Luego de que ciertas encuestas dieran ventaja en las preferencias al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), varios de sus integrantes comenzaron a hacer cuentas alegres y hasta a creer que “operan” para definir su futuro.

Lo que olvidan o no alcanzan a comprender es que un acuerdo en Morena tiene la solidez y duración de un “cubo de hielo”, y apostar a un padrinazgo, aparte de ser una locura es una mala inversión; pues de nada sirve acordar con Carlos Peñafiel porque te brinca Chucho Méndez, y si acuerdas con don Chucho salta Luis Reyes porque no reportaste en esa plaza. Eso sin contar con todos aquellos que se sienten con derecho de piso, por lo que apostar por un candidato a cualquier posición del movimiento es una irresponsabilidad, además de que aún faltan los acuerdos de las alianzas, y en una de esas, llegan candidatos que ni siquiera andan de saltimbanquis en la palestra.

¡Así que mucho ojo, Mecenas! En especial con el de las tres “J”, que anda “muy carburado” por Ricardo Monreal y anda de “rapazuelo” juntando monedas “quesque” porque va firme para la gubernatura.

¡No somos nada!

Cambia, todo cambia

Mauricio Alberto Ruiz Olaes, coordinador de Morena en el Congreso del Estado, ha dejado de ser ese hombre sensato que pedía consejo y tenía los pies en la tierra, para dar paso al clásico político de relumbrón. Le fue muy fácil y barato a los poderosos embrujarlo: unas cuantas comidas, cantos de sirena del mar muerto y lisonjeo le hicieron caer.

Lo que no se da cuenta el diputado es que aunque él se cree parte del grupo de poder, para esos santos señores él es completamente “circunstancial” y lo ven como “apestado” en las mesas del círculo rojo.

Desde esta columna hacemos votos porque aterrice, pues no es mal muchacho; sin embargo, si no madura, vivirá el “proceso de los plátanos” y habrá que envolverle en periódico.

Damos fe.

Comenzó el tejido fino

Cuentan las malas lenguas, que regularmente están bien informadas, que el senador Mauricio Kuri González ha acudido a los lazos familiares para tejer con los hombres de poder y vacas sagradas de la política queretana, quienes no ven con malos ojos su proyecto y lo pudieran constituir como el candidato de la “Queretaneidad” para mantener el status quo del estado, ya que los tiradores de Morena no son garantía de nada y el PRI solo es el PRI.

Sin embargo, la preocupación sigue latente respecto de Marcos Aguilar Vega, quien es factor en toda ecuación, para bien o para mal.

El tiempo está encima y el futuro del PAN depende de una sola persona y su “generosidad política”, Pancho Domínguez.

Hablando de poderosos

Doña Karina Castro de Domínguez está más que puesta con miras al Centro Cívico, y los mismos que ven con buenos ojos a Kuri González, aplaudirían su designación como candidata. Sin embargo, antes de ella va Luis Nava, quien a “golpe de timón” y trabajo buscará la reelección, y aunque muchos quisieran verle fracasar, de Nava depende mucho del futuro político en el estado.

¡Esto huele a azufre!

De informes y cosas peores

Comenzó la temporada de informes, esos actos que no importan a nadie y solo son monumentos del culto personal, palestras del besamanos y escaparates de la mediocridad política de nuestro país. Total, el pueblo paga.

Diferentes meretrices, nuevo lupanar mismas mañas. Si no me cree, vea a los diputados federales de Morena… y sí, sí existen, se llaman Beatriz Robles Gutiérrez y Jorge Luis Montes Nieves, que hicieron su pantomima el sábado pasado en el Teatro de la República.

Como siempre, la mejor opinión es la de usted. Y recuerde, no me crea a mí, créale a sus ojos.

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