Siempre he reconocido la altura de miras y el olfato estadista del gobernador Mauricio Kuri; pero en esta ocasión bien vale reconocer también la postura partidista que, de manera sublime, está asumiendo en el estado, pues sin hacer de Acción Nacional el “Partido Estado”, Kuri se ha convertido en el primer panista de Querétaro. Y en ese tenor, anteponiendo siempre el respeto institucional, ha expresado claramente su desacuerdo respecto a la posible alianza con PRI y PRD en la entidad.

Kuri sabe perfectamente el costo político que representa. Ejemplifica y funda su negativa personal en lo ocurrido en estados como Aguascalientes y Durango, en los que el PAN ganaba holgadamente sin la necesidad de los otros dos; eso, sin contar que en el caso de Durango, el blanquiazul cedió la candidatura a un priista cuyas posibilidades de triunfo eran nulas de haber ido abanderado solo por el tricolor.

En Querétaro es claro que Acción Nacional no tiene necesidad alguna de cargar con los negativos tricolores, y mucho menos, ceder posiciones a sus militantes que, en el mejor de los casos, de ir solos solo aspiran a conservar el registro local y posiciones de representación proporcional.

Ahora bien, en el caso del PRD basta decir que “regalado sale caro”, pues junta más un perro muerto que un mitin perredista.

Ojalá la voz del gobernador haga mayor eco en la dirigencia blanquiazul que la de la militancia, simpatizantes, opinólogos y ciudadanos de a pie y así logre evitar el autosabotaje que representa la mentada alianza.

“El poder, como la mujer, ni se presta ni se comparte”.

Felifer avanza y convence

“Sin prisa, pero sin pausa”, el virtual candidato de Acción Nacional a la presidencia municipal capitalina, Felifer –como gusta ser llamado–, va despejando dudas respecto a su designación, y paso a paso, va demostrando la madurez necesaria para construir consensos al interior de su partido. Y haciendo gala del oficio adquirido a lo largo de su carrera legislativa, deja percibir la sensibilidad necesaria para transmitir la viabilidad de su proyecto.

Sin temor a equivocarme, y siendo muy mesurado, algo que ha abonado y seguirá fortaleciendo al joven político es la percepción de continuidad y la estabilidad que ha mantenido durante 5 años el municipio capitalino de la mano de Luis Nava, por lo que si Felifer no sucumbe a las ansias de reflector y explota la figura del “City Manager” sobre la del político, difícilmente pondría en riesgo el triunfo del blanquiazul en la capital, pues ha quedado en claro que a pesar de la “ola marrón” y el crecimiento exponencial de la población afín a Morena, el votante capitalino gusta de candidatos y gobernantes sobrios, alejados de la parafernalia y el escándalo.

Lo que sí resulta urgente y de atención inmediata para él y su equipo es buscar a aquellos panistas que de origen no lo contemplaron como primera opción y de cierta manera se sienten excluidos, pues ante la incertidumbre y el sentimiento de lo que pudo ser y no pasó, pueden ser presa fácil del acuerdo electorero con fines laborales de la casa de enfrente; más si el “casero” es un rostro amigo que les genere la confianza necesaria y garantías para dar el brinco. Pues aunque todo pareciera un mar en calma, no podemos olvidar que las encuestas son retratos de momento, y en una elección cerrada, cada voto vale oro.

“En la mesa y en política primero van los de casa”.

Se mueve el verde

Aunque algunos pretenden sacar de la jugada y dar por descontado el potencial de Ricardo Astudillo Suárez rumbo al Senado por la alianza Morena-Verde-PT, cuentan que pronto pedirá licencia, como un acto de congruencia política. Sigue posicionándose en el imaginario colectivo como serio aspirante a través de la difusión de su segundo informe de actividades legislativas.

Es claro, para quienes entendemos o presumimos entender de esto llamado política, que Astudillo está arriesgando, sabedor de las condiciones en las que juega. Y a diferencia de otros suspirantes al cargo, él entiende bien las reglas, no maquilla la realidad ni acomoda el relato, por lo que está en el entendido de que su futuro no depende de porras y matracas, sino de acuerdos de alto nivel en la Ciudad de México, los cuales no requieren de mayor explicación.

Por cierto, para esos que repiten como tarabillas que “a Astudillo no lo conocen”, bien valdría recordarles que el mexicano más conocido a nivel mundial es “Joaquín Guzmán Loera” y no por ello sería mejor candidato que Claudia Sheinbaum. ¿O sí? Negativos creo que les llaman.

“No solo basta que te conozcan, hay que ver qué te conocen”.

Breve explicación

En tiempos electorales es muy común que las pulsiones nublen la razón y los mitos se hagan dogmas; sin embargo, la realidad siempre termina por alcanzarnos. Es así que es oportuno hablar de la famosa “equidad de género” en las fórmulas al Senado, que hace repetir a propios y extraños, con seriedad clerical, que en el estado las dos primeras fuerzas políticas deberán poner mujer en la primera fórmula, sin explicar por qué ni dar un argumento legalmente fundado, o al menos, invocar algún criterio electoral (mantra usado cuando un sesudo del derecho electoral resulta exhibido por un mortal irredento).

Por ello es oportuno señalar que mientras que las candidaturas nacionales de mayoría arrojen al final 16 mujeres y 16 hombres, la equidad estaría cumplida, sin importar en lo más mínimo la nominación inmediata anterior. Pero si esto no resulta suficiente, el segundo criterio para designar candidatos o candidatas es la “efectividad”, por lo que el PAN no tiene mayor problema en que su fórmula sea encabezada por hombre, derivado de que las mujeres que ha postulado al cargo siempre lo han ejercido sin importar el orden de esta.

En el caso de Morena, seguramente el doctor Santiago Nieto y su distinguida esposa, la consejera electoral Carla Humphrey –como conocedores de la materia electoral–, tienen bien medido el tema y por ello se permiten correr el riesgo.

Lenguas viperinas

Cuentan que “la mejor encuesta son los acuerdos; y para muestra, Brugada, en donde los números valieron una chingada”.

“El que no entiende señales, termina perdido”.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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