesa lo que no se pudo en las urnas, rayaría en bravuconada legaloide que dejaría peor parado a su adversario y actores que le apoyaron, quienes exhibieron gratis su capital. Se acabaron los mitos y la venta de humo, mil 070 panistas es lo que representan al interior, número por demás generoso, pues siendo más meticulosos y escépticos, la cifra es engañosa, pues conociendo a la especie en comento, tendríamos que restar a aquellos que votaron nomás por llevar la contra a la mayoría y no por pertenencia, práctica muy común en el PAN.

Respecto a lo que se espera de Leonor, pudiéramos decir que veremos una dirigencia discreta pero efectiva, sin tanto reflector pero muy cercana a las bases muy “a la antigüita”, como les gusta a los panistas.

Kuri es un hombre institucional

Quien ha demostrado un marcado respeto para con la dirigencia nacional de su partido, a pesar de que esta en los hechos no parece ser recíproca, es el gobernador Mauricio Kuri González, pues aunque otros gobernadores panistas fueron ni tardos ni perezosos al evento organizado por el presidente de la República para hacerse fotos en el Zócalo con la crema y nata de Morena, él prefirió mostrar respaldo a su dirigencia desde aquí y no entrarle al besamanos populachero que abunda en estos tiempos.

Ojalá y Marko Cortés valore las señales.

Alias “El Jamel”

El pasado martes trascendió la detención del excandidato a la gubernatura del estado, Juan Carlos Martínez Cecias Rodríguez, por parte del Buró Federal de Investigación de los Estados Unidos, acusado del cargo de conspiración y fraude electrónico, por lo que puede obtener una pena de por lo menos 5 años de prisión en el estado de Texas.

Bravucón y echador, así recuerdo a Juan Carlos, quien en más de una ocasión se vanaglorió de un penoso incidente propiciado por él, antes de que abordara su avión privado en el aeropuerto de Houston, Texas, hace casi un año.

Ahí, el “Jamel” se encontró con el otrora precandidato Mauricio Kuri González, a quien amenazó de “meter al tambo” en cuanto él llegara a la gubernatura del estado. ¿Quién iba a pensar que al paso del tiempo el que terminaría calentando cemento sería el propio “Jamel”?

Ahora solo queda esperar las consecuencias locales, que seguramente habrá, ya que en la campaña se vivió la vida loca. Atrás quedaron los escándalos en conocido restaurante de Polanco, los yates en la Riviera Maya y la extravagancia en Las Vegas, que seguro cobrarán la zalea de algún iluso que compró su vómito coercitivo.

Nuevos tiempos

Como lo he venido apuntando desde hace algunas semanas, la salida del doctor Santiago Nieto Castillo como titular de Inteligencia Financiera, le “cayó como anillo al dedo”, pues aligeró su equipaje con miras a futuro y sirvió para que aquellos que se declaraban embajadores plenipotenciarios y vitalicios de su persona, corrieran a los brazos de la maestra Celia Maya García para mostrarle su apoyo y engatusarla para que bajo el prurito de su amistad con el señor presidente busque la presidencia del comité estatal de Morena.

Sin embargo, es otro de sus sueños guajiros, pues al menos por el momento, a Mario Delgado no le corre ninguna prisa por remover a su alfil y hombre de confianza, Ruiz Olaes, quien ha demostrado ser un buen administrador de números rojos, por lo que difícilmente le van a mover por ahí.

Por cierto, el viernes estuvo aquí el doctor acompañado de su señora esposa, Carla Humphrey, y no se vieron cerca de él “ni los que compartían los Cázares, ni las recomendadas y amigas de hace muchos años”. ¿Qué estará pasando?

Lenguas viperinas

Quien anda ya en plena actividad política es la distinguida señora Tere García de Aguilar, pues desde que su esposo fue nombrado vocero del CEN, se ha encargado de hacer las clásicas reuniones sociales para sumar en torno al proyecto de Aguilar Vega con miras a 2024 y de ahí al Palacio de la Corregidora.

“Se ve, se siente, el negro está presente”, pero “no tiene la culpa el indio”.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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